Según cuenta el nombre proviene de una fuente que manaba a las afueras del pueblo, lugar donde hoy se encuentra un pilón, en cuanto a Saz proviene del vocablo salix-icus que significa sauce, el cual nacía a la vera de la fuente citada.
Gentilicio: Fuentelsacenses/as - Sacenses/as.
Los vestigios encontrados en el cercano Cerro Redondo datan como los más antiguos los de la segunda Edad del Hierro entre los siglos V y IV a.C.. De igual manera se han encontrado restos de una ocupación prerromana y rastros de un asiento romano datado en el periodo 100-95 del siglo I a.C. y 125-128 d.C.. Así mismo se han hallado restos de piezas de cerámica árabe, lo que presupone igualmente de algún asentamiento aunque fuese mínimo musulmán.
Sin embargo lo certero es que la fundación del pueblo fue llevada a cabo por un pequeño asentamiento llevado a cabo seguramente posteriormente a la reconquista de esta parte del territorio. En el siglo XI en 1085 Alfonso VI reconquistaba Toledo y debido a esto incorporó a la corona gran parte del territorio de la provincia de Madrid, incluido Fuente el Saz que por aquel entonces pertenecía al alfoz de Talamanca, que en el siglo XII en 1127 junto con otros pueblos de la comarca pasa a depender del Arzobispado de Toledo por donación de Alfonso VII, el mismo que en 1140 cede el señorío a Dª Urraca Fernández, hija de Fernando García de Hita. Posteriormente en 1190 Alfonso VIII vuelve a restituirlas al Arzobispado de Toledo para que este asentara la región, bastante convulsa al encontrarse en una zona fronteriza.
En 1197 sobrevino la invasión de estas tierras por parte de los Almohades causando grandes destrozos, propiciando un retroceso en los avances llevados a cabo después de la reconquista. De nuevo Alfonso VIII logra reconquistar el alfoz de Talamanca y se lo cambia al Arzobispado por el sexmo del Tajuña, cosa revocada en 1214 cuando su sucesor Enrique I lo devuelve al arzobispado, regido por entonces por el Arzobispo Jiménez de Rada, el cual otorga un nuevo fuero a la zona con objeto de impulsar un proceso de repoblación que beneficiaría a toda la región, propiciando que Talamanca se convirtiese en un importante centro comercial favorecida por el abundante tránsito de personas y mercancías que atravesaban estos lugares en sus viajes entre las dos Castillas, consolidándose su desarrollo durante los siglos XIV y XV.
A principio del reinado de Carlos I se desató la guerra de las Comunidades de Castilla producida por las nuevas ideas económicas y políticas del nuevo rey. Muchos de los pueblos de la zona quedaron totalmente destrozados, siendo Fuente el Saz en 1520 cuando comience su reconstrucción, experimentando en los años posteriores el pueblo un notable crecimiento demográfico propiciado por la tener una tierra de buena calidad y bastante productiva.
En el siglo XVI Fuente el Saz en 1554 compra a Felipe II el título de villa de realengo por dos cientos setecientos noventa y un mil setecientos y cincuenta maravedís , adquiriendo por ello la independencia de la Comunidad de Villa y Tierra de Talamanca, con la facultad de nombrar escribano y alguacil, con derechos de penas de cámara y gastos de justicia. Según figura en al Relaciones de Felipe II a finales del siglo XVI, la villa formaba parte del reino de Toledo y pertenecía, desde 1578, a Don Juan Gaytan Ayala, mayordomo del cardenal Príncipe de Bohemia adquirida a Don Esteban Lomini que a su vez lo había recibido por cesión real al arzobispado de Toledo. En estos tiempos la economía se encontraba basada casi exclusivamente a la agricultura con los cereales y la viñas como productos principales, además de pequeñas huertas en la ribera del rio Jarama con plantaciones de hortalizas y algunos frutales. Los cereales eran molidos en unos molinos situados igualmente a la ribera del rio.
