Piñuecar nombre derivado de pino, pinar y pino piñonero al estar situado al pie de un hermoso cerro llamado Cerro de La Cabeza poblado de los mismos, sobre todo del pinus salvatis
Gandullas, probablemente tiene su origen en la palabra castellana antigua de CHANDULLA o CHANDUYA cuyo significado es el lugar donde abundan las guindas o cerezas.
Gentilicio: Piñuecanos/as - Gandullanos/as
La historia de Piñuecar y Gandullas se pierde en el tiempo, envuelta en la bruma de los siglos. Aunque no se han realizado suficientes excavaciones arqueológicas, su ubicación estratégica en el paso de Somosierra sugiere que estas tierras han sido habitadas desde tiempos remotos. La falta de restos materiales de época prehistórica o romana impide confirmar su antigüedad, pero es probable que su territorio fuera transitado por pastores y comerciantes que utilizaban los pasos naturales de la sierra como rutas de comunicación y supervivencia.
Las primeras menciones documentadas de Piñuecar y Gandullas llegan con la Edad Media, cuando estas tierras formaban parte de la extensa Comunidad de Villa y Tierra de Buitrago, una de las entidades territoriales más importantes de la región. Fueron aldeas dependientes de Buitrago, ligadas a la actividad ganadera y al aprovechamiento de los pastos comunales, un sistema que marcaría su desarrollo durante siglos.
En el siglo XI con la conquista de Toledo en 1085, Alfonso VI aseguró el dominio cristiano sobre la zona, pero para consolidar su control era necesario poblarla con colonos leales. Por ello, hacia 1096, el monarca otorgó a Buitrago el derecho de repoblación y jurisdicción sobre toda la comarca. Es en este contexto cuando nacen, o al menos se consolidan, los núcleos de Piñuecar y Gandullas. Durante este siglo, la frontera entre musulmanes y cristianos todavía era difusa, y los ataques ocasionales desde el sur hacían de la seguridad una prioridad. Por ello, la organización de los pueblos serranos respondía a un modelo defensivo natural, situándose en laderas protegidas y con una distribución compacta.
La actividad económica se basaba en la ganadería trashumante, favorecida por los amplios pastos de la región. Las cañadas reales, que más tarde formarían parte de la estructura de la Mesta, comenzaron a tomar forma en estos años.
Durante el siglo XII, Piñuecar y Gandullas quedaron plenamente integrados en la Tierra de Buitrago. A medida que la Reconquista avanzaba hacia el sur, estos pueblos dejaron de ser zonas de frontera y comenzaron a estabilizarse. La llegada de nuevos pobladores, en su mayoría de origen segoviano y castellano, trajo consigo la ampliación de tierras cultivables y la organización de la comunidad en torno a la iglesia parroquial y los concejos. Se cree que en este periodo comenzaron a levantarse las primeras edificaciones de carácter religioso en la zona, aunque la mayoría de los templos actuales datan de siglos posteriores.
En el siglo XIII Alfonso X el Sabio creó en 1273 el Honrado Concejo de la Mesta, lo que impulsó definitivamente la ganadería trashumante en toda Castilla. Piñuecar y Gandullas, situados en el camino de la Cañada Real Segoviana, se beneficiaron de este sistema, convirtiéndose en puntos de descanso para los rebaños que se trasladaban entre el norte y el sur de la península. En estos años, la estructura social de los pueblos estaba dominada por los concejos abiertos, en los que los vecinos decidían sobre el uso de los pastos, el reparto del agua y la administración de la justicia local. La comunidad se organizaba de forma comunal, y los vínculos con Buitrago seguían siendo estrechos.
El siglo XIV fue un periodo de dificultades. La llegada de la Peste Negra en 1348, junto con las hambrunas y los conflictos internos del reino de Castilla, provocó una drástica reducción de la población en toda la sierra. Muchas aldeas quedaron abandonadas, y aunque Piñuecar y Gandullas lograron sobrevivir, se vieron afectadas por la crisis. Es posible que en este siglo se produjera el despoblamiento de Ventosilla, uno de los pequeños núcleos que formaban parte del concejo.
A pesar de estos problemas, la Casa de Mendoza comenzó a consolidar su dominio sobre la Tierra de Buitrago. En 1380, Pedro González de Mendoza recibió la Tierra de Buitrago como mayorazgo, asegurando el control de su linaje sobre la región.
