Penúltimo de los tres días pasados en Normandía ya que al siguiente partiríamos hacia Madrid y dejamos para este día unas de las visitas que nos había llevado a emprender esta pequeña escapada. Una era la del cementerio americano de Normandía y la otra un lugar muy cercano a este último que no era otra que Omaha Beach una de las playas del desembarco de Normandía. Como quiera que la visita al cementerio tenía un horario concreto empezaríamos por este último.

Dejamos el coche en uno de los parkings exteriores habilitados al efecto después de comer algo en la localidad cercana Colleville-sur-Mer. Tanto el parking como la entrada al cementerio son gratuitas.

La extensión del cementerio se acerca a las setenta hectáreas acogiendo en sus entrañas a 9.388 militares estadounidenses que murieron en el desembarco y también de aquellos cuyos aviones fueron abatidos en Francia. Solamente andar por el paseo principal que se inicia en la entrada con un silencio sepulcral te hace presumir el ambiente que vas a respirar durante tu estancia allí.

Las cruces en perfecta alineación, se agrupan en sectores que existen a ambos lados del paseo principal hasta llegar al monumento conmemorativo consistente en una semicircunferencia con columnas que terminan en unos recintos a cada lado en cuyas paredes aparecen algunos planos de las operaciones bélicas llevadas a cabo.

La escultura de bronce que se puede ver y según hemos leído representa el espíritu de la juventud estadounidense que se levanta de las olas cuya altura es de siete metros.

Desde el memorial pasando por el estanque de nenúfares llegamos a una capilla circular en cuyo interior un altar rodeado de banderas estadounidenses, francesas, canadienses y británicas, contiene la inscripción YO LES DOY VIDA ETERNA Y NUNCA PERECERAN.

El momento más emotivo es la arriada de bandera acompañada con el toque de silencio unos minutos antes del cierre del recinto. Por muy frio que se sea, los pelos se te ponen de punta.

Terminada la visita al cementerio y quedando algunas horas de luz nos dirigimos a visitar la cercana Omaha Beach, una de las cinco playas del Desembarco de Normandía abarcando desde Pointe du Hoc a Sainte-Honorine.

Pasear por estos lares y viendo algunos de los nidos de ametralladora que aún quedan, te llevan a imaginar los combates encarnizados que tuvieron lugar en este lugar cuando desembarcaron el 16 regimiento de la 1a división de infantería, y el 116 regimiento de la 29 división de infantería estadounidense.

Un monolito en forma de pirámide en medio de la nada contiene grabados algunos de los nombres de los soldados muertos en este lugar. Sin embargo lo que más impresión me causó fue la soledad de un árbol inclinado por la fuerza del viento que seguramente queda como testigo de aquel día.