Existen diversas versiones acerca del origen del nombre de Valdilecha. En primer lugar existe un versión popular por la cual se derivaría de Valle de la leche, derivado de los abundantes ganados existentes que proveerían de leche hasta a la Casar Real.
Otra teoría seria que el nombre proviene del término latino Vallis dilecta que traducido seria Valle preferido que por corrupción del vocabulario acabaría como Valdilecha.
La última sería la mantenida por Menéndez Pidal, el cual atribuye el nombre a una tribu contemporánea de los visigodos, llamada cileros o chileros, cuya presencia quedó marcada por la abundancia de ches en los nombre de los pueblos de la zona como Loeches, Ciloeches, Vilches o Valdilecha
Gentilicio: Valdilecheros/as
Los restos arqueológicos en Valdilecha son escasos, pero se han hallado fragmentos de cerámica campaniforme en el barranco del Conejero, lo que indica presencia humana desde la prehistoria. Se cree que el cerro del Castillejo pudo haber sido un fortín prerromano reutilizado en la época medieval.
Los primeros registros escritos del pueblo aparecen en el siglo XII, cuando tras la conquista de Toledo en 1085 por Alfonso VI, la zona pasó al control cristiano. Sin embargo, las tierras fueron disputadas con los almorávides, quienes retomaron Alcalá en 1108. La reconquista definitiva llegó en 1118 por parte del obispo Bernardo de Cluny. Se cree que Valdilecha se fundó en este período y pasó a depender de la Comunidad de Villa y Tierra de Alcalá de Henares, bajo el fuero otorgado por el arzobispo de Toledo.
En 1190, Alfonso VIII concedió Valdilecha y otras aldeas a Segovia, pero en 1214 las devolvió a Toledo. Desde entonces, formó parte del "Cuarto del Campo" de la Tierra de Alcalá, compartiendo gobierno con otras localidades.
Para el siglo XIII, ya existía la iglesia de San Martín, construida en estilo mudéjar, posiblemente sobre un templo anterior destruido en 1197 durante una incursión almohade.
En 1277, el arzobispo de Toledo y la Orden de Santiago establecieron la Concordia del Tajuña para evitar disputas entre los pueblos de ambas jurisdicciones. Esta hermandad regulaba los aprovechamientos comunales de la tierra y establecía jueces en Valdaracete y Carabaña.
A comienzos del siglo XVI, Valdilecha tenía unos 60 vecinos (aproximadamente 250 habitantes). En 1556, obtuvo el privilegio de villazgo, lo que le otorgó autonomía respecto a Alcalá y permitió la elección de autoridades locales. Este crecimiento se debió a la transición de una economía basada en la ganadería a otra más agrícola. La Corona impulsó la perpetuación de los baldíos en 1570, permitiendo que los campesinos compraran tierras comunales. En esta venta, 181 vecinos adquirieron 4.267 fanegas, asegurando su posesión. En 1578, Felipe II desamortizó tierras eclesiásticas y vendió Valdilecha a un banquero genovés, Esteban Lomelín, por 10,1 millones de maravedís. Sin embargo, tras su muerte en 1580, su viuda revendió el señorío en 1582 a Sebastián Cordero y Nevares de Santoyo, funcionario de la Corona.
Durante el siglo XVII, la villa cambió de propietarios varias veces. En 1628, el señorío pasó a Manuel de la Vega Acuña y Mendoza, y más tarde a la familia Pereyra, que lo retuvo hasta la abolición de los señoríos en el siglo XIX.
En el siglo XVIII, Valdilecha sufrió los efectos de la Guerra de Sucesión (1701-1713). En 1717, se documentaron 61 vecinos, cifra que creció hasta 117 en 1752. Según el Catastro de Ensenada, la economía giraba en torno al cultivo de trigo, cebada, aceite, vino y cáñamo, además de la explotación de olivares y viñedos. El comercio era modesto, con molinos de aceite y hornos de pan. A finales del siglo, el Censo de Floridablanca de 1787 registró 641 habitantes, lo que muestra un crecimiento sostenido.
Durante el siglo XIX en 1801, Valdilecha pasó de la Intendencia de Toledo a la de Madrid. En 1811, las Cortes de Cádiz abolieron los señoríos, y aunque Fernando VII los reinstauró brevemente, fueron eliminados definitivamente en 1833.
