
Nos acercamos al cementerio de Encamp, donde se encuentra en sus interior la Iglesia de Sant Marc i Santa María, declarada monumento por la Ley 9/2003 del patrimonio cultural de Andorra, es un edificio de origen medieval que presenta una larga evolución arquitectónica.
Se trata de un templo de nave rectangular, con ábside trapezoidal y campanario de espadaña de doble vano pero una única campana, que responde al estilo característico del románico pirenaico más tardío.
A lo largo de su historia, se han identificado tres grandes fases constructivas:
Época romana (siglos III–IV)
La iglesia se asienta sobre restos más antiguos, posiblemente pertenecientes a un mausoleo romano. Aunque no se conservan elementos visibles en alzado, se sabe que los cimientos o estructuras subyacentes forman parte de esa época, lo que revela una ocupación anterior de carácter funerario o simbólico.
Periodo románico (siglos XI–XII)
Sobre las ruinas anteriores se habría levantado un primer templo románico, del cual podrían haberse conservado algunos muros o la orientación general del edificio. Esta etapa representa el nacimiento del culto cristiano en este emplazamiento y marca el inicio de su función religiosa.
Reconstrucción y ampliación (siglos XIV–XVI)
Entre los siglos XIV y XVI se edificó el grueso del edificio actual: la nave rectangular, el ábside trapezoidal y la espadaña que corona la fachada principal. Esta fase medieval tardía es la que define el aspecto que ha llegado hasta nuestros días, aunque posteriormente ha sufrido diversas reformas y modificaciones entre su construcción y el siglo XX.
En el interior de la iglesia se conserva un retablo de la primera mitad del siglo XVI, dedicado a Santa María, lo que confirma su uso litúrgico ininterrumpido a lo largo de los siglos.