Si se está por la zona, la visita a Annecy la llamada Venecia de los Alpes se convierte en obligatoria. Situada en la desembocadura del lago del mismo nombre desagua el exceso de sus aguas al Río Thiou" el cual recorre la ciudad. Situada en una zona prealpina, tiene su historia marcada por las ciudades de Ginebra y Chambéry de las que se encuentra a igual distancia, siendo la capital del departamento de la Alta Saboya.

Dejamos el coche en el aparcamiento subterráneo que existe en la plaza donde se encuentra el "L'Hotel de Ville" y la iglesia de "San Francisco de Sales" disponiéndonos a entrar en la parte antigua de la ciudad por el paseo del río encontrándonos con la que seguramente será una de las vistas más fotografiadas de Annecy, el "Palais de L'Isle" del siglo XII, convertido en prisión posteriormente y en la actualidad sede "Exposiciones".

Continuamos la visita cruzando el puente y situándonos en "Quai de la Perriére" donde los restaurante más turísticos que no mejores se aglutinan a la ribera del río. A continuación por un pequeño pasaje nos situamos en la "Rue Perriére" (fotografía), donde ya se empiezan a vislumbrar las antiguas casas de la ciudad. Continuamos por la "Rue de I'sle" prolongación de la anterior con innumerables heladerías, con el objeto de encontrar algún sitio para comer algo.

Eran poco más de las 13,00 horas cuando por fin econtramos un restaurante en la "Rue du Pont Morens", no ostentaba una carta amplia pero por fin dimos con el único lugar donde tenían los mejillones al vino, uno de los platos típicos de la cocina francesa. El sitio en cuestión era "Captain Pub" a caballo entre pub y restaurante, pequeño pero acogedor y un agradable servicio. Si se tiene un buen día climatológico la terraza aunque no sea para comer es muy grata para tomarse una copa, cerveza o refresco.

Desde sus inmediaciones y situados en el Pont de Morens, se puede ver otro de los lugares más fotografiados de la ciudad, el lado opuesto del "Palais de I'sle" y el magnífico canal del rio Thiou. Después de esta parada obligatoria para nuestro estómago, cruzamos el mencionado puente y empezamos a callejear hasta encontrarnos con la "Catedral de Saint Pierre" y a escasos metros con la "Iglesia de Notre Dame de Lusec" con su hermoso campanario blanco y situada en la maravillosa plaza "Notre Dame" en su confluencia con la Rue Royale.

Retrocediendo el paseo que habíamos dado, nos encontramos de nuevo a la otra parte del río, en la Rue de I'sle para emprender la subida al Castillo por la "Rampe du Château" con sus hermosas "Casas" totalmente envueltas en verdes enredaderas.

Este "Castillo" que fue residencia de los Condes de Ginebra, siendo en la actualidad el Conservatorio de Arte e Historia de Annecy y la Oficina Regional de los Lagos Alpinos. La visita es curiosa pero no imprescindible, salvo por las maravillosas "Vistas" del lago.

Era ya tarde y la luz se iba debilitando poco a poco, pero sin embargo nos iba a dar tiempo a ver nuestro objeto principal de nuestra visita a Annecy, su "Lago", que con 2.759 hectáreas de superficie, una longitud de 14,6 kilómetros y una profundidad media de 41,5 metros, constituye la verdadera atracción de la ciudad. Pequeños embarcaderos para "Patines" y para pequeñas "Lanchas" se agolpan en las orillas, donde a estas horas de la tarde sus propietarios las van recogiendo y llevándolas a los puntos de atraque.

Unos metros antes de llegar a las orillas del lago, nos encontramos con los Jardines de Europa. Estos terrenos junto con la plaza de l'Hotel de Ville formaban una isla pantanosa fuera de la ciudad amurallada y eran propiedad de una familia apellidada Lombard originaria de Astí. Después de numerosas transacciones, por fin en 1863 y tras la anexión del Ducado de Saboya se crearon estos jardines con más de 650 árboles y cerca de 1.000 arbustos pese a que en la actualidad sólo cuenta con 250 árboles.

Excelente lugar para descansar después de haber recorrido Annecy en una tarde de verano. Después de pasar algún tiempo admirando este paisaje, era hora de partir a nuestro destino de Les Arcs pues teníamos por delante bastantes kilómetros de los que los últimos eran bastante complicados si se conduce entrada la noche.

A la vuelta de nuestra visita a Annecy, como pillaba de paso y teníamos algo de tiempo pasamos a visitar la cercana Villa Medieval de Conflans en los escasos minutos de luz que quedaban.

Conflans es en la actualidad un barrio de Albertville aunque totalmente diferente. se trata de una pequeña aldea que ha sabido conservar su sabor medieval del siglo XIV. Nada más entrar te encuentras con el majestuoso castillo de Manuel de Locatel del siglo XVI, su imponente fachada te da la bienvenida.

Estrechas calles y fuentes dan al conjunto un respiro de paz que es difícil de encontrar en la actualidad. Continuando por la calle principal repleta de talleres artesanos, tiendas y galerías de arte cuando te encuentras con la Iglesia de Notre-Dame-de-l'Assomption con una fachada para mí que no entra dentro de lo corriente, habrá a quien le guste o a quien le disguste.

Construida en el siglo XVIII sobre otra existente en 1014 y destruida por un incendio en 1632. Su estilo arquitectónico es barroco-neoclásico y aunque esta dedicada a Nuestra Señora de la Asunción, realmente es conocida como Iglesia de Saint-Grat d'Aosta que es el patrono de esta villa. Lo mas curioso y grande es su campanario en forma de bulbo y de su interior el altar de oro fino y un púlpito de nogal.

Siguiendo por la misma calle, llegaremos a la plaza en cuyo entorno se aglutinan todos los restaurantes y pubs de la localidad, eso sí, aunque exista multitud de personas, jamás se oye una voz más alta que otra.