Realmente ese día no teníamos ni idea de lo que hacer, miramos el mapa y nos decidimos por ir a visitar Zagreb distante apenas 215 kilómetros de Nemesnép con casi todo el recorrido por autopista.
Llegamos a Zagreb con el parking buscado en el GPS que nos guió hasta la Plaza Kralja Tomislava donde se encuentra el centro comercial Importanne con parking cubierto y la estación de trenes Glavni Kolodvor donde esta expuesta una antigua Locomotora.
Desde el punto citado nos dirigimos por tres parques contiguos separados entre si por una calle, hacia la Plaza de Ban Josip Jelačić punto neurálgico de la ciudad de Zagreb cruzada por un lateral por tranvías que tienen en la misma el principio y fin de su recorrido, siendo además punto de partida de varias calles peatonales.
El nombre de la misma ha variado dos veces, llamándose en la antigüedad Plaza Harmica y durante la ocupación soviética Plaza de la República hasta que en 1990, ya con la liberación paso a llamarse como en la actualidad.
Algunas de las casas que la conforman datan del siglo XIX y en el corazón de la misma se encuentra la estatua ecuestre de Ban (virrey o gobernador) Jelačića quien condujo a las tropas croatas en la batalla contra los húngaros para conseguir una mayor autonomía y que le ocasionó una gran derrota. La escultura es obra de Dominic Femkorn e inagurada el 19 de septiembre de 1866 estando aquí hasta 1947, año en el que Tito ordenó su retirada por entender que era un símbolo nacionalista croata, la misma fué devuelta a su posición en este mismo lugar en el año 1991.
Desde aqui encaminamos nuestros pasos a la cercana Catedral de la Asunción a una distancia de unos 300 metros. Situada en zona alta de Zagreb, en la antigüedad era conocida como la de San Esteban siendo construída sobre otra románica destruida en 1242 durante la invasión tártara.
La actual se comenzó a construir en estillo gótico en la mitad del siglo XIII aunque se ha restaurado en numerosas ocasiones. En el año 1880 después de un enorme terremoto sufrió graves daños, reconstruyéndose en estilo neogótico a finales del siglo XIX junto con las dos torres de 105 metros de altura, visibles desde toda la ciudad. Del Interior se conservan el púlpito, el tríptico de Alberto Durero, las estatuas y la tumba del Cardenal Alojzije Stepinac.
Terminada la pequeña visita a la catedral, frente a la misma junto al mercado de abastos municipal en el Barrio de Dolac, nos encontramos con una hermosa plaza qu acoge al mercadillo de frutas y hortalizas de Zagreb. Paseando entre sus puestos, uno se da cuenta de la importancia que tiene para los croatas estos alimentos que en este lugar están magníficamente representados y bastante limpio. Los puestos de carne, pescado y otros, se encuentran dentro del edificio del mercado citado.
La hora para comer en un restaurante se nos había pasado después de estas visitas toda vez que eran ya las 19 horas, por lo que optamos por tomar unos sándwiches en una cafetería cercana y dirigirnos hacia donde teníamos aparcado el coche. Nos habían quedado muchas cosas por ver, pero nuestra intención al hacer esta visita no era otra sino conocer un poco Zagreb sin entrar en profundidades.