En 1834, una epidemia de cólera afectó gravemente a la población. En 1843, con la Desamortización de Mendizábal, se vendieron tierras del clero y en 1855, con la de Madoz, también se subastaron bienes municipales. A pesar de esto, la población creció de 870 habitantes en 1828 a 1.175 en 1860. A mediados del siglo XIX, Valdilecha tenía 220 casas, iglesia, tres ermitas y varias fuentes. La economía seguía basada en la agricultura y ganadería, con un pequeño comercio local. En 1876, se elaboró el primer plano topográfico del pueblo. Hacia 1880, apareció el bandolero El Capellán, un antiguo seminarista que, tras ser destituido como alcalde, formó una partida de asaltantes en la comarca. Murió en 1883.
Para 1887, la población había aumentado a 1.412 habitantes, y en 1888 se inauguró el nuevo cementerio.
Durante el siglo XX en 1910, Valdilecha alcanzó 1.795 habitantes y en 1911 se inauguró el Ferrocarril del Tajuña, mejorando las comunicaciones con Madrid. Sin embargo, la estación cerró en 1953 debido a la competencia del transporte por carretera. En la Guerra Civil (1936-1939), la villa no estuvo en el frente, pero sufrió destrucción de retablos y la desaparición de la ermita de San Sebastián. La población cayó a 1.547 habitantes en 1940. Tras la guerra, se emprendieron proyectos de reconstrucción: la restauración de la iglesia parroquial en 1945, la creación de la Colonia de la Paz en 1945, y la construcción del nuevo ayuntamiento (1949). También se edificó la Casa del Médico y clínica de urgencias en 1958.
En los años 50 y 60, la economía seguía siendo agrícola, aunque crecieron industrias como fábricas de aceite, conservas y bodegas. En 1967, se inauguró la Biblioteca Pública Municipal. Desde los años 70, la población comenzó a descender debido a la emigración a Madrid. Sin embargo, a partir de los años 80, se desarrollaron nuevas urbanizaciones y aumentó la industria.
En el siglo XXI desde 1990, Valdilecha ha experimentado un rápido crecimiento urbano y demográfico. Se han aprobado planes de urbanización y mejorado las infraestructuras. En 1999, se reformó el ayuntamiento y se ajardinó el camino del Rejal.
El sector agrícola se ha reducido, pero persisten cultivos de olivos y viñedos, junto con la industria asociada, como la Cooperativa Vinícola San Isidro y la aceitera Virgen de la Oliva. También hay fábricas de materiales de construcción y comercio variado. En 2005, se inauguró el nuevo consultorio local, y se modernizó la intersección de las carreteras M-229 y M-221 para atender a la creciente población. Hoy, Valdilecha sigue siendo un municipio en expansión, combinando su pasado agrícola con un creciente desarrollo industrial y residencial.
Comenzamos la visita al pueblo dejando el coche en la Calle de la Ronda en su confluencia con la Calle Virgen de la Oliva, frente a la Ermita Virgen de la Oliva, en uno de los puntos más altos del pueblo.
Aunque la actual construcción data del siglo XVIII, en las Relaciones Topográficas de Felipe II de 1576, se afirma que entre los edificios señalados que hay en esta villa es una ermita título de "Nuestra Señora de la Oliva", muy antigua, y nuevamente reidificada de edificio de mampostería cal y canto, muy suntuosa, de crucería de yeso vaciado por dentro, tiene cuatro capillas, hase fecho de limosnas. De esta descripción se puede desprender que la ermita original podría datar del gótico medieval, con cuatro capillas funerarias particulares debido a su fama de sanar coxos y tullidos, y reconstruida en el renacimiento
Se trata de una construcción rectangular, con muros de mampostería vista cuyas juntas han sido rellenadas de con mortero fresco debido al deterioro de las mismas, pudiendo estar los mismos en épocas anteriores, revocados y encalados. Destacan de su exterior los contrafuertes cilíndricos que re fuerzan las paredes y esquinas de la nave y del crucero. De igual manera destaca el crucero por su mayor altura y su cubierta a cuatro aguas que se encuentra coronada por una linterna octogonal con un chapitel apuntado de pizarra. La cabecera se ve prolongada por una construcción dedicada a la sacristía, que iguala en anchura a la nave pero es más baja que esta. Destaca la pequeña espadaña de ladrillo con una única campana, situada a los pies del templo sobre el muro de cara al pueblo.
