En la Comunidad de Madrid existen tres poblaciones con nombre que hace referencia a este árbol frutal.
En el caso que nos ocupa se refiere concretamente a la variedad conocida como Peral de Roma que antiguamente abundaba en este paraje y que en la actualidad queda muy pocos ejemplares.
El apellido Tajuña viene dado porque este río pasa por la localidad formando una rica vega.
Gentilicio: Peraleños/as
Desde tiempos prehistóricos, la zona que hoy ocupa Perales de Tajuña ha sido habitada por distintas culturas. Prueba de ello son los restos arqueológicos hallados en su término municipal, destacando el Risco de las Cuevas, un conjunto de viviendas trogloditas que datan posiblemente del Neolítico y fueron utilizadas hasta la Edad Media.
El río Tajuña, con su agua abundante, su tierra fértil y la protección natural de sus riscos, atrajo a grupos humanos que se sucedieron a lo largo de los siglos. Desde los primeros cazadores y recolectores del Paleolítico hasta los agricultores y metalúrgicos de la Edad de los Metales, la zona fue testigo de una evolución constante. Los carpetanos y celtíberos ocuparon la región en la Edad del Hierro, dejando indicios de asentamientos y necrópolis.
Los romanos incorporaron la región a su vasto imperio, aprovechando las vías de comunicación para conectar la Celtiberia con Toledo. En esta época, Perales formaba parte de una red de aldeas dispersas organizadas en torno a calzadas y caminos comerciales. Los visigodos, tras la caída del Imperio Romano, mantuvieron la infraestructura y poblaron la zona, estableciendo asentamientos rurales y necrópolis, como las halladas cerca de la Fuente del Arca. Con la llegada de los musulmanes en el siglo VIII, el poblamiento se organizó en torno a la vega del río, donde se desarrolló una compleja red de riego que sigue influyendo en la agricultura actual.
Durante la Reconquista, la zona pasó a formar parte de la Marca Media, una línea de defensa entre musulmanes y cristianos. A finales del siglo XI, Alfonso VI donó la "Rinconada de Perales" al arzobispo de Toledo, comenzando así la incorporación definitiva del territorio a los reinos cristianos.
En el siglo XII a medida que la frontera cristiana avanzaba hacia el sur, la repoblación se intensificó. Perales de Tajuña se consolidó como un enclave estratégico, con un mercado documentado en 1176 y la construcción de molinos en 1194. Para garantizar la seguridad del territorio, el arzobispo de Toledo mandó construir una fortaleza en un altozano, lo que atrajo a pobladores que se establecieron alrededor de ella.
A finales del siglo XIII, la villa fue escenario de disputas entre la Iglesia de Toledo y la Orden de Santiago, que aspiraba a controlar la región. En 1277, la Concordia del Tajuña puso fin a estos conflictos, estableciendo los límites territoriales.
En el siglo XV, el castillo de Perales jugó un papel clave en las luchas dinásticas de Castilla. En 1470, fue ocupado por fuerzas segovianas leales a Enrique IV, pero tras la victoria de los Reyes Católicos, el cardenal Cisneros ordenó su desmantelamiento en 1480.
Durante el siglo XVI en 1574, los vecinos de Perales solicitaron al rey Felipe II el título de villa, logrando la independencia administrativa y judicial de Alcalá y Toledo a cambio de un pago a la Corona. La economía local prosperó gracias a la agricultura, la ganadería y su ubicación en una ruta comercial clave.
El siglo XVII estuvo marcado por la crisis económica de Castilla, las pestes y las hambrunas. En 1693, la villa vendió su jurisdicción al marqués de Leganés para saldar sus deudas. Sin embargo, este cambio de señorío no alteró significativamente la vida cotidiana de sus habitantes, que seguían dependiendo de la producción agropecuaria y de la red de caminos que cruzaban el valle.
En el siglo XVIII, a pesar de la estabilidad relativa que trajo la dinastía borbónica, Perales no experimentó el crecimiento económico que sí se vio en otras partes de España. Se mantenía como un enclave agrario con mercados de mulas y una incipiente industria textil y molinera. A finales del siglo, la población aumentó considerablemente, llegando a superar los 900 habitantes en el Censo de Floridablanca de 1787.
Durante el siglo XIX con la abolición de los señoríos en 1811 y la reorganización territorial de 1833, Perales pasó a formar parte de la provincia de Madrid dentro del partido judicial de Chinchón. La economía local continuó basada en la agricultura y el comercio con la capital. A finales del siglo, la llegada del ferrocarril del Tajuña supuso un cambio trascendental. Se inauguraron estaciones y se facilitaron las conexiones con Madrid y la costa levantina, potenciando el comercio de productos agrícolas y manufacturados.
