El actual nombre de "BELMONTE" de Tajo viene dado porque los vecinos a la vista de los bellos montes que existen en el entorno, decidieron cambiar por no gustarles el anterior conocido como POZUELO DE LA SOGA por los numerosos pozos que había y por la cantidad de soga gastada para sacar el agua de los mismos.
Gentilicio: Belmonteños-as / Pazueletes-as
No existen pruebas arqueológicas de asentamientos en Belmonte de Tajo, pero la presencia humana en la zona se remonta al Paleolítico Inferior (600.000 - 4.000 a.C.), con restos encontrados en el Tajuña y otros ríos cercanos. En la época romana, el territorio formó parte de Hispania Citerior y más tarde de la provincia Tarraconense, aunque no hay evidencia de una población estable en Belmonte.
Durante la Reconquista, tras la toma de Toledo por Alfonso VI en 1085, la zona pasó a formar parte de la “Rinconada de Perales”, aunque sufrió ataques almorávides que dificultaron su repoblación. En 1139, tras la conquista del castillo de Oreja por Alfonso VII, el obispo de Segovia recibió el derecho de poblar el Pozuelo de Belmonte, confirmándose en 1190 por Alfonso VIII. Para consolidar el control cristiano, la Orden de Santiago recibió Oreja y su territorio en 1175, lo que generó conflictos con Segovia.
En el siglo XIII, Belmonte de Tajo aparece como una aldea fortificada con un castillo y murallas. En 1366, Pedro I le otorgó el privilegio de villazgo, dándole autonomía y términos propios.
De los siglos XIV y XV apenas se tiene información alguna.
Siglo XVI. En 1530, el pueblo (llamado entonces Pozuelo de Belmonte) tenía 276 vecinos, unos 1.100 habitantes, dedicados a la agricultura. Sin embargo, la producción agrícola era limitada y en 1577 se pidió un crédito de 6.000 ducados para comprar trigo. Belmonte tenía la obligación de alojar a los cortesanos y criados de la realeza cuando visitaban Aranjuez, además de proporcionar alimentos y apoyo logístico para la caza real. En esta época se construyó la ermita de Nuestra Señora de la O y se reformó la iglesia parroquial. En 1579, Felipe II permitió la desamortización de bienes eclesiásticos, lo que llevó a que la villa pasara del Obispado de Segovia a la Corona. En 1586, Álvaro García de Toledo compró la villa y estableció el mayorazgo de Belmonte, que perduró hasta 1691.
Durante el siglo XVII, Belmonte sufrió los efectos de impuestos extraordinarios, como el "chapín de la reina", impuesto en 1648 para financiar la boda de Felipe IV. En 1691, Carlos II concedió el título de Conde de Belmonte de Tajo a Juan de Prado y Mármol, quien convirtió a la villa en el centro de su señorío.
Siglo XVIII. En 1706, durante la Guerra de Sucesión Española, Belmonte fue saqueado y destruido por las tropas del marqués de las Minas, lo que llevó a una drástica disminución de la población (46 vecinos en 1717, frente a 298 en el siglo XVI). En 1751, según el Catastro de Ensenada, el pueblo tenía 143 vecinos, dedicados principalmente a la agricultura y ganadería. Se cultivaban trigo, cebada, avena, viñedos y olivares, con varios molinos de aceite y una producción de lana, queso, miel y cera.
Siglo XIX. Durante la Guerra de la Independencia (1808-1814), Belmonte sufrió las exacciones y saqueos de los franceses. En 1826, el pueblo tenía 183 vecinos (unos 718 habitantes) y continuaba su recuperación. En 1833, con la nueva división territorial de España, Belmonte quedó integrado en el partido judicial de Chinchón y en la provincia de Madrid. Entre 1835 y 1866, las desamortizaciones supusieron la subasta de terrenos eclesiásticos y municipales.
A mediados del siglo XIX, la agricultura y la industria del esparto eran las principales actividades económicas. En 1860, la población ascendía a 924 habitantes, creciendo hasta 1.048 en 1889. A finales del siglo XIX, la villa se modernizó con la construcción de un cementerio y la llegada del correo diario desde Villarejo de Salvanés.
A principios del siglo XX, la población creció hasta los 1.323 habitantes en 1910, aunque disminuyó tras la gripe española de 1918. Se proyectó una línea de ferrocarril que nunca llegó a construirse. Durante la Guerra Civil Española (1936-1939), Belmonte sufrió la destrucción de su patrimonio, incluyendo los retablos de la iglesia y archivos municipales. Tras la guerra, la población inició un lento declive debido a la migración hacia Madrid.
En 1945, se construyó la carretera a Chinchón y 18 viviendas protegidas. En 1958, se inauguró un nuevo depósito de agua. A pesar de estas mejoras, la población pasó de 1.385 habitantes en 1950 a 1.354 en 1960. En los años 60 y 70, Belmonte vivió un estancamiento económico. Se asfaltaron calles, se construyó una biblioteca (1968) y se establecieron normas de planeamiento para frenar la emigración. En los años 80 y 90, se desarrolló un pequeño polígono industrial y se crearon nuevas infraestructuras deportivas como el polideportivo municipal y el campo de tiro. La agricultura fue perdiendo peso frente a la industria y la construcción.
Siglo XXI. En los años 2000, se mejoraron las infraestructuras urbanas con la Casa de Cultura (2000) y la llegada del agua del Canal de Isabel II (2001). También se planificó una depuradora de aguas residuales. El municipio ha experimentado un crecimiento moderado con un aumento de viviendas y la consolidación de sectores industriales y comerciales. A pesar de ello, la población ha seguido fluctuando debido a la proximidad de Madrid y el envejecimiento demográfico.
