Dejamos el apartamento en Esposende a primeras horas de la mañana. El recorrido no era excesivo ya que apenas dista 16 kilómetros, sin embargo al tratarse de una ciudad desconocida para nosotros y sin saber si sería difícil encontrar aparcamiento no nos queríamos arriesgar, a pesar de ello tuvimos que dar muchas vueltas hasta encontrar una plaza libre en un parking público gratuito a las afueras de la ciudad, a unos quinientos metros del Campo da República donde se ubicaba el mercadillo, que luego pude saber que era el mayor de Portugal.
Particularente los mercadillos me aburren soberanamente pero sin embargo tengo que reconocer que este era el mejor organizado de cuantos hemos visitado por toda Europa. Esta dividido cuidadosamente en espacios de frutas, vestimenta, porcelana, plantas, animales etc. y una fuente central que en un princicipio servía para dar de beber en los días de la feria tanto a personas como animales. Fue diseñada en 1621 por João Lopes estando construida en piedra, tratándose de la más monumental que posee la ciudad.
Una vez obtenidas algunas fotografías y cansado de vagar por los puestos, dejé a Amparo a su aire y me dirigí a la antigua Casa de la Misericordia contigua al mercadillo, un edificio que en el siglo XVII fue Convento de los Capuchinos y reconstrido casi en su totalidad a finales del siglo XIX. La portada de la entrada es de estilo barroco y fue la de acceso a la antigua iglesia destruida despues de un incendio. En la actualidad se ha convertido en un hospital con un continuo ir y venir de ambulancias que rompen el vociferío de la multitud del mercadillo.
Terminada la visita el mercadillo, nos dirigimos a una pequeña iglesia que nos llamó la atención por su arquitectura. Generalmente estas construcciones son rectangulares o cuadradas, sin embargo su forma circular me recordó intensamente a la Abadia de la Santa Cruz de Quimperle (Bretaña Francesa).
Se trataba de la Iglesia del Buen Jesus de la Cruz (Igreja do Bom Jesús da Cruz). La historia o leyenda nos cuenta que en este lugar apareció una cruz de tierra negra en el año 1504, debido a esto se construyó una pequeña capilla en la que se ubicó una imagen del Señor de la Cruz que importó de Flandes un comerciante de la localidad. El edificio que actualmente contemplabamos se trata de una construcción inagurada en 1710 bajo la dirección del arquitecto João Antunes.
Como siempre hacemos si lo encontramos abierto, fue entrar en el interior. La primera sorpresa que me lleve es que estaba totalmente prohibido hacer fotos, videos etc., cosa que de por si me fastidió bastante pero como estoy acostumbrado a ello tampoco me asombró. Pese a ello logré después de bastante tiempo sacar algunas fotos a hurtadillas, no son demasiado buenas pero es lo que hay. Del interior destacar su Órgano , la Talla del Señor de la Cruz del siglo XVI obra de Miguel Coelho, y los paneles de azulejos realizados por João Neto en el siglo XVIII.
Ya en el exterior, nos econtramos con la Fuente de San Juan Evangelista. Fuente de estilo Barroco del siglo XVIII de planta octogonal, con dos conchas para recoger el agua, una primera más grande e igualmente con forma octogonal y otra más pequeña y más elevada que aquella, situándose en la cúspide una Estatua de San Juan Evangelista con una inscripción con el año 1732. Esta fuente fue traída aquí desde el Monasterio de Vilar de Frades por la ofrenda de la misma por parte de los sacerdotes de la Orden de Lóios en 1966.
Frente a esto último, nos encontramos con el Jardin Barroco (Jardim das Barrocas) construido en el siglo XVIII como parte de la iglesia anteriormente mencionada. Lo que más sorprende al principio es su entrada con dos fachadas con fuentes y ventanas encuadrada entre dos obeliscos. Si se tiene tiempo es un grato espacio para descansar y observar su Perfecto mantenimiento.
Continuamos caminando por la Rua Antonio Barroso hasta llegar al Largo Dr. José Novais y encontrarnos con una construcción declarada por Portugal como Monumento Nacional. Se trataba de la TORRE DA PORTA NOVA, que formaba parte de las antiguas murallas de la ciudad. Construida en el siglo XV aunque se la añadieron algunos elementos decorativos en el siglo XVI al perder su función defensiva. Tiene una altura de cuatro pisos y sus paredes de granito poseen 2,5 metros de espesor. Una verdadera joya.
Después de esto y ya encontrándonos con la hora de comer, continuamos por la Rua Antonio Barroso con objeto de encontrar un restaurante, cuando nos encontramos ya en el Largo do Municipio en el que se ubica la Cámara Municipal de la ciudad (Ayuntamiento).
El edifico del Ayuntamiento proviene de la unión de varios en el año 1849 como el Hospital de la Misericordia del siglo XVII, la Casa de la Cámara del siglo XV, la Capilla de Santa María del siglo XVI y el Palacio de la Cámara del Concejo del siglo XIX. Lo que no pudimos hacer es acceder a su interior que según nos informamos existen varias salas dedicadas a exposiciones de arte temporales.