Como en otros pueblos al sur del Guadarrama al término de la reconquista fueron repoblados por emigrantes segovianos, en Brunete se establecieron los llamados bataneros de origen citado, dedicados a la fabricación de lanas vastas y negruzcas.
Buscando en el diccionario de la Real Academia Española, se encuentra lo siguiente: Brunete : Cierto paño basto de color negro en la actualidad vocablo en desuso.
Gentilicio : Brunetenses/as
A diferencia de otros pueblos de la región, la historia antigua de Brunete permanece prácticamente en blanco. Las fuentes arqueológicas son escasísimas, aunque una inscripción romana hallada en su término indica que al menos durante la romanización existió algún tipo de asentamiento. También se han inventariado dos yacimientos de épocas posteriores, aunque solo se conocen por referencias.
De los Siglos XI al XIV no existe documentación fehaciente sobre la fundación de Brunete en época altomedieval. La tradición local ha querido asociarlo a la dominación árabe, afirmando incluso que fue feudo de un moro llamado El Morillo, pero estas afirmaciones carecen de respaldo documental. Las fuentes más prudentes sitúan su origen dentro de las sombras de lo prehistórico. Aunque sin datos concretos, es probable que Brunete empezara a consolidarse como núcleo poblacional a lo largo de la Baja Edad Media.
Es en el Siglo XV cuando se produce la primera mención histórica fiable de Brunete datada en 1446, cuando el rey Enrique IV concedió una dehesa a la aldea. Poco después, los reyes de Castilla cedieron el lugar a los Condes de Chinchón, instaurándose así un régimen señorial que duraría hasta el siglo XVIII.
En el Siglo XVI se construyó la iglesia parroquial, aún existente aunque muy modificada. Las portadas oeste y sur, con influencias platerescas y clasicistas, se atribuyen a diferentes momentos del siglo. Aunque no figura en las Relaciones de Felipe II, su existencia como núcleo con entidad empieza a consolidarse.
Las noticias siguen siendo escasas en el Siglo XVII, aunque las ermitas que rodeaban el casco urbano —dedicadas a Nuestra Señora de los Remedios, las Angustias, la Soledad, San Sebastián y Santa Ana— indican una vida religiosa activa.
En el Siglo XVIII, según el Catastro de Ensenada de 1751, Brunete contaba con unos 1.300 habitantes distribuidos en 320 casas. Existía un tejido económico diversificado con presencia de jornaleros, artesanos, escribanos, médicos y un modesto comercio. La Descripción Lorenzana de 1787 recoge una iglesia “ricamente adornada”, un Cristo patrón del pueblo y varias ermitas. El plano de Tomás López de 1788 describe una estructura urbana en forma de triángulo, con la calle Real como eje principal y una laguna central, que servía de abrevadero y lugar de esparcimiento.
Brunete inició el siglo XIX aún bajo reminiscencias del régimen señorial que había marcado su historia desde el siglo XV, aunque este modelo entró pronto en declive. A partir de 1812, con las Cortes de Cádiz, se proclamó la abolición de los señoríos jurisdiccionales, lo que supuso que los antiguos condes de Chinchón perdieran cualquier potestad de gobierno sobre el pueblo. Desde entonces, Brunete quedó bajo autoridad directa de la corona como villa realenga, como ya se insinuaba en el último tercio del siglo XVIII.
En 1833, la reforma territorial impulsada por Javier de Burgos reorganizó España en provincias, y Brunete pasó a formar parte de la provincia de Madrid, quedando integrado dentro del partido judicial de Navalcarnero. Esta nueva organización supuso un cambio administrativo notable, alineando a Brunete con las estructuras liberales del Estado moderno.
Además, el siglo XIX fue testigo de las desamortizaciones eclesiásticas, especialmente la de Mendizábal de 1836 y la de Madoz de 1855, que afectaron a numerosos bienes religiosos del entorno. En Brunete, aunque no se documentan con detalle las propiedades afectadas, se sabe que varias de sus ermitas quedaron progresivamente abandonadas o desaparecieron, y que parte de las tierras y propiedades del clero pasaron a manos privadas, transformando así la propiedad agraria en el municipio.
En lo económico, la agricultura de secano seguía siendo la base, con predominio del trigo y los garbanzos. No se desarrollaron industrias destacables, y el comercio se limitaba a tahonas, tiendas de tejidos y un mercado local. Marín Pérez advirtió que la agricultura del pueblo, aunque autosuficiente, era frágil y vivía una situación insostenible a medio plazo.
En el Siglo XX aislado de las nuevas dinámicas de industrialización al no contar con ferrocarril, Brunete conservó su estructura rural. En 1935 tenía 1.526 habitantes y 340 casas, muy similar a las cifras del siglo anterior. La laguna seguía presente, aunque ya se consideraba insalubre. Las construcciones seguían siendo de adobe o tapial, con cubiertas de teja curva.
