Nos trasladamos a la parte antigua de Andorra la Vella para visitar La Casa de la Vall uno de los edificios más emblemáticos de Andorra. Fue construida en el año 1580 como residencia señorial de la familia Busquets, aprovechando una sólida estructura de piedra y un estilo propio de las casas nobles pirenaicas. En 1702, el edificio fue adquirido por el Consell General (el parlamento andorrano), convirtiéndose desde entonces en sede del poder legislativo del país durante más de tres siglos.

De planta rectangular, la casa presenta muros de mampostería de piedra vista, cubierta a dos aguas con estructura de madera y un interior que combina elementos funcionales y representativos. Destacan en la fachada principal las dos torres cilíndricas con cubiertas cónicas, añadidas en reformas posteriores como elementos simbólicos más que defensivos.

El edificio fue adaptado a lo largo del tiempo para acoger diversas funciones institucionales: salas de reuniones del parlamento, archivo de documentos, sala de justicia e incluso capilla privada, dedicada a San Ermengol. En su interior también se conserva el llamado Armario de las Siete Llaves, donde se guardaban los documentos más importantes del país, y que solo podía abrirse con la presencia de representantes de las siete parroquias andorranas.

Desde 2011, el Consell General se trasladó a una sede nueva, aunque la Casa de la Vall sigue utilizándose con fines ceremoniales y visitas culturales.

En su fachada puede verse un escudo moderno de Andorra con el lema "Virtus Unita Fortior", añadido en época reciente, probablemente en el siglo XX, como símbolo de unidad y soberanía.

En este escudo se puede leer: