Según algunos autores basan el nombre que significa valle de aves.
Gentilicio: Valdeavereño/as
Aunque el asentamiento en tiempos prehistóricos sea muy probable, sin embargo lo cierto que las primeras noticias de presencia humana aquí, proceden de tiempos del imperio romano, debido a la aparición de una lápida funeraria del finales del siglo II o principios del III d.C.. DEl paso delos visigodos por el lugar no hay existen indicios, aunque por los vestigios encontrados en los alrededores pudieran que si estuviesen asentados aquí, o por lo menos bajo su influencia.
Algunos autores contemplan a pesar de la ausencia de restos que lo aseveren, que el pueblo es de origen árabe. Lo cierto es que los musulmanes estuvieron asentados en la vecina Talamanca, lo cual nos puede llevar a que algunos de los mismos se decidiesen establecerse aquí fundando una granja de labor. Talamanca de origen romano, fue fortificada por los árabes en el 854 para defenderse de los posibles ataques cristianos, no pudiendo evitar que seis años más tarde fuera tomada y saqueada por el rey Ordoño I de Asturias y el Conde Rodrigo. Repoblada de nuevo por los árabes, se la añadió la fortaleza Alqulaya la futura Alcolea, que protegía la cabecera del rio Torote.
Reconquistada por Álvar Fáñez , estos territorios pasan a Alfonso VI, quien cede la plaza de Alcolea de Torote, junto con sus aldeas entre las que se encontraría Valdeavero, al Conde García Ordóñez. Después de alguna donación y venta de esta villa, pasa manos de la condesa Emersinda de Narbona, viuda del conde Manrique Nuño Pérez de Lara que lo compró por 1.000 maravedís en 1155. La citada condesa cediendo en 1174 la mitad de lo heredado al monasterio burgalés de Santa María de la Vid a cambio de una yegua, tres vacas, doscientas ovejas y una pensión vitalicia de 20 maravedíes a partir de sexto año. La cesión fue confirmada por el rey Fernando III el Santo en 1220, suponiéndose que entre las aldeas del alfoz de Alcolea aunque no apareciesen mencionados los núcleos de Valdeavero, Galápagos, Ribatejada y Torrejón. Las tierra estuvieron en manos del monasterio hasta 1311, año que por permutación de tierras, cae en manos la monjas de Santa Clara de Guadalajara. En 1323 las monjas venden el señorío al arzobispo Juan de Argón, quien lo incorpora a la Mesa Arzobispal de Toledo. Dos siglos más tarde Alcolea adquiría el rango de vicaría, teniendo en su alfoz las aldeas de Galápagos, Ribatejada, Torrejón y Valdeavero.
En el siglo XVI en 1574 el rey Felipe II a cambio de una renta anual de 7.688,5 maravedíes, apartó Alcolea y su alfoz del Arzobispado de Toledo para integrarla en la Corona.Sin embargo un año después la corona cedió el señorío a cambio del dinero que se le debía, al banquero genovés Nicolao Grimaldo. Casi inmediatamente después este nuevo propietario, vendió Alcolea y sus aldeas al licenciado Hernando de Ávalos y Sotomayor, heredándolo después en 1580 su hijo Francisco de Ávalos, quien dejó en suspenso la operación porque cada una de las villas afectadas decidieron ejercer su derecho de tanteo para su rescate, correspondiendo a Valdeavero pagar 1.483.137,5 maravedíes. Esta operación incluía el derechos al Privilegio de Villazgo, que fue firmado por Felipe II en El Pardo el 12 de noviembre de 1583.
Valdeavero pese haber obtenido la independencia judicial, en las cuestiones administrativas y económicas, seguía integrada todavía junto con Torrejón, Galápagos y Ribatejada a la Comunidad de Villa y Tierra de Alcolea de Torote, se vio amenazada por el elevado importe pagado por la obtención de villazgo, que se sufragó por un préstamo con un coste anual que se pagó con la venta de las alcabalas. El cobro del mencionado impuesto junto con otros paso a manos de Francisco Antonio Diaz, sin que por ello no se solucionasen los problemas económicos de Valdeavero, toda vez que a principios del siglo XVIII se producen un sin fin de calamidades, como las tempestades sobre los sembrados en 1705, siguiendo por el saqueo sufrido durante la Guerra de Sucesión por las tropas del archiduque Carlos de Austria, diversas enfermedades en 1708 donde murieron muchos de su habitantes.
En 1713 la villa fue adquirida`por el Marqués de Campoflorido, adquiriendo el señorío jurisdiccional de Valdeavero junto con su vecina Valdeaveruelo. En las escrituras de venta se establecieron los derechos habituales del señorío jurisdiccional, que permitían al Marqués nombrar los oficios de Alcalde Mayor, teniente, alcaldes ordinarios y de la hermandad, regidores, procurador síndico general etc., aparte de autorizar al Señor a construir un palacio en el lugar que eligiese, comprometiéndose la villa en reconocimiento del señorío y vasallaje, a dar al señor y sucesores por Navidad todos los años el regalo correspondiente.
El marqués aparte de construir el palacio, se dedicó a comprar diversas tierras de labor, viñedos y olivares en las dos villas mencionadas, con el fin de sumar la propiedad territorial a la jurisdiccional. A su fallecimiento en 1726, su viuda Isabel Fernández de la Herrán y Alvarado, sigue ampliando posesiones. Sin embargo por sorpresa en 1731 vende el señorío y las tierras a Nicolás Fernández de Córdova y Figueroa d e la Cerda y Aragón, a la sazón X duque de Medinaceli. Tras el fallecimiento de duque en 1739, no consta que su hijo y heredero, Luis Antonio Fernández de Córdova y Figueroa Spínola de la Cerda, XI duque de Medinaceli, siguiera disfrutando de las posesiones donde había pasado su infancia, sin embargo mantuvo el señorío.
Al fallecimiento del XI duque de Medinaceli el 14 de enero de 1768, hereda el señorío y el título su hijo Pedro de Alcántara Fernández de Córdova, quien lo vendió nuevamente en 1773 a Martín de Martiarena Zamarquilena, a su fallecimiento en 1785 pasa la propiedad a sus nietos, bajo la tutela de su padre Lucas de San Juan. En 1787 muere este último, pasando la tutela de sus hijos y herederos a Ventura de San Juan que funda un mayorazgo, quien a su muerte en 1794 deja de heredera a su nieta María Severa, esposa de Pedro María Gauna Portocarrero, marqués de Cerbera. En 1800 muere esta última, pasando el señorío de Valdeavero y Valdeaveruelo a su hijo Rafael Gauna San Juan.
En el siglo XIX en 1811 las Cortes de Cádiz dictan la abolición de los señoríos jurisdiccionales, aunque no fueron eliminados definitivamente en 1833. Como consecuencia de lo mismo Rafael Gauna San Juan pierde los derechos de cobrar impuestos y nombrar cargos públicos, sin embargo sigue conservando todas las propiedades. En 1837 tras su muerte, pasan todas las propiedades por herencia a su tío Mariano San Juan Martiarena, el cual adquiere el compromiso de pasar una renta vitalicia de 5.000 reales anuales a la viuda de su sobrino, María Magdalena Scorcia y Pascual. A la muerte de esta en 1848, Mariano San Juan Martiarena recupera la totalidad del mayorazgo, convertido ya en conde consorte de la Cimera.
En 1854 Valdeavero se incorpora al partido judicial de Alcalá de Henares de la provincia de Madrid. En 1861 Mariano San Juan vende su hacienda de Valdeavero a Antonio de Hompanera y Enríquez, quien mantuvo la propiedad hasta su fallecimiento en 1884, que se hizo cargo de la misma su heredera Carmen Méndez Hompanera. Con el temprano fallecimiento de esta última, paso la propiedad a su padre Rafael Méndez de las Heras, que a su vez se las vendió en 1892 a los hermanos Eduardo y Josefa Aldeanueva de las Heras. Con el fallecimiento de Eduardo, lo heredaron sus cinco hijos que vendieron la hacienda a varios propietarios, quedando como último propietario Félix Sanz Sanz.
El siglo XX viene marcado por la Guerra Civil con la destrucción del retablo mayor y de imágenes en la parroquia y ermita, así como la disminución de población hasta bien pasada la mistad del siglo XX que se empezaron a construir nuevas viviendas en el núcleo urbano así como en las urbanizaciones de La Soledad, Las Palomas y La Cardosa, siendo en estas últimas generalmente chalets individuales, siendo las principales actividades económicas la construcción y el sector servicios.