En el siglo XX y durante la Guerra Civil, Perales se convirtió en un punto clave del frente republicano. Tras la contienda, la villa sufrió los estragos del conflicto y la posguerra, con un descenso en la población y la expansión de viviendas trogloditas como refugio ante la crisis. A lo largo del siglo, la economía se diversificó con la industrialización y la aparición de pequeñas fábricas de yeso, aceite y conservas vegetales. La construcción de la carretera Nacional 111 y la mejora de infraestructuras permitieron el crecimiento del municipio.
Ya en el siglo XXI, Perales de Tajuña mantiene su esencia histórica mientras se adapta a los tiempos modernos. Con un crecimiento urbano regulado y una economía basada en la agricultura, la industria ligera y el turismo rural, la villa sigue siendo un testimonio vivo de siglos de historia y tradición en el valle del Tajuña.
Si nuestra visita se efectúa en coche nos podemos desviar en la salida 33-A, al cabo de unos 7 kms. y antes de llegar al desvío que nos llevará al centro urbano, nos encontraremos a nuestra izquierda con las ruinas de la antigua Ermita de San Isidro construida sobre otra de origen medieval dedicada a San Bartolomé al que se rendía culto el día 24 de agosto.
Posteriormente fue lugar de la peregrinación que se hacia en la festividad de San Isidro hasta la construcción de la nueva ermita dedicada a este santo.
Continuando nuestro trayecto, nos adentraremos en el caso urbano encontrándonos a nuestra derecha con la Fuente redonda emplazada dentro de unos pequeños jardines situados en la calle Mayor Alta.
Su construcción data del año 1912 en piedra caliza, con un pilar de forma piramidal con dos caños situado junto a uno de los lados del pilón redondo, no centrado para facilitar al acceso al mismo, formado por diez grandes piedras curvas.
Unos metros más adelante nos encontraremos en la Plaza de la Constitución y el Ayuntamiento. El edificio fue construido en 1773 bajo el reinado de Carlos III sobre la antigua Casa del Concejo de la baja Edad Media y usado anteriormente como escuela y Pósito. Cabe destacar la balconada que ocupa toda la fachada y que según se dice es la más larga de los Ayuntamientos de la Comunidad. El pórtico de la planta baja está formado por columnas de hierro y a la entrada se encuentra una placa de piedra que hace referencia a su construcción.
Dejando el coche en el aparcamiento existente en la parte trasera de la Plaza nos dirigimos por una empinada calle que sale de enfrente al Ayuntamiento para visitar la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Castillo. De estilo barroco fue construida en el siglo XVII sobre los cimientos de una antigua iglesia medieval que sirvió de capilla al antiguo castillo. De planta de cruz latina y de una única nave, sus muros son de mampostería y la espadaña de tres huecos para las campanas, se sitúa a los pies del templo.
Caminando por la calle del Castillo llegaremos a los restos de uno de los Torreones del antiguo castillo que fue fortaleza del Arzobispo de Toledo. La visión de estos restos desde este lugar es bastante complicada ya que se encuentran emplazados dentro de una casa cuya fachada obstaculiza el poder observarlos.
Continuando por la misma calle a unos pocos metros nos encontramos con un pequeño Mirador desde el que se obtienen unas fantásticas vistas del pueblo, sobre todo al atardecer.
Retrocediendo hasta la calle de la Empedrada y bajando por ella nos encontraremos en la calle Mayor Baja y la Fuente de Mariblanca construida en 1794 en estilo barroco,aprovechando diversos manantiales existentes en la zona y un antiguo abrevadero. Dentro del conjunto se mantiene el pilón curvo de piedra llamado de la Fontanilla o Fuente de los tres caños, en los extremos del mismo existen dos pilastras cuadradas culminadas por pirámides, de los cuales salen dos caños en cada una.
Esta fuente en sus tiempos cumplía con las funciones de suministrar agua a los habitantes del pueblo y como abrevadero para el ganado y animales de carga, siendo una de las fuentes más antiguas del pueblo.
En este mismo lugar se encuentra ubicada una escultura moderna dedicada a la Madre, con una placa que contiene la inscripción.
El Pueblo de Perales de Tajuña a la Madre, 2-5-1999.
Continuamos nuestra visita recorriendo hasta la confluencia de esta con la calle de la Amargura para encontrarnos con las ruinas de la que fue la Ermita de San Sebastián con su graciosa espadaña de tres huecos. Por desgracia solo se pueden contemplar los restos de la que fue reconstruida en el año 1880 sobre otra existente de estilo barroco. En la actualidad el Ayuntamiento se encuentra estudiando un nuevo proyecto de restauración para dedicar el espacio a fines culturales.