Durante la Guerra Civil, Brunete fue escenario de una de las batallas más cruentas del conflicto, desde el 6 hasta el 25 de julio de 1937, que dejó el casco urbano devastado en un 97%. La Dirección General de Regiones Devastadas impulsó su reconstrucción como símbolo del nuevo régimen. El proyecto, liderado por los arquitectos Quijada y Menéndez Pidal, planteó una nueva trama ortogonal centrada en dos núcleos simbólicos: la iglesia y una proyectada —pero no construida— capilla votiva a la Virgen de la Victoria. El nuevo Brunete fue inaugurado en 1946 por Franco.
Desde los años 60, Brunete empezó a recibir población residencial dispersa, aunque con menor intensidad que otros municipios del oeste metropolitano. Se desarrollaron algunas urbanizaciones al norte y pequeñas industrias al sur. La trama urbana original de Regiones Devastadas se ha conservado con integridad, diferenciándose de los nuevos ensanches.
En el Siglo XXI, Brunete sigue siendo un ejemplo bien conservado del urbanismo impulsado por la Dirección General de Regiones Devastadas. El Plan General Municipal de 1980 y su revisión han tratado de preservar el carácter histórico del casco urbano, destacando la necesidad de proteger la imagen de su fachada meridional, visible desde la carretera 600. Además, 1.245 hectáreas del municipio han sido declaradas área de esparcimiento dentro del Parque de la Ribera del Guadarrama.
Plaza Mayor. Centro neurálgico donde se celebran la mayor parte de los acontecimientos del pueblo, co o el pregón de las fiestas, los bailes típicos, la bienvenida del año nuevo, conciertos y otros eventos. Presenta planta cuadrada y edificios de dos alturas de un marcado estilo escurialense con soportales y 60 columnas de granito extraídas de las mismas canteras de donde se extrajeron las piedras para la construcción del Monasterio de El Escorial o la Plaza de Oriente de Madrid. Se encuentra abierta por dos escalinatas, una de entrada a la misma plaza y otra de subida a la iglesia parroquial.
En el centro de la plaza se encuentra una fuente de piedra con pila circular, en cuyo centro se eleva un pilar que sostiene una esfera de la que salen cuatro caños que vierten el agua a la pila. Sobre la mencionada esfera parte una estructura metálica donde se ubica un sol que muestra una cara en relieve por ambos lados y de la que parten cuatro brazos que soportan idéntico número de faroles.
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Construida originalmente en el siglo XVI con planta rectangular con bóvedas de crucería, siendo su primera advocación a San Antón dependiendo de lo obispados de Toledo y Segovia. Debido a la inestabilidad del terreno donde se construyó tuvo que ser restaurada en diversas ocasiones, entre ellas la de 1772 debido a las humedades que sufría en la que se reforzaron los cimientos con nuevos contrafuertes. Dejada aparte la inestabilidad mencionada, en 1836 un gran incendio destruyó la iglesia tardándose catorce años en empezar su reconstrucción que tardaría otros ocho años en completarse con fondos públicos, asi mismo en este mismo siglo se derrumbó la torre.
Durante el transcurso de la Guerra Civil el templo fue totalmente destruido perdiéndose la imaginería que contenía. Su reconstrucción y la del resto del pueblo fue llevada a cabo por la Dirección General de Regiones Devastadas y Reparaciones bajo la dirección de los arquitectos José Menéndez-Pidal y Luis Quijada Martines. En esta reconstrucción se rehicieron la bóveda de la nave, el crucero y el campanario modificándose igualmente las fachadas y las portadas, siendo retranqueada la principal, así mismo se construyó la cúpula de media naranja sobre pechinas y linterna que se puede ver en la actualidad.
Su interior lo constituye una planta en forma de cruz latina de una única nave con capillas laterales y otra en cada uno de los extremos del transepto, situándose a los pies el coro en alto, provocando que el espacio existente debajo del mismo o sotocoro provoque una especie de anteiglesia. El retablo del altar mayor esta dedicado a la virgen que da nombre a la iglesia con su imagen en el centro. un Cristo Crucificado y sobre el mismo una paloma representando al Espíritu Santo.
En el exterior destacan las dos portadas de estilo renacentista, el ábside rectangular y la torre del siglo XIX que a pesar de haber sido respetada por los bombardeos fue de nuevo levantada.
Ermita de San Sebastián. Levantada sobre otra dedicada al patrón del pueblo fue bendecida y consagrado su altar en 1649 en presencia del Sufragáneo (Obispo dependiente del metropolitano) del Arzobispo de Toledo.