El siglo XV marcó el apogeo de la Casa de Mendoza. En 1444, Íñigo López de Mendoza, nieto de Pedro González, fue nombrado Marqués de Santillana, y en 1475, los Reyes Católicos concedieron a su familia el título de Duques del Infantado. Esto significó que los pueblos de la Tierra de Buitrago, incluidos Piñuecar y Gandullas, quedaron bajo el control de este linaje aristocrático hasta la abolición de los señoríos en el siglo XIX. A nivel local, la comunidad seguía organizándose en torno a la iglesia y el concejo. Se cree que en esta época comenzaron a surgir las primeras ordenanzas comunales que regulaban el uso del agua y los pastos, muchas de las cuales se mantendrían vigentes durante siglos.
El siglo XVI trajo consigo la consolidación del régimen señorial. Los duques del Infantado imponían tributos a los habitantes de Piñuecar y Gandullas, que seguían dependiendo de Buitrago. En 1579, se redactaron las Ordenanzas de reguera de Piñuecar, que regulaban el uso del agua para el riego y el Tribunal de las Aguas, que resolvía disputas entre los regantes. Es en este siglo cuando se documenta el declive definitivo del despoblado de Bellidas, que pasó a depender de Piñuecar. A pesar de ello, la iglesia de Santo Domingo de Guzmán continuó en uso hasta siglos posteriores.
El siglo XVII fue un periodo de crisis en toda Castilla. La pérdida de población, el aumento de los impuestos y las dificultades económicas provocaron un fuerte descenso demográfico en Piñuecar y Gandullas. En 1662, Gandullas tenía 15 vecinos, pero en 1670 solo quedaban 8. Piñuecar pasó de 10 a 7 familias, y Bellidas quedó prácticamente abandonado.
En el siglo XVII, El Catastro de Ensenada de 1752, nos ofrece una visión detallada del siglo XVIII. En él se menciona la estructura económica de la comarca, basada en la agricultura de secano y la ganadería. La población comenzó a recuperarse lentamente, pero los pueblos seguían siendo pequeños. Piñuecar y Gandullas continuaban dependiendo de Buitrago, aunque mantenían su propio concejo y recursos comunales.
En el siglo XIX con la nueva división de España, propiciada por Javier de Burgos en 1833, Piñuecar y Gandullas pasaron de depender de Guadalajara a integrarse en la provincia de Madrid. Las desamortizaciones de Mendizábal y Madoz pusieron a la venta las tierras comunales, lo que afectó gravemente a la economía local. Muchos pastos fueron privatizados, debilitando la ganadería tradicional. Según el Diccionario de Madoz de 1847, Piñuecar tenía 143 habitantes y 46 edificios, mientras que Gandullas contaba con 66 vecinos. La economía seguía basada en la ganadería y la agricultura de subsistencia, pero la falta de oportunidades provocó una primera ola de emigración.
A comienzos del siglo XX, Piñuecar y Gandullas mantenían aún su estructura tradicional basada en la agricultura y la ganadería. La producción agrícola estaba centrada en los cereales, las legumbres y algunos cultivos de huerta, mientras que la ganadería, sobre todo ovina y caprina, seguía siendo la principal fuente de riqueza. No obstante, ya comenzaban a verse los primeros signos de cambio. La mecanización era prácticamente inexistente y los métodos agrícolas seguían siendo rudimentarios, pero la comercialización de productos, especialmente el ganado, comenzaba a vincularse cada vez más con mercados externos, como los de Buitrago o Madrid. Sin embargo, la falta de oportunidades económicas y las condiciones de vida duras empujaban a muchos jóvenes a emigrar hacia Madrid y otras ciudades en busca de mejores condiciones laborales.
Durante la Guerra Civil Española, Piñuecar y Gandullas, al estar situados en una región montañosa y cercana a la carretera de Burgos, fueron testigos de movimientos de tropas y de la ocupación por parte de distintos bandos. La proximidad del frente en la Batalla de Somosierra hizo que la zona sufriera la presencia de milicianos y del ejército sublevado en diferentes momentos. La dura posguerra trajo consigo un periodo de pobreza, aislamiento y falta de oportunidades que hicieron que muchas familias optaran por emigrar a Madrid o a ciudades industriales donde había más oportunidades de trabajo.
