Originalmente se pudo llamar "Valle del aceite", por estar situado efectivamente en un llano rodeado de pequeñas colinas donde abunda el cultivo de los olivares y pequeños viñedos. Con el paso del tiempo ese valle del aceite se convirtió en "VALDARACETE".
Otra de las teorías existentes se basa en que este pueblo era tierra de moros, siendo señor del mismo uno que se llamaba "ACETE" y de ahí el nombre de "Valle de Acete", que posteriormente se pasó a llamar "VALDARACETE".
Gentilicio: Valdareceteños / Esparteros
El origen de Valdaracete se pierde en el tiempo debido a la falta de estudios arqueológicos en la zona. Sin embargo, los hallazgos en municipios vecinos sugieren que la región estuvo habitada desde tiempos prehistóricos. No hay constancia de asentamientos permanentes en Valdaracete hasta época medieval, aunque algunos relatos del siglo XIX mencionan el hallazgo de sepulturas cubiertas con losas en 1214, lo que ha llevado a algunos cronistas a especular sobre una posible ocupación islámica en la zona.
El primer gran hito en la historia de Valdaracete fue la conquista de Toledo por Alfonso VI en 1085, lo que trajo consigo la ocupación cristiana de toda la ribera del Tajo. Sin embargo, esta victoria no se tradujo en una repoblación inmediata, ya que la zona quedó vulnerable a incursiones musulmanas procedentes de fortalezas como Uclés, Oreja y Alcalá. La situación permaneció inestable hasta que Alfonso VII logró tomar Oreja en 1139, asegurando con ello la línea defensiva en el Tajo.
A finales del siglo XII, Alfonso VIII confió la defensa de la zona a la Orden de Santiago. En 1171, la recién creada Orden recibió el castillo de Oreja junto con varias aldeas, entre ellas Valdaracete, como parte de una estrategia para contener los ataques almohades. Aunque la fecha exacta de la fundación de Valdaracete es desconocida, se sabe que ya existía en 1194, cuando se menciona junto a Fuensaúco en los registros de la Orden de Santiago. Ambos lugares quedaron integrados en la Encomienda de Estremera.
La ubicación estratégica de Valdaracete, cerca de rutas comerciales y con acceso a recursos naturales como la sal de Belinchón, convirtió a la villa en un punto de interés tanto para la Orden de Santiago como para el Arzobispado de Toledo, lo que provocó múltiples disputas por el control de tierras y derechos de explotación. En 1180, el arzobispado y la Orden se enfrentaron en varios litigios sobre los territorios de Oreja, Alarilla y Villarejo, así como los situados entre el Tajo y el Tajuña. En la mayoría de los casos, los fallos favorecieron a la Orden de Santiago, que consolidó su dominio en la región.
En el siglo XIII para evitar más conflictos, en 1277 se estableció una jurisdicción especial conocida como "hermandad y concordia" entre el Arzobispado y la Orden de Santiago. Este pacto garantizaba la mediación en disputas y la administración conjunta de los pueblos a ambos lados del Tajuña. Como parte de este acuerdo, se establecieron jueces en Carabaña y Valdaracete, encargados de resolver los pleitos en la comarca.
En el siglo XIV en 1328, el maestre de la Orden de Santiago, Vasco Rodríguez, tomó una decisión clave para el futuro de la zona al conceder carta de población y el castillo de Fuentidueña a 45 vecinos, con la posibilidad de ampliar el número hasta 60. Esto atrajo habitantes de Valdaracete, Fuensaúco y Morata, lo que afectó a la demografía de Valdaracete, aunque en esa época contaba con aproximadamente 300 vecinos, una cifra considerable para la época.
En el siglo XV los registros santiaguistas de 1480 mencionan la existencia de un concejo en Valdaracete, con una iglesia bajo la advocación de San Juan. Se trataba de un templo bien cuidado pero con escasos recursos económicos. La administración del pueblo se repartía entre el Arzobispado de Toledo y la Orden de Santiago, que controlaban las rentas del pan, vino y ganado. También se hace referencia a la existencia de un hospital bajo la advocación de San Juan Evangelista, destinado a indigentes, lo que refleja un cierto nivel de organización y bienestar social.
