Despues de visitar Santa María de Unate decidimos desplazarnos apenas 86 kilómetros de Tudela, por lo que llegamos despues de visitar la mencionada iglesia a una hora bastante adecuada para comenzar la visita a esta ciudad, punto muy importante del Camino de Santiago al unirse aquí los dos caminos que vienen de francia.
Dejamos el coche aparcado en el Paseo de los Fueros y nos dirigimos al cercano Puente Nuevo con objeto de tener una primera visión del mismo.
El Puente románico se trata del auténtico emblema de la ciudad ubicado sobre el Río Arga. Se dice que fue mandado construir por Doña Mayor, a la sazón esposa del Rey Sancho el Mayor o bien por Doña Estefanía esposa del Rey García de Nájera en el siglo XI para salvar el río facilitando el paso de cuantos peregrinos hacían la ruta.
Este puente como otros de aquella época, estuvo defendido por dos torreones situados en cada uno de sus extremos y una torre central abovedada en cuyo interior existía una capilla que custodiaba la imagen renacentista de la Virgen del Puy de comienzos del siglo XVI. Todo esto se perdió en 1843 al intentar ensanchar el puente. Dicen que consta de siete arcos aunque uno este bajo tierra cuando empieza en la calle Mayor. Despues de mucho mirar solo vi cinco y el enterrado, se me debió de perder el que falta.
A escasos metros del puente nuevo, nos econtramos con la Iglesia de San Pedro. Este edifico del siglo XV se trata de una construcción tardo-medieval sobre una primitiva iglesia del siglo XII, poseyendo una nave gótica y la Portada del siglo XVI. Durante el siglo XVIII se amplió en estilo barroco y se restauró la torre por el estado ruinoso de la medieval.
Del interior no podemos decir nada porque estaba cerrada. La fachada principal es bastante difícil de fotografiar.
Dejamos atrás la Iglesia de San Pedro para dirigirnos a una calle que muchas por no decir todas las localidades españolas por pequeñas que sean tienen dentro de su nomenclator de calles, se trata de la Calle Mayor, y por supuesto Puente la Reina no iba a ser menos. En esta ocasión nos encontramos con que esta vía, fue el acceso principal al recien creado núcleo de población de esta villa, por donde transitaban y transitan los peregrinos desde el puente sobre el rió Arga.
En la actualidad por lo que se nota, poco o casi nada debe de haber cambiado en esta calle donde aun se percibe en el aire su antigua esencia con el deambular de peregrinos que aprovechan pernoctar y conocer un poco esta ciudad.
Caminando por la Calle Mayor y aproximadamente a la mitad de la misma, nos encontramos con la Plaza Julián de Mena. Según algunos documentos del siglo XVI ya se mencionaba este espacio como Plaza del Toro por celebrarse aquí diversos festejos taurinos como también aparece en unos documentos del año 1613. Su actual forma rectangular la toma a lo largo del siglo XVIII con la construcción de un edificio llamado Casa del Regadío o de los Cubiertos (soportales) y que fue destinado en sus plantas superiores a Ayuntamiento y la planta baja a mercado.
Frente a este edificio el Conde de Guenduláin construyó otro a finales del siglo XVIII, al que le sigue uno construido en el siglo XX como Réplica al primero.
El nombre de Plaza Mayor se mantuvo hasta el siglo XIX cuando un acuerdo municipal lo cambio a su nombre actual del General Julián de Mena y Goldáraz que donó parte de su herencia a su pueblo natal.
Continuamos nuestra andadura por la Calle Mayor hasta encontrarnos con la Iglesia de Santiago y San Pedro. En el siglo XVI se renovó el antiguo templo románico existente en este mismo lugar, aprovechándose los muros occidental, meridional y las portadas, siendo demolida la torre, las tres naves y sus cabeceras. En el siglo XVIII se amplio la iglesia, construyéndose el claustro sobre el cementerio, la sala capitular y la torre.
Del Interior aparte de su enorme amplitud, destacan las dos figuras una frente a otra en madera del siglo XIV y las de estilo gótico de Santiago y San Bartolomé. Bien merece una visita.
Convento de los Trinitarios. Situado frente a la Iglesia de Santiago, nos encontramos con esta construcción del siglo XIII y de cuya época solo queda el arco apuntado cegado que se aprecia en el muro.
Fue reformado en el siglo XVIII en estilo barroco. Con la desamortización de Mendizabal paso a se propiedad del Ayuntamiento. Hoy en día es propiedad particular y esta bastante deteriorado.
Al comienzo o al final de la Calle Mayor y antes de entrar en la calle del Crucifijo, nos encontramos con el conocido Portal de Suso o del Relox. Dando entrada a la Calle Mayor se encontraba ese arco que era uno de los cuatro existentes entonces que permitían el acceso al recinto amurallado de la ciudad.
En el siglo XVI el llamado Portal de Suso o de Arriba, se empezó a denominar como Portal del Relox debido al traslado por reforma en la Iglesia de Santiago de su reloj a la fachada occidental del Portal sobre una nueva cubierta en su torre. En el año 1800 debido a su mal estado y estrechez el portal se derribó construyéndose dos casas-torre que son las que se ven en la actualidad y que flanquean el paso.
Casi ya al final de la calle del Crucifijo, nos encontramos con la Iglesia del mismo nombre. El primitivo templo data de finales del siglo XII y principios del XIII levantado en el poblado conocido como Murugarren o Villa Vieja, bajo la advocación de Santa Maria de las Huertas. La bonita Portada data del siglo XII y presenta ciertos influjos bizantinos en su decoración.
Esta iglesia presenta una construcción no muy habitual ya que son dos naves interiores construidas en diferentes épocas y estilos. Una es Románica donde se encuentra la imagen de la Virgen de las Huertas y otra Gótica donde se puede ver el famoso Cristo con cruz en forma de Y griega de este mismo estilo de finales del siglo XIII o principios del XIV. Preciosa iglesia y aunque sea poco habitual esta abierta durante muchas horas al día puediéndose visitar sin dificultad.
En el interior el día de nuestra visita se encontraba expuesta una escultura titulada "El amor no fue amado" de F. Sainz, desconociendo cual era su finalidad. Con esta última visita nos despedimos de esta bonita ciudad. Mañana nos esperaban Las Bardenas.
Fuente : Gobierno de Navarra - Ayuntamiento de Puente la Reina.