Empezamos la visita por la Plaza de la Constitución, centro neurálgico del pueblo, en donde además de celebrarse los festejos, se ubica el Ayuntamiento. Se trata de un edifico proyectado en 1950 por el arquitecto Daniel Zavala, finalizándose la obra en 1951.
La construcción del mismo presenta muros de fábrica de ladrillo macizo con mortero de cemento en la planta baja, mientras que la planta baja se utiliza la misma clase de mortero pero con fábrica de ladrillo hueco. Las paredes exteriores están enfoscadas con mortero de cemento y estuco a la cal, con zócalo de revoco pétreo. El ladrillo de mesa al descubierto, es el que se emplea en las esquinas, impostas, guarniciones de huecos y cornisas.
La fachada principal del edificio presenta tres partes totalmente simétricas, dos laterales más estrechas que la central. En las primeras se ubican una ventana por planta en cada una de ellas, mientras la central en la planta baja se encuentra un porche con tres arcos de medio punto que conducen a la puerta de entrada, que a su vez tiene una ventana por cada lado. En la planta superior existe una balconada corrida con pilastras de ladrillo de mesa al descubierto, con barandilla de forja, tres huecos frontales que sirven de acceso al mencionado balcón, asi como una pequeña ventana en el lado izquierdo según vista frontal.
En la misma plaza se encuentra el antiguo frontón, con una plaza en su exterior que dice textualmente:
Edificado por derrumbe del anterior en 1915. Construido con cal, canto, ladrillo y cemento por el maestro albañil del pueblo D. Dionisio González Esteban, su hijo D. Tomas González Trillo y peones a sus órdenes.
Su coste fue de 1268.80 pesetas de las que 333 se obtuvieron de aportaciones populares y el resto fue costeado por el Ayuntamiento. siendo Alcalde D. Emilio Sanz y Secretario D. Hilario Sanz.
Se inauguró el 20 de mayo de 1917 por jugadores de Valdeavero, Camarma y Daganzo, reinando la mayor cordialidad y alegría entre ellos y en todo el pueblo.
Dedicado con cariño a su memoria.
Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción. Desde la Plaza de la Constitución, subiendo por la Calle del Palacio, llegamos a la iglesia parroquial.
Se trata de una construcción del siglo XVI, reconstruida en los años 1639 y 1768 y posteriores rehabilitaciones en los años 1945, 1998, 2001 y 2002. De planta rectangular y una sola nave prolongada en la cabecera cuadrada de la misma anchura y sin crucero, separada de la nave por un arco toral de medio punto.
En el costado izquierdo se encuentra adosada la sacristía con un paso voladizo que enlaza la iglesia con el antiguo palacio señorial. En el lado derecho se encuentran las capillas del Rosario y de la Concepción, con cubiertas coronadas por sendos chapiteles. A su lado e igualmente adosado se encuentran los antiguos salones parroquiales.
Del interior destacar el balcón existente en el presbiterio encima de la sacristía, desde el cual escuchaban los oficios religiosos los señores del palacio. Del retablo mayor la imagen barroca de la Virgen de la Asunción, la de San Roque de entre los siglos XVII y XVIII y la de Santo Domingo de Guzmán de mediados del siglo XVII. De igual manera es digna de ver la pila bautismal monolítica del siglo XVI o anterior.
La torre-campanario de tres cuerpos separados por impostas, levantada totalmente en ladrillo descansa sobre un tarjetón rectangular apaisado rehundido en la parte superior. El primer cuerpo presenta en su centro un óculo circular, el segundo de escaso tamaño, y el tercero con cuatro vanos con arcos de medio punto donde se alojan las campanas, teniendo ubicado en el centro del mismo un reloj. El conjunto se encuentra culminado por un chapitel piramidal revestido de pizarra, coronado por un pináculo de plomo o zinc rematado por una bola con veleta y cruz de cerrajería.
Palacio de Campoflorido. Situado en la Plaza del Palacio adyacente a la Iglesia Parroquial. Fue levantado por el Marqués de Campoflorido al poco de adquirir el señorío en 1713, toda vez que en una de las clausulas de contrato de compra-venta se establecía el derecho a levantar un palacio, en el sitio o lugar donde eligiera, salvo que se tratase de una finca de un particular, ya que en este caso tenía que satisfacer una cantidad como compensación.
