Como el nombre bien indica, proviene de la gran cantidad de robles y jaras que en su dia existían en la zona. Cuenta una de las historias que se podía desplazar una persona sin pisar el suelo más de 400 metros con solo ir de árbol en árbol.
Gentilicio: Jarotes/as - Roblediñenses/as
Los orígenes de Robledillo de la Jara son inciertos, pero las evidencias arqueológicas indican una presencia humana en la zona desde la antigüedad. Se han hallado restos que sugieren ocupaciones previas, aunque sin un estudio exhaustivo que lo confirme.
Durante la dominación romana, la zona estuvo integrada dentro de las rutas comerciales y ganaderas que conectaban el interior de la Península con otras regiones. Se cree que el topónimo "Robledillo" hace referencia a los densos bosques de robles que caracterizaban el paisaje.
Con la llegada de los visigodos y, posteriormente, de los musulmanes, el territorio de Robledillo permaneció poco habitado, formando parte de la frontera entre los reinos cristianos y el dominio andalusí. En el siglo X, la zona fue escenario de incursiones y repoblaciones temporales por parte de los cristianos del reino de León y Castilla.
En el siglo XI Alfonso VI conquistó definitivamente Buitrago en el año 1083, lo que permitió consolidar la repoblación cristiana de la Sierra Norte de Madrid. Robledillo de la Jara, junto con otras pequeñas aldeas, empezó a integrarse en la estructura territorial cristiana. Sin embargo, la inseguridad provocada por los conflictos entre musulmanes y cristianos dificultó la permanencia de pobladores estables en la región.
en el siglo XII, tras la definitiva repoblación de Buitrago en 1096 y la concesión de fueros y privilegios a la villa, se establecieron pequeños núcleos poblacionales en los alrededores, entre ellos Robledillo. La economía de la zona se basó en la ganadería trashumante, debido a la presencia de extensos pastos comunales. En este período, Robledillo dependía administrativamente de la Tierra de Buitrago, vinculada inicialmente a la Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda. La repoblación cristiana trajo consigo una organización municipal y un control más efectivo del territorio.
En el siglo XIII el crecimiento de la Mesta y la consolidación de la ganadería ovina fortalecieron la economía de la comarca. En 1227, Buitrago estableció acuerdos de pastos con Uceda, Guadalajara e Hita, beneficiando a los pequeños pueblos del entorno, como Robledillo. A finales de siglo, el territorio pasó a formar parte del Señorío de Buitrago, que en 1289 quedó bajo el control de Íñigo López de Orozco, cuya familia consolidó su dominio sobre la zona.
En el siglo XIV, en 1331, el señorío de Buitrago pasó a los Mendoza tras el matrimonio de Juana de Orozco con Pedro González de Mendoza. Este linaje consolidó su poder sobre la región, integrando a Robledillo en su estructura feudal.
Durante el reinado de Alfonso XI, el territorio de Robledillo es mencionado en el Libro de la Montería, lo que indica su importancia como zona de caza real. El sistema feudal impuso tributos a los vecinos, entre ellos el derecho de pontazgo, que obligaba a pagar por el paso de rebaños por los puentes de la comarca.
A finales del siglo XV, la influencia de los Mendoza se fortaleció aún más con la concesión del título de Duque del Infantado en 1475. Robledillo permaneció dentro del Señorío de Buitrago, con una economía basada en la ganadería trashumante. La población se organizaba en torno a una estructura comunal, donde los vecinos compartían pastos y tierras de cultivo. Se establecieron normativas sobre el uso del suelo, el acceso al agua y la conservación de los bosques.
En el siglo XVI durante el reinado de Felipe II, las Relaciones Topográficas de 1575 mencionan la importancia del aprovechamiento de los montes y pastos en Robledillo. La villa formaba parte del Quarto de la Xara, una subdivisión del Señorío de Buitrago. Se redactaron ordenanzas para proteger los recursos naturales, debido a la creciente deforestación provocada por la demanda de madera y carbón. También se establecieron normas para la regulación de la caza, la pesca y la explotación de viñedos. En 1596, el concejo solicitó permiso para construir un batán, lo que indica la existencia de una pequeña industria textil en la zona.