Desde aquí continuaremos hasta encontrarnos con el Paseo de las Acacias por donde circulaba antiguamente el tren de via estrecha y que nos conducirá al Risco de las cuevas.
En el trayecto nos encontraremos con el Parque de San Isidro en el que nos encontraremos con diversas clases de Acacias, Robles y Chopos con las explicaciones correspondientes.
Reanudando nuestro caminar y después de pasar el cementerio nuevo nos metemos en plena zona de El Espartal. Zona árida donde las haya pero que gracias al esparto crecido en esta zona, Perales tuvo una importante significancia antaño. Tanto la planta del esparto, como los productos manufacturados a partir de la misma, tuvieron una importantísima actividad económica que repercutió en la población. Causa verdadera sensación de extrañeza contemplar como a nuestra izquierda el terreno es totalmente árido, mientras que a la derecha y a muy pocos metros se convierte en un vergel.
Después de caminar alrededor de media hora desde que dejamos el pueblo y dejar atrás una antigua Yesera obligada a cerrar para preservar el medio ambiente que rodea a las cuevas situadas en un risco de marga yesera.
Por los restos encontrados se pudiera hablar de origen Neolítico aunque también pudiera ser de la Edad del Hierro incluso para algunos de la época romana. Se trata de un conjunto de Cuevas excavadas en las paredes del risco que fue declarado Monumento Nacional en 1931 y de las que se conservan 50.
La teoría más probable que se maneja es que en este lugar estuviese habitado por el pueblo Caracitano, tribu perteneciente a los carpetanos basándose en el libro de Plutarco Vidas paralelas, en el cual se explica como el general romano Sertorio tuvo que luchar con un pueblo que se encontraba más allá del río Tajo y que no habitaba en casas, sino que lo hacían en cuevas excavadas a gran altura y de profundidad considerable. En el mismo libro se cuenta como Sertorio incapaz de someter a estas gentes por la fuerza, tuvo que recurrir a la argucia de amontonar gran cantidad de esa tierra polvorienta, suelta y cenicienta que predominaba en el lugar para que ayudado por el viento la esparciese a modo de un polvo fino y entrase en las cuevas asfixiando a sus moradores. Los Caracitanos aguantaron dos días en estas condiciones hasta que al tercero no tuvieron por menos que entregarse.
De vuelta al pueblo si se tiene tiempo, se recomienda por las vistas que se tiene, ir a la Fuente Lagasca , situada a unos dos kilómetros por la antigua carretera de Valdilecha, por cierto en mal estado pero más o menos transitable.
SAN BLAS. 3 de Febrero. Actividades culturales y deportivas, degustación de un cocido preparado por los vecinos.
FIESTA DE LA HERMANDAD DE NTRA. SEÑORA DEL CASTILLO. 1º domingo de Mayo. Canto de los Mayos a la Virgen y procesión por las calles de la localidad.
SAN ISIDRO 15 de Mayo. Diversas actividades culturales y deportivas a cargo de la Hermandad de San Isidro, romería hasta la ermita y paella gigante.
FIESTAS PATRONALES. Últimos de julio y primeros días de Agosto.. Exposiciones de fotografías, pintura y artesanía, procesión y misa, actividades taurinas con encierro.
Fuentes: Folletos Comunidad de Madrid, WEB Ayuntamiento, COAM, ChatGPT y Paneles explicativos
![]() Ayuntamiento
Plaza de la Constitución, 1 28540 - Perales de Tajuña Tfno: 91-874-80-04
Distancia a Madrid: 42,8 KM Municipios colindantes
Tielmes EN COCHE1.-Por la A3 (E-901) Madrid-Valencia hasta salida 33-A y conducir 8 kilómetros hasta el centro del pueblo por una carretera de doble dirección. 2.- Continuar hasta la salida 41 para hacer una rotonda y coger la antigua N-III de vuelta y entrar en Perales directamente. Esta tiene la ventaja de conducir más por autovia y ganar algo de tiempo. 3.- Como complemento y si se está dispuesto a pagar pejae, se pude tomar la R3 que desemboca en la A3 pocos metros antes de la mencionada salida 33-A o bien continuar como se ha indicado hasta la salida 41
![]() AUTOBUSES326 Madrid (Metro Pavones)351 Madrid (Ronda de Atocha,12) 351 Madrid (Conde de Casal) 352 Madrid (Ronda de Atocha,12) 352 Madrid (Conde de Casal) 353 Madrid (Ronda de Atocha,12) 353 Madrid (Conde de Casal) |