Después de visitar Sarlat, nos dirigimos a ver los Jardines de Marqueyssac en Vézac apenas a once kilómetros, por lo que el tiempo en recorrerlos aunque por una carretera sinuosa nos llevó veinte minutos.

Dejamos el coche en el parking público gratuito existente a la entrada y comenzamos a caminar hasta encontrarnos con el pequeño Castillo de Marqueyssac donde en una de sus salas se encuentra la admisión y por supuesto el paso por caja si quieres visitarlo.

El adjetivo de Jardines colgantes viene dado por que se encuentran en un peñasco de 180 metros de altura sobre el río Dordogne teniendo una extensión de 22 hectáreas. Nada más comenzar la visitar se empiezan a ver los Bojes esmeradamente cuidados y podados, según dicen el recinto cuenta con 150.000 ejemplares de los mismos.

Si se desea caminar tienes a tu disposición 6 kilómetros de paseos totalmente señalizados y siempre con sus veredas llenas de imponentes árboles que procuran una sombra que en época calurosa se agradece.

Uno de los puntos más interesantes de ver es el Mirador de la Dordoña con la indicación de la altitud de donde nos encontramos y con campos inundados por las reciente lluvias caidas. En este lugar también tiene lugar un curso de iniciación a la escalada con cuerdas a partir de los 8 años. Señalar que casi al final de los jardines existen unas típicas cabañas de la región que en caso de lluvia pueden venir bien aunque siempre hay que pensar en la hora del cierre porque queda bastante camino de vuelta.

Una agradable visita de unas tres o cuatro horas si lo recorres casi todo, aunque si llevas prisa y no lo visitas no es pàra que llores.

Si alguien esta interesado en visitarlo, aquí dejo la Página oficial.

Desde los jardines antes de abandonarlos, vimos en el horizonte no muy lejano un pueblo a las orillas del río Dordoña y hacia el nos dirigimos tardando menos de diez minutos en recorrer los escasos cuatro kilómetros que nos separaban del mismo.

Se trata de Beynac et Cazenac, uno de los pueblos catalogados como los mas bonitos de Francia y por los vestigios encontrados estuvo este lugar habitado en la Edad del Bronce. La verdad es que aunque solo sea parar el coche en uno de los pequeños recovecos de la carretera y sacar una fotografía de sus calles merece la pena.

El castillo es una construcción de principios del siglo XI y por lo que dicen es uno de los mejores conservados de la región, lástima que por la hora que era ni tan siquiera intentamos subir para visitarle.

La primera vista que tuvimos de La Roque-Gageac fue al igual que la de Beynac et Cazenac fue desde los Jardines de Marqueyssac solo que en esta ocasión lo divisamos desde el Mirador de la Dordoña citado con anterioridad.

Situado a los pies de un acantilado a orillas del río Dordoña y habitado desde la prehistoria, sin embargo solo se tiene conocimiento de su exstencia cono núcleo de población real alrededor de los años del 850 al 900 con la llegada de los normandos a esta región y posterior invasión de loa Vikingos, que para defenderse de estos últimos los habitantes construyeron fuertes en el acantilado de los que aun perdura alguno.

Realmente lo que se puede hacer en esta localidad consiste en tres opciones. Pasear por la calle que existe a la orillas del río y sentarte en alguna terraza para tomar algo, caminar por las empinadas y adoquinadas cuestas interiores y una tercera opción que sería dar un paseo en barca por el río para ver la localidad desde otra pespectiva. Esto último no lo pudimos hacer por llegar fuera de horario.

Dentro de las edificaciones mas significativas se puede destacar:

El Manoir de Tarde construcción del siglo XV y lugar donde vivió a principios del XVI Jean Tarde (1561-1636), historiador, cartógrafo, matemático y astrónomo. Se trata de dos construcciones con techos típicos puntiagudos con ventanas germinadas, unidos por una torre circular.

Castillo de la Malartrie reconstruido a finales del siglo XIX sobre otro del siglo XII. Es propiedad privada y no se puede visitar, aunque se puede alquilar para doce personas durante la temporada de Abril a Octubre.

Iglesia de Notre Dame, pequeña construcción del siglo XIV en estilo románico.

Este pueblo esta catalogado como uno de los más bellos de Francia y fue el tercero en entrar en la lista.

La tarde iba cayendo y el cansancio después de todo el día sin parar iba haciendo mella, por lo que cogimos el coche y de nuevo para el camping dando gracias que tan solo nos separaba del mismo 15 kilómetros.