El acceso se efectúa mediante una puerta con hojas de madera, que se encuentra protegida por un porche de madera y metal sustentado por dos columnas toscanas y cubierta a tres aguas con tejas cerámicas.
Su interior es de una única nave y coro en alto situado a los pies de la misma, encontrándose cubierta por una bóveda de escayola dividida en tres tramos mediante dobles arcos fajones. El crucero se encuentra separado de la nave mediante un arco toral carpanel que se encuentra apoyado en dos pilastras laterales. El mencionado crucero se encuentra cubierto por una cúpula sobre pechinas formada por dos semicírculos unidos por tramos rectos.
Sobre la construcción de la misma existe una tradición que cuenta que, mientras que un pastor paseaba por el campo, se el apareció la virgen sobre un olivo, por lo que fue a avisar a los vecinos para que la contemplaran, decidiéndose entonces construir una ermita para rendirle culto en el mismo lugar de su aparición.
Frente a la ermita de Virgen de la Oliva, se encuentran dos fuentes gemelas separadas por unos metros, se trata de las llamadas Fuente de Nuestra Señora.
Ambas fuentes se encuentran formadas por dos pilones rectangulares levantados con sillares de piedra caliza, que se encuentran adosados cada uno de los mismos por uno de sus lados mayores a unos muros encalados donde se encuentran una especie de fachadas o imafrontes de mampostería, rematados en angulo como frontones, al igual que los muros que los soportan de los cuales sale el único caño. Estos imafrontes son de una moderna rehabilitación aunque cuando los ves, notas que son un implante poco procedente.
En un plano levantado por el Instituto Geográfico y Estadístico en 1876, aparecen estas dos fuentes, por lo que se puede suponer que son de este año o de una época anterior.
A escasos 120 metros de la ermita y fuentes por la misma Calle de la Ronda en dirección norte, se encuentra la Ermita de San José las más nuevas de las existentes, inaugurada el 7 de septiembre de 2006.
Se trata de una construcción de planta rectangular y de un única nave, con muros levantados en mampostería y recercado con la ladrillos en huecos de puertas, ventanas y el óculo del muro trasero. El acceso se efectúa mediante una portada de arco de medio punto que se protege por un porche soportado por dos columnas revestidas de ladrillo y cubierta a un agua con tejas cerámicas. Como coronación sobre el muro que separa la nave del porche, se levanta una pequeña espadaña con doble arco separados por un hueco rellenado con mampostería y ambos con recercado de ladrillo. La pequeña campana se encuentra el el arco interior. Igualmente existe otra pequeña puerta en la cabecera del muro de la epístola igualmente con portada de medio punto.
La hermandad del Patrocinio de San José fundada hace 166 años es una de las más antiguas de la localidad, fundándose para sufragar los gastos ocasionados por los funerales de los hermanos que no se lo podían permitir, así como prestarles ayuda en caso de enfermedad no recibían el salario por no poder ir a trabajar.
Volvemos nuestros pasos pasando por la Ermita Virgen de la Oliva para dirigirnos por la misma Calle de la Ronda en dirección al centro del pueblo, para encontrarnos después de unos 180 metros encontrarnos a nuestra izquierda con la Ermita del Cristo del Amparo.
Se trata de una construcción del siglo XVII de planta rectangular con muros de mampostería, reforzados en las esquinas con sillería. El acceso al interior de una única nave, se efectúa mediante una pequeña escalinata de tres peldaños que conduce a una portada rectangular claveteada con jambas monolíticas de piedra caliza y dintel de madera. La mencionada portada se encuentra protegida por un pequeño porche con estructura de madera que se apoya en dos columnas igualmente de madera, que se apoyan en sendos pies de piedra para protegerlas de las humedades del suelo.
El interior de paredes lisas blanqueadas, con bóveda de cañón dividida en seis recuadros. Al fondo de la nave se encuentra en un nicho rectangular donde se encuentra el Cristo del Amparo y a su izquierda la imagen de la Dolorosa. En el exterior a los pies del templo sobre la cubierta de tejas, se encuentra una especie de espadaña de metal con una pequeña campana en su interior y una cruz como culminación.