Hoy en día, Belmonte de Tajo conserva su esencia rural, con una combinación de actividad agrícola, industrial y residencial, manteniendo su rica herencia histórica.
Nuestra visita la iniciaremos en la Plaza Mayor de estilo castellano, en forma cuadrangular y con edificaciones de dos plantas. En el centro de la misma se puede observar un círculo de tierra que hace las veces de ruedo de la plaza de toros que se monta en los festejos.
Situado en uno de los laterales de la Plaza Mayor nos encontramos con el edificio del Edificio del Ayuntamiento. Encajado perfectamente en el entorno, posee una enorme balconada con pilares de fundición y bancos corridos en sus soportales.
En la parte lateral trasera izquierda del Ayuntamiento, nos encontramos con la imponente construcción de la iglesia parroquial con planta de cruz latina construida durante los siglo XV y XVI, en diversas etapas aprovechando diversos restos del edificio anterior. La planta es rectangular de una sola nave con tres tramos separados por pilastras con el crucero cruciforme ejecutado en sillería correspondería al siglo XVI siendo la cabecera pentagonal con contrafuertes en las esquinas. El coro en alto con balaustrada de madera torneada y sostenido por una arco carpanel apoyado en dos pilastras cuadradas, que en actualidad se encuentra cegado por un tabique para aprovechar el sotocoro abovedado como capilla.
La Torre-campanario con cuatro cuerpos en los cuales los tres primeros presentan un hueco de luces por cara. El último separado de los tres precedentes por una línea de imposta, presenta por cada lado dos vanos de medio punto donde se ubican las campanas y el reloj, coronado por una cornisa gótica de bolas típica de los tiempos de los Reyes Católicos.
Después de visitar la iglesia parroquial, tomaremos la Calle de La Fuente que comienza en la plaza al lado opuesto del Ayuntamiento para llegar al Paseo de las Fuentes, lugar ideal para descansar un poco y relajarse. Lo primero que nos encontraremos será con la Fuente de Arriba que esta constituida por tres pequeños pilones y cuatro caños similares a los que había en 1848 y que han sido sustituidos. Continuando nuestro paseo nos encontraremos con la Fuente de Abajo, con su fuente, lavadero y abrevadero que aunque están unidos son perfectamente diferenciados. Esta fuente en lugar de cuatro caños como la de Arriba, tan solo tiene dos de forja.
Dejamos atrás las fuentes y su paseo y nos dirigimos hacia el pueblo por la carretera M-404 para que después de unos centenares de metros desviarnos a la derecha por una pequeña pendiente asfaltada y visitemos el Calvario.
El calvario representa para los belmonteños el lugar más simbólico del pueblo, ya que en el mismo se han celebrado actos como la Pasión de Cristo y el punto y final del Via Crucis.
Desde el punto de vista paisajístico es el lugar idóneo para contemplar las mejores vistas del pueblo.
Para terminar nuestra visita y ya de vuelta a Villarejo de Salvanés, tomaremos la carretera M-319 dirección a Villamanrique para visitar la Ermita de San Isidro y la Virgen de la O. No confundir pues está bastante mal señalizado el desvío de la M-319 con el de la M-311 que os llevará a Colmenar de Oreja.
La Ermita aunque fue construida en el mismo siglo que la Iglesia Parroquial es decir en el XVI, probablemente sea un poco más antigua que esta, En un principio estuvo dedicada a Nuestra Señora de la O pero durante la Guerra Civil fue destruido el altar y el retablo de la Virgen, siendo en 1949 cuando el entonces párroco del pueblo llevó hasta allí la imagen de San Isidro, conociéndose desde entonces por ambos nombres.
VIERNES SANTO. Representación en la Plaza Mayor de la Pasión de Cristo por los miembros de la Asociación Cultural La Estrella.
DOMINGO DE PASCUA. En este día se corre el llamado "Hornazo" (bollo con un huevo cocido en el centro). La tradición cuenta que se debe de romper el mencionado huevo en la cabeza de la persona a la que se pretende tirar los tejos.
EL CRISTO DE LA FLAGELACIÓN. Segundo sábado de Mayo. Procesión por el pueblo, canto del Himno, bendición y beso.
SAN ISIDRO. 15 de Mayo. Romería con el Santo por el Paseo de las Fuentes, limonada y rosquillas para finalizar llevando al mismo hasta su Ermita.
VIRGEN DEL SOCORRO (Patrona) y NUESTRA SEÑORA LA VIRGEN DEL ROSARIO (fiestas patronales). 7-12 de Septiembre. Procesiones, capeas, vaquillas, arte popular, música y concurso de disfraces.
Fuentes: Folletos Comunidad de Madrid, WEB Ayuntamiento, COAM, ChatGPT y Paneles explicativos
![]() Ayuntamiento
Plaza de la Constitución, 1 28390 - Belmonte de Tajo Tfno: 91-874-72-15
Distancia a Madrid: 57,5 KM Municipios colindantes
Valdelaguna EN COCHEPor la A3 (E-901) o por R-3 Madrid-Valencia (peaje) hasta salida 48 (Villarejo - Belmonte - Villamanrique) y después seguir la carretera M-404. Una segunda opción con un kilómetro menos es coger la M-317 desde Perales de Tajuña dirección Valdelaguna y desde aqui la M-323 hasta Belmonte. Tiene el inconveniente de ser una carretera bastante más sinuosa. ![]() AUTOBUSES337 Madrid (Conde de Casal)350C Desde Arganda-Hospital 430 Desde Aranjuez (Hospital) |