En este día nos ibamos a dedicar a visitar algunos pueblos de Dordoña y empezamos por las Cuevas de Lascaux II.

En nuestra visita solo se encontraba abierta al público la conocida como Lascaux II, sin embargo en la actualidad y a partir de 2016 existe el complejo Lascaux IV muchísimo más grande, con más réplicas de pinturas encontradas y centro de interpretación.

Las cuevas originales fueron descubiertas por cuatro jóvenes en 1940 y abiertas al público en 1948. Como consecuencia de los más de 12.000 visitantes diarios que tenía, en 1963 se tuvo que cerrar por el gran deterioro que estaban sufriendo las pinturas, consideradas como arte parietal por encontrarse al fondo de la cueva, mientras que las que se encuentran próximas a la entrada se las conoce como arte rupestre.

En 1983 se aperturó al público el complejo que visitamos a doscientos metros de la cueva original, conteniendo en sus paredes algunas réplicas exactas de las pinturas originales.

Nuestra experiencia fue bastante nefasta. Primero porque nos tuvimos que desplazar para la compra de las entradas hasta la cercana población de Montignac y segundo porque las visitas solo eran en francés o ingles sin audioguía, por lo que las explicaciones del guía que por cierto hablaba a una velocidad espantosa, fueron totalmente inútiles dejándonos a nuestra imaginación o conocimiento por las Cuevas de Altamira lo que apreciábamos en las paredes.

Por suerte esto en la actualidad ya se ha solventado y para el que quiera ir a visitarlas, aquí les dejo un enlace para la Información y compra de entradas.

La visita que tuvimos que hacer involuntariamente a Montignac para la compra de las entradas de Lascaux, nos dejó tan agradable sabor de boca que cuando terminamos de visitar las cuevas, decidimos volver a esta ciudad y disfrutar de la misma, que si bien es muy conocida por sus cuevas prehistóricas, no deja de albergar diversos lugares preciosos, de los que algunos describiré a continuación.

Se tiene constancia por documentos de la existencia de un hospital en esta ciudad allá por el año 1210. Sin embargo debido al crecimiento de población, en siglo XIV se levantó uno nuevo recibiendo el nombre de Hospital de St. Jean l'Evangeliste que a su vez fue incendiado en el año 1560 por los protestantes y reconstruído a principios del siglo XVII.

En la actualidad se encuentra en su lugar la Oficina de Turismo y venta de entradas para Lascaux.

Frente a la Oficina de Turismo, nos encontramos con la Eglise de St. Georges también conocida como Iglesia del Priorato. Construida en siglo XIV sirviendo como capilla al Hospital de St.Jean l'Evangeliste.

Esta construcción sobrevivió al incendio producido en el hospital, convirtiéndose en Iglesia Parroquial hasta 1791. En nuestra visita su interior estaba dedicado a un mercadillo de artesanía.

Continuando nuestro camino hacia el Río Vézère en 1 Rue Emile Lajunias nos encontramos con la Maison Duchéne. Construida entre los años 1797 y 1803 bajo el mandato del Alcalde y Juez de la ciudad Jean Sclafer-Lagorce y dirigida por el arquitecto Jacques Molinos, de la cual sobresale su fachada impresionante con 6 columnas dóricas.

En su tiempo fue internado y escuela diurna de niñas dirigida por la Congregación de las hermanas Nevers hasta 1881 que se convirtió en escuela laica y republicana hasta que en 1937 la mencionada escuela fue trasladada a otro lugar de la ciudad. La guardería se mantuvo en este lugar hasta el 2009.

Nos acercamos quizás al lugar más bonito de esta pequeña ciudad, el conocido Puente viejo sobre las aguas del río Vézère, cuyo cauce en nuestra visita había vuelto casi su normalidad, después de la impresionante subida que tuvo hacia pocos días que ocasionó diversas inundaciones como mostraban sus aguas marrones.

El antiguo fue quemado en 1580, reconstruido y derrumbado por la crecida de las aguas en 1620 siendo de nuevo construido entre 1768 y 1779 que es el que se puede ver en la actualidad. Durante siglo y medio la ciudad estuvo sin puente, haciéndose la travesía del río mediante barcos propiedad del Marqués de Hautefort.

Si se tiene suerte y hace un día solado, procurad llevar la cámara preparada porque las Vistas desde aquí son verdaderamente preciosas.

Atravesamos el puente y nos encontramos encima de nuestra vista con las ruinas del Antiguo Castillo, destruido parcialmente en 1825 y en la actualidad propiedad privada.

Continuamos caminando hasta la Place Carnot donde aparte de la Église Saint-Pierre-es-Liens nos encontramos con los restos de la Puerta de la Iglesia Sante Marie de Montignac del siglo XIII, sobre los que construyeron la iglesia anteriormente mencionada.

La puerta es la llamada PORTE DU PLÔ, nombre que viene dado por la bula que otorgó el Papa Eugenio III.

La última visita a esta ciudad fue a la anteriormente citada Église Saint-Pierre-ès-Liens empezada a construir en el siglo XIII en estilo gótico de una sola Nave pero casi reconstruida en su totalidad en el siglo XX, del siglo XIV se conserva el campanario aunque bastante remodelado en el siglo XVIII. La fatalidad y las prisas nos impidieron ver el cuadro La muerte de San Bruno obra del español Juan Sánchez-Cotán natural de Toledo y contemporáneo de El Greco.

Mis agradecimientos a la Oficina de Turismo de Montignac.