Habíamos estado con anterioridad en Chamonix, pero por una circunstancia u otra nunca tuvimos la oportunidad de subir en el Teleférico de Aiguille du Midi.
Construido en 1955 es el de mayor ascensión del mundo, salvando una altura desde Chamonix hasta su final de 2.807 metros. El viaje de unos veinte minutos de duración consta de dos etapas. La primera te lleva hasta la estación llamada Plan de l'aiguille a 2.317 metros de altitud y de donde parte otro teleférico hasta la cumbre de Aiguille du Midi a 3.777 metros de altitud. Este último trayecto es el más espectacular por su verticalidad y desde donde se puede observar conforme vas ascendiendo las "cumbres" a veces tapadas por la niebla.
Una vez en la última plataforma, una serie de túneles escavados en la roca de tan la opción de poder subir en ascensor hasta la terraza superior a 3.842 metros de altitud, o bien por las galerías mencionadas situarte en las terrazas inferiores, por cierto a una de ellas a través de un "pasadizo de hielo".
La visión desde aquí es insultantemente bella, de enfrente y si no hay nubes se puede ver la cima del majestuoso "Mont Blanc", que con sus 4.807 metros es la cumbre más alta de la Unión Europea y a su lado el Mont Maudit con 4.465 metros.
"Piton Sud". A la izquierda se puede contemplar la enorme masa granítica de eta aguja y un poco más lejanos el Aréte de Rochefort con 4.001 metros y el Dent du Géant de 4.013 metros. A la derecha y casi pegada a las galerías cubiertas una aguja de extraordinaria verticalidad nos deja ver a unos "escaladores" ejerciendo su actividad favorita.
El precio de los dos teleféricos ida y vuelta es de 67 Euros por persona ida y vuelta (precios año 2020). Su funcionamiento esta supeditado a las condiciones metereológicas. No pueden subir mascotas y no es nada aconsejable para personas que padezcan enfermedades del corazón. Una vez arriba pudiera ser como en mi caso, padecer los síntomas del mal de altura en cuyo caso es aconsejable tomar el primer teleférico que baje.