Mañana completamente despejada y con una temperatura más que agradable. Los 50 kilómetros que nos separaban esta vez de Amsterdam se convirtieron en un agradable paseo de apenas tres cuartos de hora. Que diferente es conducir sin lluvia a que acompañe la misma en la carretera.
Aunque la entrada a Amsterdam es un poco complicada, el camino al Museo Van Gogh ya lo conocíamos de la vez anterior. Nuestra preocupación era que al hacer un buen día, la fila de personas para entrar al mismo debería ser impresionante. Gran equivocación la nuestra, despues de dejar el coche en el parking nos dirigimos hacia la entrada al museo, llevándonos la sorpresa que apenas 20 ó 30 personas esperaban para entrar, es decir tardamos en hacerlo poco más de 10 minutos. Pagamos los 15 euros correspondientes cada uno y nos adentramos en el mismo.
Por supuesto y como sospechaba, un cartel advertía la prohibición entre otras de hacer fotografías y videos en el interior, salvo en espacios permitidos, por lo que opte muy a mi pesar dejar la mochila con la cámara en la consigna para evitar tentaciones. En anteriores ocasiones me la había jugado y había logrado captar algunas fotos de manera furtiva, pero echando un vistazo a mi alrededor me di cuenta de la profusión de vigilantes y cámáras de seguridad existentes. Me tuve que conformar con sacar alguna a láminas expuestas para su venta en los quioskos de fuera del museo.
La duración de esta visita fue de alrededor de unas dos horas y media, después de haber subido y bajado continuas escaleras que te conducen a las diferentes salas donde se exponen los cuadros del pintor, de los cuales quitando los de su época en Arles (sur de Francia), los demas como se dice "me dejaron con la cabeza caliente y los pies frios", es decir que ni me gustaron ni me dejaron de gustar, simplemente estaban allí, será que no entiendo o no me llama mucho la atención la pintura, atrayéndome más la arquitectura.
Concluido esto nos acercamos a la Plaza de los museos, un impresionante espacio abierto que alberga aparte de el de Van Gogh, el RIJKSMUSEUM, edificio construido bajo la dirección del arquitecto Pierre JH Cuypers con elementos góticos y renacentistas, iniciándose las obras en 1875 e inagurándose en 1885.
Esta dedicado a albergar obras de arte, de artesanía e historia, teniendo la mas importante colección pictórica del siglo de oro neerlandes, sin embargo su fama se debe a la posesión de 22 obras de Rembrandt. Profundamente reformado por el Estudio de Arquitectura Cruz y Ortiz de Sevilla entre los años 2003 y 2012. Una de las características que posee es el Pasadizo central por donde circulan tanto las bicicletas como los peatones. Con motivo de la queja de los abundantes ciclistas de la ciudad, el acceso al museo se tuvo que modificar y efectuándose por un vestíbulo situado en un nivel inferior.
En este mismo espacio nos encontramos con una de las tres mejores salas del mundo en cuanto a su acústica conocido como Concergebouw, construido por el arquitecto Adolf Leonard Van Gendt en 1883 de estilo neo-renacentista e inagurándose en 1883, aunque con una profunda restauración entre 1982 y 1995. Como detalle decir que se encuentra coronado con una Lira dorada, considerada como el faro de la música.
En esta muisma plaza nos encontramos con el famoso letrero I AMSTERDAM donde una procesión de personas con objeto de dejar constancia haber estado allí, no paran de hacerse fotografías. El sacar una sola sin algún sujeto intruso, se convierte en misión imposible y por supuesto si el tiempo era como el de aquel día en el que aparte de esto, aprovechaban un estanque para refrescarse los pies.
Después de un pequeño paseo por este entorno, de nuevo al coche para dirigirnos otra vez a la Plaza Dam.
Dejando el coche en el parking habitual, nos dirigimos a la calle Damstraat que es la que conduce desde la Plaza Dam al Barrio Rojo con objeto de encontrar un restaurante. Después de observar alguno de los existente nos decidimos por el llamado Argentinos en el número 34 de la mencinada calle, donde seguramente podríamos saborear una buena carne, como asi fue.
Terminado esto y aprovechando el buen día que hacia nos dirgimos de nuevo al Barrio Rojo, esta vez para verlo con sol y dar una una pequeña vuelta por el mismo.
Una vez terminada este paseo nos dirijimos a la Plaza Dam para ver con mas detalle el Palacio Real, obra de los arquitectos Jacob Van Campen y Daniel Stalpaert empezado a construir en 1648 e inagurado en 1655 en estilo clasicista. En un principio fue destinado a albergar el Ayuntamiento hasta que el rey Luis Napoleón lo convirtió en Palacio Real.
A nuestra derecha un edificio que los días anteriores me llamó la atención casi pegado al Palacio Real. Se trataba de la Iglesia Nueva de Amsterdam o Niuewe Kerk, construida en 1408 toda vez que la Iglesia Vieja se quedo pequeña por la creciente población de la ciudad. En el siglo XV sufrió dos incendios que la la destruyeron parcialmente, aunque el que más la dañó fue el acaecido en 1645 siendo reconstruida en estilo gótico. En 1979 no pudiendo costear los gastos para mantenerla abierta, se decidió transferir la propiedad a la creada sociedad cultural Nacional Stichting de Nieuwe Kerk. En la actualidad se dedica como museo, aunque en el 2002 se celebró el enlace matrimonial entre GUILLERMO ALEJANDRO (Príncipe heredero) y la argentina Máxima Zorreguieta. Igualmente en el 2013 allí fue coronado como rey de los Países Bajos y del Caribe Guillermo Alejandro.
A espaldas del Palacio Real y de la Iglesia Nueva, nos econtramos en una amplia avenida llamada Niuewezijds Voorburgwal con un auténtico caos de bicicletas, tranvías y coches, aquello era para locos aunque tuviesemos la oportunidad de ver la Parte trasera del Palacio Real y la Antigua Puerta Principal de la Niuewe Kerk.
Caminando unos pocos metros, apreciamos un edificio bastante impresionante, se trataba de la antigua Oficina Central de Correos que funcionó hasta 1988 y convertida desde 1992 en un lujoso centro comercial.
Su construcción data de entre 1895 y 1988 sigiendo el diseño en estilo neo-renacentista del arquitecto CORNELIS PETERS. Esta catalogada como uno de los 100 mejores sitios del Patrimonio Holandes. Aunque los precios de los artículos ofrecidos en las numerosas tiendas son bastante elevados merece la pena entrar, eso si intente hacer unas fotos del interior y me lo prohibieron de una manera que decidí obedecer.
Después de pasear algun tiempo por la mencionada avenida y callejear un poco fuimos otra vez a la Plaza Dam, esta vez para admirar de cerca el llamado Monumento nacional donde bastantes jóvenes sentados en las escaleras apuraban los últimos rayos de sol. Se trata de un monolito de 22 metros de altura en piedra blanca construido en 1956 y diseñado por Jacobus Johanes Pieter Oud en memoria de las víctimas de la segunda guerra Mundial.
Al conjunto de figuras representado por una mujer y un niño, a sus pies cuatro hombres encandenados como síbolo del sufrimiento de la guerra y ambos laterales dos figuras masculinas acompañados de perros, esto último representa la fuerza y valentía del pueblo holandes hacia el invasor, se le conoce como "De Vrede" o "La Paz">.
Una cervecita en una de las terrazas existentes en la plaza, vuelta al coche y de nuevo para el camping con un hasta siempre Amsterdam.