Apenas a 250 metros de la Ermita del Cristo del Amparo bajando por la Calle de la Ronda, nos encontramos con la Iglesia Parroquial de San Martín Obispo.
Se encuentra situada en el núcleo histórico de Valdilecha, es un edificio de gran valor arquitectónico que conjuga elementos mudéjares, góticos y barrocos. Su planta está orientada canónicamente con el ábside hacia el este. Se accede al templo a través de dos portadas laterales —norte y sur— que sustituyen a la habitual entrada occidental, ocupada aquí por la torre.
El ábside semicircular, construido en el siglo XIII, es el elemento más antiguo y destacado del conjunto. Muestra una rica fábrica mudéjar, con paños de mampostería entre verdugadas de ladrillo, saeteras con arcos polilobulados y remates en diente de sierra. En su interior conserva un programa decorativo mural con frescos de tradición románica que representan a Cristo en Majestad y un apostolado, enmarcados por arcadas superpuestas de herradura y medio punto. La bóveda de horno original se restauró en los años 70, conservando parcialmente sus pinturas.
El cuerpo de la iglesia se organiza en tres naves separadas por columnas toscanas de sillería sobre las que descansan arcos de medio punto. Las naves laterales se cubren con techumbres de una sola vertiente, mientras que la central lo hace con una falsa bóveda de escayola que oculta la estructura de par y nudillo. Al fondo se ubica un coro elevado, sostenido por zapatas de madera.
La torre, iniciada en el siglo XVII, presenta una estructura maciza en su base de sillería, seguida de un tramo de ladrillo en aparejo toledano que podría conservar elementos mudéjares. El cuerpo superior, también de ladrillo, alberga las campanas bajo arcos de medio punto y se remata con una cubierta de teja a cuatro aguas, que sustituyó al antiguo chapitel de pizarra.
Las fachadas, adaptadas a la topografía del terreno, combinan mampostería vista, sillería en las portadas de medio punto, y elementos de ladrillo decorativo. La sacristía se adosa a la cabecera norte y se cubre con una bóveda de cañón con lunetos.
En su interior destaca la pila bautismal de 1618, labrada por Juan de Praves, junto con otras piezas litúrgicas barrocas y retablos de estilo neogótico y popular del siglo XIX. Así mismo destaca la talla de un Cristo Crucificado del siglo XVII que preside el altar mayor. Tras los daños sufridos en la Guerra Civil, el templo ha sido objeto de varias restauraciones significativas, especialmente en 1978 (ábside y pinturas murales) y en 2006 (interior y torre).
Dejamos la iglesia bajando por la Calle San Martín (muro norte de la misma, hasta llegar a la Calle Fray Luis y después de apenas caminar 80 metros nos encontraremos en la Plaza del Ayuntamiento y en la misma una bonita Fuente Neoclásica, que ya aparecía su antecesora en las Relaciones Topográfica de Felipe II de 1576, en las cuales aparece como "en mitad de la plaza, de agua dulce un caño y otro de agua más gorda, y entramos caños caen en un pilar". La actual correspondería a 1870 según inscripción en un lado del pedestal del que salen los caños.
Se trata de una construcción con un pilón circular formado por piedras de sillería caliza, antiguamente engarzadas entre si mediante lañas metálicas, y en cuyo centro se levanta un pedestal de cemento que sirve como base a una farola fernandina instalada con posterioridad.
Dentro del mismo pilón en uno de sus extremos, se levanta otro pedestal de piedra coronado por una pirámide del mismo material, con tres caños de bronce, de los cuales los que se encuentran en los laterales servían para llenar los correspondientes utensilios de agua, y el frontal para llenar el pilón que servía como abrevadero.
En un lateral de la plaza mencionada, se encuentra el Edificio del Ayuntamiento, proyectado por el arquitecto Luis Fernández Urosa y levantado sobre el solar tras derribar el casino y las antiguas escuelas. Se trata de un edificio de estilo tradicional que ha sido rehabilitado recientemente, conservando su fachada original. Destaca por su pórtico formado por tres arcos de piedra caliza procedente de las canteras locales. En la parte superior de la fachada se sitúa el escudo del municipio, que incluye símbolos representativos como una rama de olivo, una ventana mudéjar y un cauce de agua entre laderas, reflejando la identidad y la historia de Valdilecha.