Durante el siglo XVII debido a las constantes sequías la población de la villa quedó diezmada, obligando incluso a regular el uso del agua ocasionando conflictos entre los habitantes de Fuente El Saz y Algete. Si esto no fuera bastante, por aquella época casi la mayoría de las tierras pertenecían a la Iglesia parroquial y a otras instituciones generalmente eclesiásticas, que las arrendaban a los vecinos a cambio de unja entrega de trigo y cebada; este tributo unido a los grandes impuestos que tenían que satisfacer a la corona y la constantes hambrunas y epidemias, contribuyeron al deterioro tanto de la villa como de la vida de los vecinos.
Durante en siglo XVIII se agravó otras instituciones y particulares, quedando por supuesto exentas de este pago las numerosas tierras pertenecientes al arzobispado de Toledo. A todo esto se tenía que sumar los pagos que se tenían que hacer a la Corona y los salarios del escribano, los alguaciles, el herrero y otros profesionales que trabajaban allí.
En el siglo XIX, concretamente en 1833 se realizó la división territorial de España llevada a cabo por Javier de Burgos, incluyendo a Fuente el Saz en la provincia de Madrid, dentro del Partido de Alcalá. En 1836 empieza la desamortización de Mendizábal, viéndose afectadas las propiedades que allí tenían las monjas de la Imagen y las Bernardas, no siendo hasta 1843 cuando se produjo la mas importante desamortización de tierras bastante repartidas, siendo uno de los principales afectados la Iglesia Parroquial de Fuente el Saz que tenía arrendados casi la totalidad de sus dominios.
A principios del siglo XX Fuente el Saz la población inició un pequeño incremento, basándose su economía en la agricultura y la ganadería, con una importante producción de cereales, trigo y uva, así como con algo de ganado lanar que propició la construcción de una pequeña fábrica de quesos, que sería por aquel entonces su industria más importante. Durante la guerra civil, el pueblo no sufrió demasiadas consecuencias de la misma, como si ocurriera en otros un poco más alejados, sobre todo los situados en la confluencia del Jarama con el Tajuña. No obstante como casi toda España el pueblo sufrió escasez y algunas pérdidas en la iglesia como pinturas y esculturas.
A partir de los años 60 del siglo XX, el pueblo ve como experimenta un aumento de población y como consecuencia de riqueza, situándose la actividad económica en torno a la construcción con la demolición de casas antiguas y levantamiento de unas nuevas en todo el casco urbano, para posteriormente construir en los años siguientes y hasta la fecha una serie de urbanizaciones, que constituyen la segunda vivienda de muchos madrileños.
Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol. Algunos autores recogen en sus textos una dudosa construcción original de los siglos XII o XIII de etilo gótico en el lugar donde se levanta la actual iglesia. Sin embargo solo se pueden ver restos visibles en el basamento de la torre, debiéndose tratar de una pequeña ermita. El templo ha sufrido reformas y ampliaciones durante los siglos XIX y XX.
La construcción actual fue construida en dos etapas claramente diferenciadas entre los siglos XVI y XVII, construyéndose en la primera fase el levantamiento de la cabecera hasta llegar al crucero, siendo en la segunda cuando se levantaron las naves, para concluirse en el siglo XVII con las portadas trazadas según los modelos herrerianos y cuatro contrafuertes para contrarrestar los empujes de una posible cúpula en el presbiterio.
El templo es de planta rectangular con un interior de tres naves separadas por arcos de medio punto apoyados en pilares cruciformes. La nave central se encuentra cubierta por una bóveda de cañón, mientra que las laterales presentan bóveda de arista. El crucero y la cabecera están cubiertas por bóvedas de crucería de terceletes y combados y el presbiterio con bóveda estrellada. El retablo mayor que se encuentra en el presbiterio de estilo barroco en madera dorada, se encuentra datado en el segundo tercio del siglo XVII tiene banco, tres calles y ático. En los extremos se encuentran tallas anónimas de San Pedro y pinturas de Francisco Ricci realizadas en 1655, con grandes lienzos representativos del martirio de San Pedro, faltándole algunas pinturas perdidas durante la guerra civil. A los pies se encuentra el coro en alto.
