Aquel día decidimos que fuese un poco en plan de relax. Era el sexto de viaje y la verdad es que el cansancio no tanto físico pero si mental después de haber visto tanto, estaba haciendo mella en nosotros.
Nos levantamos más tarde de lo habitual y nos dirigimos a Arzano distante apenas tres o cuatro kilómetros del camping al objeto de dar una vuelta por el mismo y conocerlo aunque la climatología no acompañaba en absoluto con lluvia intermitente.
Lo que más sobresales de esta localidad es la Iglesia de Saint Pierre. Típica construcción religiosa bretona en el lugar donde se encontraba el antiguo cementerio, datada en 1641 y continuamente reformada hasta 1869. Lo que más llama la atención aparte de su estructura es el la entrada con arco de hierro entre dos columnas con cruces labradas en granito en la parte superior de las mismas, que da paso a la pequeña explanada de la iglesia donde se puede ver una piedad sobre un pedestal y una cruz a sus espalda todo labrado en granito. Igualmente llama la atención su situación en lo alto de un montículo en el medio del pueblo como si se tratara de una defensa.
A los pies de la misma y fuera del recinto religioso, nos encontramos con un pequeño monumento con la figura de un soldado francés en lo alto. Al pie del mismo una placa con una cita del General De Gaulle invitando a los franceses a rebelase contra la ocupación nazi en la segunda guerra mundial, en la que sobresale una famosa frase "Francia ha perdido una batalla, pero no la guerra". Este tipo de monumentos son muy habituales en todas las regiones y pueblos franceses.
Terminada esta visita volvimos al camping para comer y descansar un poco, ya que las compras que en teoría íbamos a efectuar en Arzano las tendríamos que hacer después en alguna área comercial cercana a Quimperlé. Una vez hechas las compras y perder bastante tiempo mirando un y otro establecimiento, partimos hacia el Santuario de Sainte Anne d'Aury. La distancia no era mucha pues apenas tendríamos que recorrer sesenta y cuatro kilómetros, pero la carretera era de doble dirección y el tráfico muy intenso, por lo que llegamos un poco tarde y aunque el espacio estaba abierto no así la Basílica y construcciones adyacentes.
En este lugar según cuenta la leyenda, se le apareció a un humilde labrador llamado Yves Nicolazi en 1623 la figura de Santa Ana, pidiéndole que reconstruyera una pequeña capilla que se levantaba en su honor en el campo conocido como Le Bocceno donde encontraría una imagen suya.
Aquel humilde labrador, puso este hecho en conocimiento de las autoridades eclesiásticas que empezaron a dudar de su cordura, visto lo cual se fue al lugar indicado y desenterró una antigua imagen de la santa. Este hecho se fue propagando entre la población que hizo del lugar un sitio de peregrinación. Tal fue la masiva asistencia que se tuvo que construir una iglesia mayor que a su vez fue sustituida en 1865 por una enorme Basílica de estilo renacentista.
Si la figura de la Basílica ya impone por su extraordinario tamaño y su torre de 75 metros de altura, no menos impresionante es el entorno que la rodea con unos jardines de extraordinarias dimensiones.
A la entrada nos espera la Santa Escalera que en otro tiempo ocupara el sitio de la pequeña capilla y que sirvió para oficiar los sacramentos. Durante la construcción de la Basílica, fue trasladada a su actual ubicación piedra a piedra.
Es muy conveniente subir las escaleras por uno de los lados, bajar por el otro para estar unos momentos en el centro, lugar donde se situaba el sacerdote para oficiar la liturgia y ver la cristalera existente.
Siguiendo nuestro paseo por al lugar, nos encontramos con un extraordinario Memorial erigido en 1922 en memoria de todas las víctimas bretonas habidas durante la primera guerra mundial. En la actualidad se encuentra dedicado a todas las víctimas de todas las guerras con cientos de lápidas con nombres inscritos en las mismas, sirviendo como lugar de celebración de la misa del perdón que se lleva a cabo el día 28 de julio de cada año. Durante el Gran Perdón, los días 25 y 26 de julio, se concentran en este lugar cerca de 800.000 personas, lo que le hace ser el segundo santuario más visitado de Francia después de el Lourdes.
Continuando nuestro paseo, a la izquierda de la Basílica, en medio de un entorno verde y como si estuviera esperando alguna visita, nos encontramos con una gran Crucifijo con una talla de Cristo verdaderamente impresionante.
Muy cerca de esto último, nos encontramos con el llamado Espacio de Juan Pablo II. Un círculo con 12 monolitos representando a los doce apóstoles y uno más grande con una lápida de mármol, conmemora la visita y misa celebrada por Juan Pablo II a este santuario el 20 de septiembre de 1996.
Virgen María acompañada de Santa Ana. En otro rincón apartado del recinto, nos encontramos con este grupo escultórico rodeado de un bonito espacio verde. Se dice que esta es la escultura antigua y que la que existe en la Fuente Milagrosa es la mas moderna.
Ya en el camino de salida nos encontramos con algo que no vimos a la entrada. Se trata de la Gran Fuente. Se supone que en este lugar fue donde se le apareció la santa a YVES Nicolazic en 1623. La obra es de los Carmelitas que la construyeron en 1898. Se trata de un pequeño estanque donde se erige un grupo escultórico representando a la Virgen María y a Santa Ana. Cuentan que en este lugar se han producido en los peregrinos algún tipo de milagro como curaciones, favores etc.
Con esta última visita terminamos nuestra estancia en aquel lugar tan particular. Era ya tarde y la luz del día se había ido por lo que nos tocaba conducir de noche hasta la llegada al camping.
Pais : Francia Región : Bretaña Departamento : Morbihan Distrito : Lorient Superficie : 7 km² Moneda : Euro Coordenadas Basílica GPS : Latitud: 47°42'15.0"N Longitud: 2°57'14.0"W Google Maps : 47.704167, -2.953889 Oficina de TurismoParvis de la basiliqueTfno. : +33 244 84 56 56 56400 Sainte-Anne-d'Auray |
Este sitio web utiliza cookies para mejorar tu experiencia de navegación y ofrecerte un servicio personalizado. Al continuar navegando, aceptas nuestro uso de cookies.