Anexo al edificio del Ayuntamiento se encuentra una torre que forma parte integral de su estructura. Esta torre, visible en las imágenes del edificio, añade un elemento distintivo al conjunto arquitectónico, aunque no se dispone de información detallada sobre su historia o características específicas. En su fachada existe en la actualidad un escudo de España preconstitucional, labrado en piedra.
Dejamos atrás la Plaza del Ayuntamiento para después d e caminar apenas 15 metros desviarnos a nuestra izquierda por la Calle del Agua para caminar cerca de 500 metros y llegar al Puente de la Vega, para dejar a nuestra derecha los antiguos lavaderos cubiertos, en la actualidad dedicados a un gimnasio.
Este puente se puede suponer que fue levantado a finales del siglo XIX o principios del XX, estando compuesto por cuatro ojos que salva el arroyo de La Vega. Los ojos de muy poca altura, se encuentran formados por bóvedas rebajadas de ladrillo con arcos escarzanos que se encuentran apoyados sobre pilas de mampostería vista que en su final son de sillería. Encima de las bóvedas se encuentra una imposta de ladrillo a la altura del tablero que recorre la longitud del mismo. Los pretiles bastante más modernos, se encuentran formados por cajones exentos de aparejo toledano, con tramos de rejería.
A pocos metros del puente se encuentran los antiguos lavaderos al descubierto. Se trata de una construcción de mampostería con dos grandes pilones rectangulares, precedidos por un rectángulo con una reguera por donde discurre el agua procedente de un frontón piramidal con tres caños que se alimentan de la corriente de la Fuente del Chorro del Rejal. En los bordes inclinados de los pilones auqnue han sido restaurados, se pueden medio apreciar las hendiduras donde se frotaba la ropa haciendo al vez que una antigua tabla de madera para lavar.
Este lugar constituía el lugar de encuentro donde las mujeres aparte de hacer la colada, empleaban el tiempo en comentar sobre los últimos acontecimientos ocurridos en el pueblo así como de hacer algún que otro traje a alguien del mismo.
No se sabe a ciencia cierta el año de su construcción, pero presumiblemente sería a principios del siglo XX.
Desde aquí continuamos hacia el norte unos 850 metros por el Camino del Real que más adelante se convertirá en el Camino del Nuevo Baztan, hasta llegar a un pequeño aparcamiento de tierra donde se encuentra la Fuente Chorro del Rejal.
Se trata de un muro de piedra por donde se desprende uno chorros de agua a modo de una pequeña cascada, prácticamente invisible por la cantidad de arbustos que lo rodean. Al caer el agua forma una pequeña charca rodeada de piedras a modo decoración, que desagua en un cauce unas veces natural y otras artificial que desemboca en el Arroyo de la Cueva. La fuente en si no es que me merezca demasiado la pena, pero su entorno y el paseo si.
.Coordenadas. 40º18'13"N 3º17'36"W
40.303611, -3.293333
Con esta última visita terminamos nuestra visita a Valdilecha, quedando pendiente una nueva dentro de poco tiempo.
Natividad de la Virgen. Primeros de septiembre. Fiestas patronales. Durante la primera quincena del mes se celebran distintos actos religiosos, concursos, actos culturales, encierros, novilladas, verbenas y fuegos artificiales.
Santísimo Cristo del Amparo. 14 de septiembre. Procesión y merienda comunitaria ofrecida por los hermanos de la cofradía.
San Martín. 11 de noviembre. Actos religiosos.
Fuentes: Folletos Comunidad de Madrid, WEB Ayuntamiento, COAM, ChatGPT y Paneles explicativos
![]() Ayuntamiento
Plaza del Ayuntamiento, 1 28511 - Valdilecha Tfno: 91 873 83 81
Distancia a Madrid: 56,9 KMS Municipios colindantes
Tielmes EN COCHEPor la A3 (E-901) hasta salida 35 para tomar la M-220 hasta la M-229 que llevara a Valdilecha. 49,3 Kms.. Por la R-3 hasta su intercesión con la A3 y desde aquí seguir los pasos anteriores.con 48,2 Kms.![]() AUTOBUSES313 Madrid (Metro Pavones) |