El siglo XVII estuvo marcado por crisis económicas y epidemias que redujeron la población de Robledillo. En 1649, la villa tenía solo 56 vecinos, cifra que descendió a 37 en 1670. La peste de 1599 y la crisis de la lana, causada por la pérdida de Flandes como mercado de exportación, afectaron gravemente la economía local. Se fundaron cofradías religiosas para asistir a los más necesitados, destacando la Cofradía Sacramental y la de la Virgen del Rosario. El concejo de Robledillo compró el despoblado de El Villar en 1612, integrándolo en su término municipal.
En el siglo XVIII el Catastro de Ensenada de 1751 registró un aumento de la población hasta los 68 vecinos, con una economía basada en la ganadería ovina y caprina. La agricultura era muy limitada, cultivándose trigo, centeno y viñedos en pequeña escala. En 1787, el Censo de Floridablanca contabilizaba 244 habitantes. La sociedad estaba estructurada en torno al concejo, que gestionaba los bienes comunales y organizaba la producción agrícola y ganadera.
Durante el siglo XIX la Guerra de la Independencia no causó grandes estragos en Robledillo, aunque la crisis económica posterior fomentó la emigración hacia Buitrago. En 1826, la villa contaba con 80 vecinos y 400 habitantes. En 1833, la reforma provincial de Javier de Burgos incorporó a Robledillo en la provincia de Madrid, dejando de depender de Guadalajara. La desamortización de Mendizábal (1836) y de Madoz (1855) provocó la venta de tierras comunales a particulares, favoreciendo la transformación de la economía ganadera en agrícola.
En el siglo XX la construcción del embalse de El Villar entre los años 1869 y 1882 sumergió tierras fértiles y dificultó las comunicaciones con los pueblos vecinos. La población, que en 1910 era de 290 habitantes, inició un progresivo descenso hasta los 125 habitantes en 1970. Durante la Guerra Civil, se destruyeron la ermita de El Villar y otros edificios históricos. En la posguerra, Robledillo mantuvo una economía basada en la ganadería, pero el éxodo rural y la falta de infraestructuras contribuyeron a su declive. En 1981, la creación de la Comunidad de Madrid impulsó ciertas mejoras, como la pavimentación de calles y la mejora de servicios públicos. Sin embargo, la degradación del centro histórico continuó y el pueblo se vio afectado por la despoblación.
En las primeras décadas del siglo XXI, Robledillo de la Jara mantiene su esencia rural y su atractivo natural. La segunda residencia ha impulsado cierto crecimiento estacional, aunque la población fija sigue siendo reducida. El turismo rural y el interés por la conservación del patrimonio histórico y natural han generado nuevas oportunidades para el desarrollo local.
Situada en la Plaza de Televisión Española se encuentra esta fuente construida en 1935 reconstruida en 1992. La fuente es una más de cuantas suele haber en cualquier localidad, lo curioso es el nombre de la plaza que en cualquier se puede llamar de la Constitución, Mayor, Juan Carlos I etc..
En esta ocasión lo de Televisión Española viene dado a que en los principios de la televisión en España, un empleado de la misma visitó el pueblo regalando una televisión para sus habitantes, los cuales gracias a esto se reunían en torno a la misma para ver películas y programas. Como agradecimiento a este hecho se le puso el nombre que recibe en la actualidad.
Se recomienda esta plaza para aparcar y empezar la visita el Robledillo de Jara.
Desde la plaza mencionada, continuamos por la Calle San Pedro hasta llegar a la Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol reconstruida en el año 1893 sobre otra en estado ruinoso, aprovechándose únicamente los muros de la anterior con cierto aire neomudéjar. Presenta una única planta rectangular cubierta mediante cuchillos de madera apoyados en las paredes laterales mediante jabalcones que a su vez se apoyan en ménsulas de piedra, entre las que se abren los huecos de luces, en su interior se conservan una pila de agua bendita y otra bautismal de estilo renacentista. La espadaña de dos vanos realizada en ladrillo se encuentra a los pies del templo.
A lado del muro suroeste existe unafuente levantada en la década los 50 del siglo XX por la Dirección General de Regiones Devastadas y Reparaciones, para abastecer de agua a la población del pueblo hasta la posterior llegada de agua corriente a las casas.