Del exterior destacar la torre-campanario situada a los pies levantada sobre un basamento medieval en el lado del Evangelio, presenta su construcción en dos periodos diferentes: al siglo XVI corresponderían los dos cuerpos inferiores, compuestos por muros de mampostería de gran espesor trabados con hiladas de ladrillo separados por una imposta con la típica ornamentación de bolas isabelinas. Los otros superiores serían obra del siglo XVII con fabrica de ladrillo separados igualmente con impostas. En el tercero se encuentran dos vanos con arco de medio punto en cada lado donde se ubican unas campanas, mientras que en el último solo existe un vano igualmente de medio punto por cada lado y una campana en cada uno de los mismos, estando el conjunto culminado por un chapitel de pizarra.
Desde la iglesia parroquial nos trasladamos por la calle Iglesia hasta la Plaza de la Villa donde en la esquina de esta con la calle Constitución, se encuentra el edificio del Ayuntamiento de estilo herreriano, la torre que ocupa la esquina mencionada se encuentra culminada por un chapitel abuhardillado con estructura de madera y revestido de pizarra. Las fachadas se encuentran revocadas sobre un zócalo bajo de piedra, con fábrica de ladrillo en las aristas así como en recercados de huecos y arquerías, en la del lado de la plaza se encuentra un balcón corrido que abarca tres huecos. La entrada se efectúa por el fondo del porche de la planta baja de la torre, al cual se accede mediante dos arcos de medio punto.
En un principio el piso inferior albergaba el despacho del secretario, las oficinas, el juzgado y el calabozo, mientras que en el segundo se encontraba el despacho del alcalde, un salón de sesiones y otras dependencias. En 1998 mediante el plan PRISMA de la Comunidad de Madrid, se llevó a cabo una importante reforma interior ampliando la superficie mediante la excavación de un sótano que acoge el archivo municipal.
En la misma Plaza de la Villa se encuentra una fuente gemela de otra existente a pocos metros al fondo de la calle Martina García.
En ambos casos construidas en granito con un único pilar de planta cuadrada rematado por una bola del cual emerge el único grifo que desagua en una pequeña pila existente en uno de sus laterales, y un banco corrido del mismo material que rodea el resto del perímetro.
Continuando por la calle Martina García nos encontramos a nuestra derecha en el número 12 con el edificio de las antiguas escuelas. Construido en las primeras décadas del siglo XX, corresponde al tipo de edificación para estos usos por las Juntas de Construcciones Escolares y su Oficina Técnica.
El edificio que fue remozado en 1950 por la Junta de Construcciones Sociales, presenta planta rectangular, axial y simétrica con dos entradas bien diferenciadas para niñas y niños, las mismas se efectúan a través de dos porches situados en las esquinas con arcos de medio punto y jambas de ladrillo en sus laterales, teniendo adosados ambos laterales dos pequeñas construcciones de menor altura que hacían las veces de aseos.
El edificio se encuentra levantado sobre gruesos muros de cagas perimetrales con cubierta a cuatro aguas y teja curva. Las fachadas presentan una combinación de texturas de ladrillo con entrepaños revocados. El interior estaba compuesto en cada ala por dos espacios, una menor para los docentes destinada a despacho y reunión de los mismos, y otra más amplia con entrada desde el mismo vestíbulo que la anterior, que hacia de aula y cuyos ventanales dan a la parte posterior de la construcción.
En 1950 el edificio fue remozado por la llamada Junta de Construcciones Sociales para mejorar la habitabilidad del mismo. Posteriormente se convertiría en un Centro de Servicios Sociales.
Volvemos a la Plaza de la Villa para desde aquí desviarnos por la calle Constitución hasta alcanza el esquinazo de la Avenida del Pilar con la calle Talamanca, donde se encuentra una de las construcciones más antiguas del pueblo y donde deje aparcado el coche a mi llegada al pueblo. Se trata de la Fuente de los Caños destinada antiguamente a abrevadero.
El conjunto de planta rectangular, esta compuesto por un murete donde se encuentran ubicados los dos caños que vierten el agua en los tres vasos de escasa altura, siendo más alto y mayor el que se encuentra más próximo al murete. Se ha rehabilitado recientemente encontrándose en estado de limpieza en mi visita.