Se sabe que en una partida de defunción del año 1845 aparece anotada la defunción de una niña fallecida en la ermita de San Sebastián, punto donde se recogen los pobres.
La reconstrucción de la ermita después de la Guerra Civil se debe al interés de la familia Robledano y de varios hermanos de San Sebastián e inaugurada el 20 de enero de 1985. La ermita fue bendecida por el Ilmo. Sr. Vicario episcopal de la Vicaría XII del Obispado Madrid Alcalá D. FRanncisico Gil Peláez, siendo párroco D. Antonio Lizana Lago, presidente de la Hermandad D. Braulio Nicolás y secretario D. Félix de la Fuente.
Su construcción presenta planta rectangular con cubierta a dos aguas y pequeño atrio cubierto igualmente a dos aguas y una pequeñísima espadaña que alberga una campana. En su interior de paredes encaladas una imagen de San Sebastián, un altar y unos bancos corridos.
Fuente Morales. Dentro de las fuentes existentes en Brunete cabe destacar la mencionada, situada en el Parque Municipal Luis Ortiz Granizo ubicado frente a las escalinatas de la PLaza Mayor e inaugurado el 5 de junio 1999.
La fuente esta constituida por dos frontones de granito y en su parte superior una columna de hierro de la que salen cuatro faroles, siendo el mayor el que contiene dos caños con cabeza de león y cuatro columnas rematadas con adornos de granito en su parte anterior, mientras la posterior presenta un solo caño y una placa con la inscripción:
"Terminadas estas obras en 1928 siendo alcalde D. Jacinto de la Fuente y concejales D. Andrés García, D. Mariano Martín, D. Victor Galderonso, D. Pablo Lucero, D. Luciano Martín, D. Ángel Rufo, D. Segundo Valbuena"
Dentro de las fuentes-abrevaderos existentes se pueden ver el situado el la Plaza del Altozano y el ubicado en la calle Real de San Sebastián ambos del siglo XX y con la particularidad de emplear el abrevadero como una gran maceta.
Bunkers de la Guerra Civil. Dentro de los bunkers y nidos de ametralladora que Brunete tiene en el pueblo y dentro de su límite municipal, dos de los más visibles y accesibles son los situados a las afueras en la carretera que va a Sevilla la Nueva, unos metros antes de llegar a la carretera M-501 o Carretera de los Pantanos.
Fueron levantados por la 20 División del ejército sublevado a partir de octubre de 1938 para prevenir otro ataque del bando republicano, después de producirse una de las batallas más sangrientas de la Guerra Civil, conocida tristemente como la Batalla de Brunete cuya duración fue del 6 al 25 de julio de 1937.
Se encuentra construidos en mampostería, ladrillo y hormigón de forma hemisférica y en los mismos se alojaban una escuadra, es decir de cuatro a cinco soldados bajo las órdenes de un cabo. Unos estaban construidos para albergar ametralladoras con unas troneras más grandes como en el caso del más alejado en la fotografía, y otros como el más cercano con las troneras más pequeñas para fusiles.
SAN SEBASTIAN. 20 de Enero. Antiguo patrón de Brunete. Se comienza el 19 de enero con una misa en la ermita en memoria de todos los hermanos fallecidos. El día 20 se celebra misa y procesión hasta la ermita del santo. para después en el Centro Cultural celebrar una degustación de un aperitivo y limonada ofrecido por la Hermandad y entrega de la tradicional rosca a los hermanos. Por la tarde se subasta el ramo con una banda de música.
SAN ISIDRO. 14 y 15 de Mayo. El día 14 se celebra una acampada libre en la pradera del santo con actuaciones musicales, fuegos artificiales, juegos infantiles y atracciones. El día 15 misa y romería popular con limonada y aperitivos ofrecidos por la Asociación de Labradores, procesión, verbena y bailes.
SANTÍSIMO CRISTO DEL PATROCINIO. Días previos al 14 de Septiembre, siendo este último el día grande de las fiestas con Misa Mayor y vino de hermandad. Todos los días se celebran actividades culturales, deportivas, juegos, torneos, mercadillo, atracciones de feria, tómbolas, fuegos artificiales y música.
Fuentes: Folletos Comunidad de Madrid, WEB Ayuntamiento, COAM, ChatGPT y Paneles explicativos
![]() Ayuntamiento
Plaza Mayor, 1 28690 Brunete, Tfno: 91 815 90 66
Distancia a Madrid: 40 KM Municipios colindantes
Quijorna EN COCHEPor la A42 (Madrid-Toledo) hasta salida M-40. Tomar esta hasta salida Boadilla del Monte. Desde aquí continuar por la M-501 hasta salida a Brunete ![]() AUTOBUSES551 Madrid (Principe Pio)581 Madrid (Principe Pio) 627 Madrid (Moncloa) N907 Madrid (Moncloa) |