En la década de 1950 se inició la construcción del Embalse de Puentes Viejas, que afectó a la región y supuso la expropiación de tierras a algunos habitantes. Si bien el embalse trajo mejoras en el suministro de agua para Madrid, no generó un impacto positivo en la economía local, ya que no se impulsó una industrialización asociada a su construcción. En su lugar, los terrenos inundados redujeron la superficie cultivable y de pastos, lo que afectó aún más la ganadería y la agricultura.
Durante los años 60 y 70 la construcción de infraestructuras como la Autovía Madrid-Burgos y la expansión del ferrocarril facilitaron la migración hacia la capital. Sin embargo, también comenzaron a surgir los primeros turistas rurales y propietarios de segundas residencias. Algunos madrileños empezaron a adquirir antiguas casas en los pueblos para restaurarlas y utilizarlas como viviendas vacacionales, aunque el fenómeno aún era muy limitado.
A partir de los años 80, el auge del turismo rural y el interés por la conservación del patrimonio histórico y natural generaron un pequeño resurgir en la Sierra Norte. En este periodo, algunas casas antiguas fueron rehabilitadas y adaptadas como segundas residencias, aunque sin llegar a frenar la despoblación de manera significativa.
En el siglo XXI, la economía depende del turismo rural y las segundas residencias. Aunque la población sigue siendo reducida, Piñuecar y Gandullas han encontrado una nueva forma de supervivencia en la historia y la naturaleza.
Iglesia de San Simón data del siglo XV constando de una sola nave cubierta por un artesonado de madera y cabecera medieval, con torre campanario de dos cuerpos con dos vanos en los lados largos y uno en los cortos, todos ellos con arco de medio punto que albergan las campanas./p
En su interior destaca una pila bautismal probablemente de la misma época que la iglesia, un retablo barroco y dos tallas románicas siendo una de ellas del siglo XIII que representa a la Virgen de las Candelas patrona de la localidad.
Horno. Algunas de las viviendas antiguamente tenían un un horno propio de forma circular generalmente adosado a las mismas. El horno se encendía de cuando en cuando para hacer el pan correspondiente a una, dos semanas o a veces para periodos más largos. Igualmente se encendía para hacer asados cuando se celebraba alguna festividad especial familiar, ya que el encender el horno se tornaba muy costoso.
Se pudiera dar la circunstancia de que alguna familia no tuviese horno en su vivienda por lo que tenía que pedir el favor a otro vecino que tuviera a cambio de costear la leña necesaria y a veces repartir lo asado.
Potro de herrar. Era la construcción donde antiguamente se herraba al ganado, siendo muy comunes sobre todo en la zona de la SIERRA NORTE de la Comunidad de Madrid.
Constaban de dos hileras paralelas de tres postes cada una que comúnmente eran de granito aunque los más antiguos podrían ser de madera. Los dos pares más altos estaban unidos por palos de madera o varas metálicas, y estos a su vez con el par más bajo se encontraban unidos de la misma manera. Entre los postes del segundo par más alto se encontraba el yugo, lugar donde se fijaba la cabeza del animal para inmovilizarlo además de pasarle dos cinchas de cuero por la panza atadas a las varas metálicas o palos de madera.
Una vez efectuada la faena del inmovilizado era cuando entraba el herrero primero para quitar las viejas herraduras, luego limpiar las pezuñas para terminar poniendo herraduras nuevas.
Siguiendo la carretera que lo cruza en dirección a la N-1 y a unos pocos metros de la rotonda que precede, encontraremos una pequeña indicación a nuestra derecha que nos conduce a la Espadaña de Santo Domingo de Guzmán. Particularmente y después de haber intentado durante más de dos horas acercarme a la misma no lo conseguí, por lo que me tuve que conformar con obtener una fotografía de lejos.
Según la historia esta iglesia fue la Parroquia de Piñuecar, Bellidas y una aldea llamada La Ventosilla, de la cual no queda rastro alguno. Construida en el siglo XIV aparte de parroquia fue el lugar donde se celebraban las reuniones del Tribunal de las Aguas.
Municipio agregado a Piñuecar sin Ayuntamiento propio aunque de una gran belleza paisajística. En sus alrededores se encuentra la Estación de seguimiento de Satélites utilizada por la Compañía Telefónica de España y en la actualidad cerrada. Merece destacar el pavimentado de las calles de una gran calidad.