A finales del siglo XV, la influencia de la Orden de Santiago comenzó a declinar. Tras la guerra sucesoria entre Isabel la Católica y Juana la Beltraneja, los Reyes Católicos asumieron el control de las órdenes militares. En 1499, Fernando el Católico fue nombrado maestre de la Orden de Santiago, eliminando su autonomía y sometiéndola al poder real. En 1523, el papa Adriano VI confirmó esta vinculación a la Corona, lo que transformó la administración de Valdaracete y sus alrededores.
Durante el siglo XVI, la influencia de la Orden de Santiago disminuyó en favor de la nobleza. En 1560, Valdaracete y Estremera fueron vendidas a Francisco de Mendoza Vargas, quien más tarde las cedió a Ruy Gómez de Silva, duque de Pastrana y príncipe de Éboli. En esta época, Valdaracete quedó bajo el control de la Casa de Pastrana. En 1580, las Relaciones Topográficas de Felipe II describen a Valdaracete como un pueblo antiguo, administrado desde Pastrana y vinculado al Arzobispado de Toledo. El censo reflejaba 400 casas y una población en crecimiento, favorecida por la expansión de la agricultura y el comercio de productos como el zumaque, utilizado para el curtido de pieles.
Sin embargo, el siglo XVII trajo consigo una crisis demográfica y económica. La población se redujo por guerras, epidemias y malas cosechas. La peste de 1648 y la Guerra de Sucesión Española (1701-1715) afectaron gravemente a la villa. Durante este último conflicto, las tropas del archiduque Carlos de Austria saquearon Valdaracete, destruyendo iglesias y robando provisiones.
A mediados del siglo XVIII, con la llegada de los Borbones, la situación mejoró. El Catastro del Marqués de la Ensenada (1752) documenta la actividad agrícola y ganadera de Valdaracete, destacando el cultivo de cereales, viñedos y olivos. También menciona la existencia de molinos de aceite y fábricas de zumaque. La villa estaba bajo el dominio de la duquesa del Infantado, heredera de los Pastrana.
El siglo XIX trajo consigo importantes cambios administrativos. En 1833, con la nueva división territorial de Javier de Burgos, Valdaracete pasó a formar parte de la provincia de Madrid, integrándose en el partido judicial de Chinchón. La desamortización de Mendizábal (1836) tuvo poco impacto en la villa, ya que solo se vendieron ocho fincas. La economía continuó basándose en la agricultura, destacando el cultivo de zumaque y la espartería, así como la producción de aceite y harina.
En 1888, la villa contaba con 384 vecinos y 1.293 habitantes, aunque el número de familias pobres aumentó considerablemente. La precariedad en las viviendas y la falta de infraestructuras reflejaban la crisis del siglo XIX.
A principios del siglo XX, Valdaracete experimentó una leve recuperación. En 1910, el censo registró 1.393 habitantes y en 1928, 1.450. Sin embargo, la Guerra Civil Española (1936-1939) dejó estragos en la localidad. Durante el conflicto, se construyó el ferrocarril de los 40 días, que atravesó la zona, pero fue desmantelado en 1940. En la posguerra, la localidad sufrió un fuerte retroceso. En 1960, la población era de 1.319 habitantes, pero la emigración hacia Madrid redujo esta cifra a 906 en 1975 y 737 en 1986. La mecanización agrícola y la falta de industrias agravaron la crisis económica.
En el siglo XXI, Valdaracete ha experimentado un aumento en las segundas residencias, pero la despoblación sigue siendo un desafío. En 2004, el padrón registraba 621 habitantes, reflejando un cambio en el modelo económico y social.
Si nos dirigimos a Valdaracete por la M-222 desde Villarejo de Salvanés, lo primero que veremos a nuestra izquierda serán los "Colegios públicos", típica construcción de trazado y estilo de las construcciones ferroviarias de principios del siglo XX. A un centenar de metros e igualmente a la izquierda se encuentra la capilla de "San Cristóbal", patrono de los conductores.
Desde aquí giraremos por la primera calle a la izquierda (calle de San Juan) para pasar por la plaza de Los Mesones donde se encuentra la "Casita de Niños", y anejo a la misma nos encontramos con "El Parque".
La Ermita de la Virgen de la Pera, patrona de Valdaracete. Su construcción puede datar de los años 1810-1820 según la existencia de una pila bautismal encontrada y datada en 1820 (hoy desaparecida).
En su interior que consta de una sola nave con arco de medio punto, existe un retablo de reciente construcción presidido por la talla de la Virgen de la Pera, réplica de la original que se encuentra perdida pero de la que se conservan fotografías.