El terreno donde se construyó no solo comprendía el palacio, sino que constituía una explotación agropecuaria, ya qe tanto el como su viuda se dedicaron a comprar tierras en sus alrededores. En 1731 se vende el señorío al X Duque de Medinaceli, junto al título se valoran los beneficios que producían el arrendamiento de la huerta cercada y adyacente al jardín, así como de los frutales, el molino harinero con tahona y algunos elementos más. En ese mismo año y a pesar de que el palacio posee capilla propia, debido a la cercanía de la iglesia hicieron construir un arco con pasadizo al objeto de poder acceder a una tribuna particular sobre la capilla mayor.
En 1776 los duques debido a la ruinosa explotación de esos bienes, mediante un contrato de compra-venta ceden toda la explotación y el palacio a Martín de Martiarena Zamarquilena, el cual para poder hacer rentable su reciente adquisición introdujo diversas mejoras, ademas de cambiar el escudo, que reproduce las armas acoladas del matrimonio Martiarena y Lecaroz bajo el blasón ajedrezado propio del valle navarro del Baztán del que eran naturales.
En 1861 adquiere todo esto Antonio de Hompanera y Enríquez. En 1909 los herederos de este último dividieron la propiedad en siete lotes con el fin de venderla, convirtiendo el palacio en dos viviendas independientes, dejando la portada central original y aperturando dos entradas nuevas a cada lado de la fachada principal. Dejando aparte las viviendas citadas bastante restauradas, el conjunto se encuentra casi en abandono.
Atravesamos el arco existente entre la Iglesia Parroquial y el Palacio para dirigirnos por el Camino de Valdeaveruelo hasta desviarnos por la calle del Pozo de la Nieve para ver los restos del antiguo palomar, en su origen dentro del terreno del palacio y en la actualidad separado del mismo por una calle de reciente construcción que da acceso aun conjunto de chalets adosados.
El palomar que nos ocupa es uno de los mayores de la Comunidad de Madrid. Se trata de una construcción rectangular con dos patios cuadrados separados por muros de ladrillo y tapial y rodeados por dos galerías perimetrales sucesivas. Los muros se encuentran perforados con numerosos nidales donde se cobijaban las palomas, que producían un beneficio con la venta de pichones y huevos, así como el suministro de palomas para caza con halcones.
El estado que presenta en la actualidad es verdaderamente lamentable con los techos y la mitad de los muros caídos.
Retrocedemos hasta la Plaza de la Constitución para dirigirnos por la Calle Santa Rosalía hasta el cruce de esta con la Calle de Enmedio, donde se encuentra una fuente-abrevadero.
Levantado seguramente a finales del siglo XVIII o principios del XIX, se encuentra construido completamente en piedra granítica con una pilastra en las que se pueden ver dos orificios que albergaban sendos caños, cuyas aguas van a desaguar a un pilón rectangular, que a su vez arroja el sobrante por una hendidura semicircular en su extremo. En la actualidad se encuentra totalmente reconstruido pero sin caños.
Desde el punto anterior nos dirigimos por la Calle de Las Rosas y por su prolongación el Paseo de la Ermita hasta llegar a la Ermita de la Soledad. Edifico de planta rectangular con cubierta a dos aguas, con muros con cajones de mampostería encalada con dobles verdugadas (filas horizontales) de ladrillo.
La entrada se efectúa por una portada de arco de medio punto con un óculo circular en su parte superior. El edifico se remata con una simple espadaña escalonada que cobija un vano con arco apuntado donde se aloja la campana correspondiente. El interior con paredes lisas y techumbre de cielo raso en artesa, se encuentra la imagen de la Virgen de la Soledad.
En el interior del cementerio casi nada más acceder al mismo, se encuentra una pequeña capilla neogótica a modo de panteón familiar. Se trata de una construcción de planta rectangular y paramentos enfoscados y encalados, con una cubierta a dos aguas muy empinada y tejas de zinc imitando a escamas.