Iglesia de Nuestra Señora de la Paz. Tiene su origen en el siglo en el siglo XVII según se menciona en el libro de visitas Eclesiásticas del siglo XVII. Destruida durante al Guerra Civil, fue reconstruida por el Programa de Regiones Devastadas a mediados del siglo XX, perdiéndose en esta reconstrucción un retablo del siglo XVIII. En sus interior aún se conserva una pilar bautismal del siglo XV.
Vivienda tradicional. Generalmente tenían dos plantas con muros de piedra con adobe, teniendo la característica de tener ventanas pequeñas con el fin de protegerse del frio invernal.
En la planta baja se encontraban la cuadra, la cocina y el horno alimentado con leña de encina. En la planta superior se encontraban las habitaciones que en su generalidad eran solo dos. La vida cotidiana se efectuaba en la cocina alrededor del fuego bajo que a la vez que servía para cocinar propocionaba el suficiente calor para proteger a las personas.
Piedra de las veces. También llamado reloj de agua ya que se utilizaba para otorgar y regular el turno de los riegos de huertos, prados y linares con la reguera procedente de la Sierra de La Acebeda.
Se compone de una piedra labrada con una serie de muescas que funcionaba como un reloj de sol marcando los tiempos de los vecinos con derecho al agua.
Fue perdiendo su uso e importancia con las nuevas mejoras en la distribución del agua.
Potro de herrar. Era la construcción donde antiguamente se herraba al ganado, siendo muy comunes sobre todo en la zona de la SIERRA NORTE de la Comunidad de Madrid.
Constaban de dos hileras paralelas de tres postes cada una que comúnmente eran de granito aunque los más antiguos podrían ser de madera. Los dos pares más altos estaban unidos por palos de madera o varas metálicas, y estos a su vez con el par más bajo se encontraban unidos de la misma manera. Entre los postes del segundo par más alto se encontraba el yugo, lugar donde se fijaba la cabeza del animal para inmovilizarlo además de pasarle dos cinchas de cuero por la panza atadas a las varas metálicas o palos de madera.
Una vez efectuada la faena del inmovilizado era cuando entraba el herrero primero para quitar las viejas herraduras, luego limpiar las pezuñas para terminar poniendo herraduras nuevas.
En este caso concreto se encuentra encerrado en un pequeño patio de un local dedicado a la hostelería.
VIRGEN DE LAS CANDELAS. Se celebra en Junio junto con la Virgen del Rosario.
CARNAVAL. Fiesta de la Vaquilla.
EL HORNAZO. Domingo de Pascua. Comida campestre.
SAN SIMÓN. 28 de octubre. Típica procesión del santo.
FIESTAS POPULARES DE VERANO. Último fin de semana de junio. Celebraciones posteriores de la Virgen de las Candelas y la Virgen del Rosario. Actuaciones musicales y baile nocturno, juegos infantiles y tradicionales, concursos y comida popular.
VIRGEN DEL ROSARIO. 7 de Octubre.
Fuentes: Folletos Comunidad de Madrid, WEB Ayuntamiento, COAM, ChatGPT y Paneles explicativos
![]() Ayuntamiento
Plaza Mayor, 1 28737 - Piñuecar Tfno: Tfno: 91-868-05-04
Distancia a Madrid: 85,3 KM Municipios colindantes
Madarcos EN COCHEExisten dos opciones ambas por la N-1 (E5). La primera es desviarse por la salida 74 (Buitrago de Lozoya) dirección Montejo de la Sierra por la M-127. Por esta carretera y aproximadamente a 4,5 Kms, después de pasar las antenas de la Estación de seguimiento de Satélites (no se puede visitar) se encuentra Gandullas. Desde aquí hasta Piñuecar solo hay que seguir esta carretera hasta el desvio a la M-132 (izquierda) dirección a este municipio. La segunda opción que es la más sencilla consiste en seguir la N1 (E5) hasta tomar la salida 79 dirección Piñuecar y efectuar el recorrido al contrario que en la primera opción. ![]() AUTOBUSES196 Madrid (Pza. Castilla)191 A Buitrago (Pza. Castilla) 191B Desde Buitrago 191C Desde Buitrago 199A Desde Buitrago 911 Desde Buitrago 912 Desde Buitrago |