El crucero está coronado por una cúpula rebajada sobre pechinas.
Una vez terminada la visita a la Ermita nos dirigimos a la Plaza de la Constitución donde como es costumbre se alza el "Ayuntamiento" construido al más puro estilo tradicional con arcos y balconada.
Desde aquí y por la Calle Rumbeles para desviarnos al final por la calle Cuatro Esquinas a la "Plaza del Mercado" donde podemos observar casas típicas castellanas con "ESCUDOS" en sus fachadas.
De vuelta a la plaza de la Constitución nos dirigiremos a través de la "Calle de la Iglesia" a la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista.
La construcción de la iglesia Parroquial de San Juan Bautista se inició el "año 1593" y finalizó en el "año 1607" según las inscripciones en el arco mayor del templo así como en los "Documentos" encontrados. Seguramente fue financiada por el Duque del Infantado, que por aquel entonces era propietario de Valdaracete y con el permiso del Arzobispado de Toledo. Por documentos aparecidos parece ser que se trata de una ampliación de otra iglesia existente. La causa al igual que la Iglesia del vecino pueblo de Brea de Tajo, fue el crecimiento de fieles en el municipio.
El templo se encuentra levantado en mampostería con refuerzo de sillares en las esquinas, zócalos, dinteles y molduras. Adosados al cuerpo central se encuentran la Sacristía y la capilla de San Jose. La planta es de "Cruz latina" y de una sola nave cubierta con bóveda de cañón con lunetos y delimitada con pilastras toscanas y arcos de medio punto, encontrándose a los pies un "Coro" elevado sobre tres arcos de piedra y debajo de los mismos una pila bautismal y otra de estilo románico que en su día contenía "Agua bendita" para santiguarse a la entrada del templo.
La torre consta de dos cuerpos sustentados por un zócalo de sillería. El primer cuerpo con dos ventanas recercadas de ladrillo se encuentra levantada el mampostería, el segundo cuerpo se perdió en 1903 levantándose uno nuevo en ladrillo enfoscado, ubicándose en el mismo cuatro vanos de medio punto, uno en cada lado, donde alojan las campanas.
A través del paso del tiempo se fueron uniendo algunos elementos arquitectónicos como la Capilla del Santísimo Cristo Ecce Homo cuya primera piedra se puso el 29 de abril de 1664. Según los planos de la reparación de la torre en 1775, la capilla tenía tres altares con sus retablos, una cúpula y en el centro se encontraba la talla de madera del Cristo colocada en 1726. En el año 1898 la capilla se encontraba en estado ruinoso y se reconstruye en el año 1933 pareciendo un lugar completamente nuevo. En 1936 en el transcurso de la guerra civil se destruyó completamente, perdiéndose todos los retablos, tallas y documentación. En la actualidad la entrada se encuentra cerrada y ocupada por una talla de Jesucristo Nazareno.
VIRGEN DE LA PERA. 30 de Abril. Fiesta en honor a la patrona del pueblo, con procesión desde la ermita a la iglesia, verbenas y actos taurinos. A las 12 de la noche se cantan los típicos MAYOS y jotas en honor de la Virgen. Los Mayos consisten en música y canciones con que en la noche del último día del mes de Abril los mozos obsequian a las solteras.
DOMINGO DE RESURRECCIÓN. Degustación del típico hornazo.
SAN CRISTÓBAL. 10 de Julio. Procesión en coche hasta la ermita, para rendir homenaje al patrón de los conductores.
SANTÍSIMO CRISTO DEL ECCE HOMO. 14 de Septiembre. Fiesta en honor al patrón del pueblo. Procesión, Misa Mayor, encierros y verbenas con baile.
Fuentes: Folletos Comunidad de Madrid, WEB Ayuntamiento, COAM, ChatGPT y Paneles explicativos
![]() Ayuntamiento
Plaza de La Constitución, 1 28594 - Valdaracete Tfno: 91-873-95-90
Distancia a Madrid: 62,3 KM Municipios colindantes
Carabaña EN COCHE1º.- Por la A3 (E-905) Madrid-Valencia hasta salida 48 dirección Villarejo de Salvanés, después de atravesar este último municipio, continuar por la M-222 hasta Valdaracete. ![]() AUTOBUSES351 Madrid (Ronda de Atocha,12)351 Madrid (Conde de Casal) 350A Arganda (Hospital) |