En la fachada principal se encuentra la entrada con arco ojival cerrado y puerta de chapa calada. Sobre la misma se encuentran tres placas superpuestas de mármol blanco. En la inferior con ángulos redondeados con la inscripción: CAPILLA/ DE NTRA SRA DEL / CARMEN. Sobre esta otra placa rectangular de mayor tamaño y clavos en las esquinas, con la inscripción con letras en altorrelieve: PROPIEDAD DE / ......../ FUNDADA EN 1921. La última placa mediante un bajorrelieve, se encuentra la figura de la Virgen del Carmen sentada, con un escapulario en su mano derecha y al Niño Jesús sentado en su rodilla izquierda que sujeta otro escapulario.
El interior es sobrio con paredes encalas y una ventana a cada lado con bloques de pavés que proporcionan una buena iluminación. En el frente se pueden ver lápidas sepulcrales de distintos miembros de la familia, un altar con sagrario que descansa sobre las lápidas citadas y en su parte superior una imagen de la Virgen del Carmen de pie con el Niño Jesús sentado a su izquierda
Retrocedemos hasta la Plaza de la Constitución para dirigirnos por la Calle de la Fuente para visitar uno de los lugares más bucólicos en temporada invernal de Valdeavero. Se trata de la Fuente Vieja levantada al finales del siglo XVIII o principios del XIX siendo de tipo mural con dos caños que desaguan el agua en un estanque rectangular. En la actualidad se encuentra bastante reformada, sin embargo aún conserva la galería subterránea de ladrillo que lleva el agua para alimentarla desde un pozo, siendo extraída del mismo mediante un molino de viento instalado en el año 2010 en sustitución del original que existía en los años 1910-1920.
A pocos metros a la derecha de la fuente anterior se encuentra un antiguo lavadero.
Se trata de una construcción seguramente levantada en los tiempos de la fuente mencionada anteriormente. Se compone de dos pilones consecutivos, uno para el enjabonado y otro para aclarado. Ambos pilones se encuentran rodeados por un grueso muro donde se apoyaban las antiguas tablas de lavar.
Los antiguos lavaderos no solo servían para este menester, sino que eran punto de reunión de las mujeres del pueblo en el cual se comentaba lo acaecido en el pueblo.
Después de esta visita continuamos por la carretera de va a Villanueva de la Torre, hasta divisar en una finca particular frente al Palacio de Campoflorido el llamado el Pinoche.
Se trata de uno de los elementos que formaban parte de un ingenio hidráulico, que abastecía de agua al citado palacio. Este sistema hidráulico estaba formado por una torreta prismática con remate piramidal levantada a la fuente llamada de los dos caños, que vierte sus aguas a un estanque rectangular que vierte sus aguas por un conducto subterráneo que desciende por la ladera hasta llegar al Pinoche, que se trata de una torre hueca de ladrillo, a la cual se encuentra unido un muro escalonado que quizás sirviera para desaguar el agua sobrante al arroyo adyacente. De la torre parte un arco escarzano en estado de ruina que permitía que una tubería llevase el agua hasta el palacio.
No se sabe si este artilugio es contemporáneo a la construcción del palacio, o es una de las mejoras que introdujo Martín de Martiarena Zamarquilena cuando adquirió la hacienda. El Pinoche una vez abandonado sirvió como soporte para el nido de una cigüeña y de ahi que sea conocido como el Pinoche de la Cigüeña. La figura de este se incorporó al escudo de Valdeavero.
SAN SEBASTIAN. 20 de Enero. Fiestas Patronales. Actos religiosos, actividades culturales, deportivas etc.
SANTÍSIMO CRISTO DEL SUDOR. 13 y 14 de Septiembre. Actos religiosos. En el fin de semana más próximo se celebran eventos culturales, taurinos, juegos y bailes .
Fuentes: Folletos Comunidad de Madrid, WEB Ayuntamiento, COAM y Paneles explicativos
Ayuntamiento
Plaza de la Constitución, 1 28816 Valdeavero, Tfno: 91 886 44 62
Distancia a Madrid: 56,3 KM Municipios colindantes
Meco EN COCHEPor la A2 hasta salida M-119 dirección Carmama de Esteruelas, desde seguir por la misma carretera hasta Valdeavero.
AUTOBUSES256 Madrid ( Metro Canillejas)251 Alcalá de Henares 255 Alcalá de Henares - Torrejón |
Este sitio web utiliza cookies para mejorar tu experiencia de navegación y ofrecerte un servicio personalizado. Al continuar navegando, aceptas nuestro uso de cookies.