Desde el punto anterior ya en el coche nos dirigimos a visitar la Ermita de la Soledad. Construcción del siglo XVI aunque no aparece citada con su nombre actual hasta casi mitad del siglo XIX en el Diccionario de Sebastián Madoz, si bien pudiera haber tenido otros nombres de las ermitas existentes en 1580 nombradas como las de San Miguel, San Sebastián, Santa Catalina, y Nuestra Señora de Cagumilla en la actualidad conocida como la de Cigueñela.
Se trata de una construcción de planta casi cuadrangular, con muros con paños de mampostería de canto rodado e hiladas de fábrica de ladrillo, de cierto aire mudéjar. El acceso se efectúa a través de una portada con arco de medio punto rebajado con marco de ladrillo a sardinel, con un pequeño vano enrejado en cada uno de sus lados. Su interior de una sola nave y ábside rectangular. La cubierta apiramidada a cuatro aguas con tejas árabes.
Localización : Camino Viejo de Algete 52
coordenadas : 40°37'45"N 3°30'37"W 40.629167, -3.510278
Para termina la visita al Fuente el Sanz, de nuevo montado en el coche para dirigirme a ver la Ermita de Nuestra Señora de la Ciguiñuela situada a la afueras del pueblo, en el interior del cementerio municipal.
Existe la historia que en este lugar se apareció la Virgen a unos pastores después que esta aparición fuese anunciada por la presencia constante de unas cigüeñas en este lugar, si bien constan unas referencias que hablan de una pequeña construcción a modo de ermita en este mismo lugar. Estas referencias aparecen en las Relaciones de Felipe II de 1580, en las que se mencionan cinco ermitas en esta villa: San Julián, Santa Catalina, San Sebastián, San Miguel y una llamada Nuestra Señora de la Cagumilla que algunos autores la han identificado como la de la Ciguiñuela.
La construcción actual se data de los siglos XVII y XVIII, de planta rectangular y una sola nave con bóveda de cañón, siendo sus muros gruesos con texturas mudéjares con hiladas y paños verticales de ladrillo, que enmarcan cajas de mampostería de cantos rodados y cúpula sobre el presbiterio. Se accede al interior mediante una portada con arco de medio punto, teniendo sobre ella una hornacina y un vano enrejado. La espadaña se levanta sobre una pirámide truncada con dos pináculos en los extremos y campana ubicada en un vano de medio punto.
Localización : Carretera M-111 dirección Madrid en el interior del cementerio.
coordenadas : 40°37'13"N 3°31'59"W 40.620278, -3.533056
LOS MAYOS. 1 de mayo. Colocación por parte de los mozos de un tronco en la plaza y posterior canto de mayos a la Virgen de la Cigüeñuela
VIRGEN DE LAS CIGÜEÑUELAS Y CRISTO DE LA MISERICORDIA. 6 de septiembre. Fiestas Patronales. El día 6 se traslada la Virgen su ermita en el cementerio, antiguamente estaba siempre allí. El día 7 misa y procesión del Cristo por las calles. El día 8 se vuelve a llevar a la Virgen a la Iglesia Parroquial, quemando rastrojos del camino a su paso, ademas de recibirla en el pueblo con hogueras y cohetes. En todos estos días ademas de los actos religiosos mencionados, se celebran festejos taurinos, actuaciones musicales y bailes.
Fuentes: Folletos Comunidad de Madrid, WEB Ayuntamiento, COAM y Paneles explicativos
Ayuntamiento
Plaza de la Villa, 1 28140 Fuente el Saz de Jarama Tfno: 91 620 00 03
Distancia a Madrid: 40,5 KM Municipios colindantes
Algete EN COCHEPor la A1 hasta salida 23 dirección Cobeña por la M-100, en la primera glorieta desviarse por la M-111 hasta Fuente el Saz de Jarama.
AUTOBUSES184 Madrid (Plaza de Castilla)197 Madrid (Plaza de Castilla) 254 Alcalá de Henares |
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