La fuente consiste en una pilastra de mampostería con piedras regulares de la que emerge el único caño existente, cuyas aguas van a parar a un pequeña pileta de granito. La pilastra se encuentra coronada por un elemento escalonado de granito con una cruz del mismo material en su alto. Igualmente la misma se encuentra rodeada por tres de sus lados por un banco corrido igualmente del mismo material.
El conjunto se encuentra rodeado por un murete semicircular de mampostería a modo de banco.
Desde aqui nos dirigimos cruzando la M-127 por la Travesía de la Soledad para encontrarnos con la carretera del cementerio para ver la portada de acceso al cementerio. Se trata de la misma que tuviera el cementerio antiguo situado junto a la desparecida Ermita de la Soledad. Está construida completamente en granito con arco de medio punto poseyendo en uno de sus laterales una cruz tallada.
Retrocedemos hasta la M-127 para continuar a nuestra derecha por la misma uno 200 metros y encontrarnos frente al parque y el frontón con el Potro de herrar construcción donde antiguamente se herraba al ganado, siendo muy comunes sobre todo en la zona de la Sierra Norte de la Comunidad de Madrid.
Constaban de dos hileras paralelas de tres postes cada una que comúnmente eran de granito aunque los más antiguos podrían ser de madera. Los dos pares más altos estaban unidos por palos de madera o varas metálicas, y estos a su vez con el par más bajo unidos de la misma manera. Entre los postes del segundo par más alto se encontraba el yugo, lugar donde se fijaba la cabeza del animal para inmovilizarlo además de pasarle dos cinchas de cuero por la panza atadas a las varas metálicas o palos de madera.
Una vez efectuada la faena del inmovilizado era cuando entraba el herrero primero para quitar las viejas herraduras, luego limpiar las pezuñas para terminar poniendo herraduras nuevas.
Junto al potro se encuentra un pozo tradicional totalmente rehabilitado en piedra y lajas. Hasta hace poco tiempo los habitantes del pueblo, se tenían que desplazar hasta estos pozos situados en diversos lugares del mismo para abastecerse de agua potable.
Se trata de una construcción semicircular, cuyo interior presenta un espacio abovedado y frente con un vano de medio punto, en la actualidad cerrado por una puerta metálica.
Desde el último punto caminamos unos 200 metros hasta encontrarnos con los antiguos lavaderos municipales.
Teniendo en cuenta que hasta los 70-80 del siglo XX muchos pueblos de esta zona aun no disponían de agua corriente, era corriente la construcción de estos lavaderos públicos aprovechando las aguas de los diversos manantiales existentes o a orillas de los ríos o riachuelos. Estos lugares constituían el lugar de encuentro donde las mujeres aparte de hacer la colada, empleaban el tiempo en comentar sobre los últimos acontecimientos ocurridos en el pueblo así como de hacer algún que otro traje a alguien del mismo.
El lavadero que nos ocupa es el conocido como el lavadero de arriba se encuentra levantado en 1967, según inscripción existente en el frontal, con muros exteriores de mampostería e interiores enfoscados. Como se ha indicado anteriormente posee un solo pilón rectangular que se alimenta con el agua procedente de un caño existente en su frente.
El mencionado pilón se encuentra construido con muros de mampostería culminados con piedra lisa que se adentra en el agua con marcas que hacían la veces de tabla de lavar, esta última utilizada sobre todo a orillas de los ríos. Como curiosidad comentar que el proceso de enjabonado y aclarado, dependía si la ropa era de color o blanca. Si la ropa era de color, entonces se enjabonaba y aclaraba en el mismo día, mientras que si era blanca se enjabonaba durante el día, dejándola al sol para blanquearla y se aclaraba al día siguiente. En ambos casos para el secado se extendía la ropa sobre los matorrales existentes o se llevaba a casa para hacerlo allí.
A escasos metros del anterior lavadero, se encuentra esta fuente-abrevadero, que según el Catálogo Regional de Patrimonio Arquitectónico fue construida en el siglo XVIII, siendo desplazada en 1934 a su actual posición.
Esta fuente-abrevadero es un rectángulo de 3,40 metros de largo por 2 metros de ancho, se encuentra construido enteramente en granito, con el pilón formado por ocho grandes piezas pétreas, talladas en esquinas y desagües. Dentro del pilón se encuentra una pieza maciza redondeada llamada bebedero, tratándose de una pila que se alimenta de agua que procede del único caño desde un pedestal, contando con un desagüe que vuelca el agua al abrevadero y un aliviadero en la parte superior.
El pedestal mencionado se encuentra compuesto por dos cuerpos superpuestos de silueta curvilínea, construidos con sillares de granito y separados por una moldura. El cuerpo inferior se encuentra formado por dos hiladas de sillares y el superior por una única pieza, todas ellas en granito y talladas en sus extremos con el fin de redondear los mismos. En el lado sur se encuentra un banco de piedra de cuarzo para el uso de personas que visiten el lugar. En el lado norte se encuentra un pequeño abrevadero para el ganado lanar, tratándose de una única pieza de granito tallada por cantero.
Dejamos atrás el lavadero y la fuente para caminar unos cuatrocientos metros por la Calle Domingo Ramírez hasta llegar a la M-130, que después de cruzar esta veremos otra fuente-abrevadero.
El conjunto se encuentra formado por un murete al que se le adosa una especie de cajón levantado en mampostería rematado por una bola de granito, del cual emerge el único caño existente que vierte sus aguas a pilón cuadrangular.
. Continuamos subiendo unas escaleras para llegar a un área recreativa con bancos y mesas donde se encuentra una construcción a modo de refugio levantado con mampostería con cubierta a un agua con tejas rojas, abierto por tres lados y con una columna en el centro igualmente de mampostería
Dentro del este área igualmente se encuentra una fuente de elaboración bastante curiosa, levantada en mampostería y base semicircular donde se encuentra una pequeña pila. El frente es una pieza igualmente levantada con mampostería con forma de arco de medio punto, dentro de la misma se encuentra retranqueado otro espacio de medio punto de donde emege el único caño existente.
Desde aquí continuamos andando unos 70 metros por la M-130 hasta encontrar un panel donde se anuncia el Museo de las formas de la vida del pasado. De aquí parte un sendero pavimentado con gravilla y barandilla , que después de 70 metros nos llevara al edificio del mencionado museo.
Se encuentra en el lugar de una antigua tejera, durante su construcción se encontraron los restos del horno original de la tejera, del cual se ha hecho una reproducción que es la que se muestra. Con este museo se pretende la recuperación de elementos de la cultura tradicional de la zona, que nos permitirá conocer de los oficios tradicionales de la Sierra Norte, hoy por desgracia muy olvidados, tales como el de carbonero, herrero, panaderos, apicultores, pastores, etc.
Emplazada en una garganta espectacular, a 7 kilómetros de Robledillo de la Jara siguiendo la carretera M-127 en dirección a El Berrueco se encuentra la presa de El Villar construida por por los ingenieros Boix y Morer entre los años 1869 y 1873 para abastecer de agua a Madrid procedentes del río Lozoya. Una parada casi obligatoria en el pequeño aparcamiento que existe para admirar las vistas que se ofrecen desde este lugar.
CARNAVAL. Sábado anterior al Miércoles de Ceniza. Recorrido por las calles de la vaquilla.
Romería a la Ermita del Villar. Primer fin de semana de Mayo en el que se traslada a la Virgen del Rosario hasta las ruinas de la Ermita del Villar con subastas de varas y posterior comida.
Fiestas del Verano. Segundo fin de semana de agosto. Orquesta, pasacalles, misa y procesión.
Virgen del Rosario. Primer fin de semana de octubre. Baile, diversos campeonatos, procesión y subasta de varas.
Fuentes: Folletos Comunidad de Madrid, WEB Ayuntamiento, COAM., ChatGPT y Paneles explicativos
![]() Ayuntamiento
Plaza Televisión Española, 1 28194 - Robledillo de la Jara Tfno: 91 868 71 80
Distancia a Madrid: 84 KM Municipios colindantes
El Atazar EN COCHESalida 60 N-1 (E5) La Cabrera-El Berrueco y dirigirse por la M-127 hasta este último municipio. Desde aquí y sin dejar la mencionada carretera y después de pasar la presa de El Villar dejando a la derecha Cervera de Buitrago, se encuentra Robledillo de la Jara. ![]() AUTOBUSES191 A Buitrago (Pza. Castilla)191D Desde Buitrago 199A Desde Buitrago |