Siguiendo la opinión del profesor Fernando Jiménez de Gregorio, existen dos opiniones sobre el topónimo de este pueblo.
La primera hace referencia a G. Álvarez el cual opina que el nombre de Daganzo podría derivar de daga en referencia al hallazgo en una de las tumbas visigodas, en el término del pueblo, de un ejemplar de este tipo de arma.
La segunda se refiere a la opinión de José Corominas, el cual relaciona el término Daganzo con la palabra árabe taga que significa hilera horizontal en la que se disponen los ladrillos para introducirlos en el horno o tejar
El apellido de Arriba se le puso para diferenciarlo de Daganzuelo también conocido como Daganzo de Abajo desparecido en torno a 1835.
Gentilicio: Daganzeños/as
Se tiene constancia de presencia humana por los hallazgos arqueológicos prehistóricos encontrados en su término, en las edades del paleolítico, neolítico y en ambas etapas de la Edad del Hierro, así como restos correspondientes a las culturas romana y visigoda. Con respecto a la época musulmana no se tiene constancia arqueológica ni dato histórico de la misma.
En el siglo XI después de la reconquista de Toledo en 1085 por Alfonso VI y repoblación de estas tierras, Daganzo quedó incluido en el Común de Villa y Tierra de Guadalajara, mientras que Daganzuelo quedó formando parte del Común de Villa y Tierra de Alcalá. Posteriormente ya a mediados del siglo XV, D.Lorenzo Suárez de Mendoza recibe de manos del rey Enrique IV el Condado de Coruña, que llevaría anexo el Señorío de Daganzo. A finales del siglo XV fallece Don Lorenzo Suárez de Mendoza, heredando el señorío su hijo Don Bernardino Suárez de Mendoza, segundo conde de La Coruña, siendo confirmados estos privilegios por los Reyes Católicos en 1480.
El siglo XVI concretamente en 1561 se trasladó la capitalidad de España a Madrid, originando un aumento de población en esta última villa muy importante, lo cual llevo implícito una gran demanda de grano, sobre todo de trigo, dejando como consecuencia de lo mismo un cambio en los terrenos quitando la vegetación con la que se alimentaba el ganado, removiendo las tierras para la plantación de cereales y vid, siendo aplicada esta práctica en toda la campiña del bajo Henares en detrimento de la actividad ganadera.
El inicio del siglo XVII viene dado por el final del hasta entonces periodo de prosperidad disfrutado. Durante todo este siglo sobre todo en su final, debido a diferentes circunstancias, entre las que se encuentran la política imperial de Felipe II, la gran sequía que provoco una pérdida muy importante de las cosechas y una nueva epidemia de peste, Castilla se vio asumida en una profunda crisis, acrecentada además por el flujo migratorio de la población rural a las ciudades y colonias americanas.
El siglo XVIII sufrió las consecuencias del estallido de la guerra a principios de este siglo, del Sucesión al Trono entre Austrias y Borbones y las sucesivas epidemia de viruela, el tifo y el sarampión, motivaron una crisis demográfica que según el Catastro de Ensenada, en Daganzo se tuviera un 50% menos de habitantes que en 1580, con 107 vecinos y 17 viudas. La actividad principal como en la mayoría de los pueblos de alrededor, se basaba en la actividad agrícola. En cuanto a Daganzo de Abajo su población se vio reducida a 14 vecinos pecheros (plebeyos) con 16 casas y tres solares, aparte de su iglesia y la ermita de María Magdalena. Los terrenos de este último una vez completamente despoblado se reparten en 1871 entre Daganzo de Arriba, Torrejón y Ajalvir.
El siglo XIX vino marcado por diversas medidas socioeconómicas y administrativas entre algunas de las cuales nos encontramos con la desamortización de Mendizábal de 1837 con la expropiación de las tierras eclesiásticas (denominadas "manos muertas", por su improductividad) y su subasta de forma pública con el fin de obtener fondos para la corona, y la desamortización de Pascual Madoz de 1855 con la venta de las ingentes propiedades pasivas o estáticas de la Iglesia en beneficio de la creación de una economía más dinámica.
La primera de las mencionadas tuvo una importante repercusión en Alcalá de Henares y pueblos de su entorno por la gran cantidad de posesiones que tenía la iglesia en esta ciudad y pueblos colindantes, siendo importante la propiedad de un palomar en Daganzo de Abajo perteneciente a los padres dominicos de la Madre de Dios. La segunda tuvo unas consecuencias sociales bastantes deplorables como la desaparición de instituciones como los pósitos y tierras del común del concejo que proporcionaba cobertura a los campesinos más pobres, aquellos que no pudieron acceder a ser propietarios de tierras mediante las subastas que se produjeron
Otro hecho importante para la economía del Valle del Henares y por consiguiente para Daganzo, fue el traslado de la Universidad Complutense a Madrid en 1836, con lo cual vino a desaparecer todos los servicios que desde 1508 se producían alrededor de la Universidad, sobre todo aquellos referentes a los productos alimenticios que demandaba la misma. No obstante esto se vio un poco paliado por el establecimiento en Alcalá de un buen número de guarniciones militares. Con la llegada del tren a Alcalá en 1860 y el Plan General de Carreteras de 1860, la comarca del Valle del Henares experimenta una gran mejoría económica. En 1887 se proyecta la carretera que unía Daganzo con Alcalá y que en 1894 se prolongaría hasta Cobeña, llevándose a cabo la construcción de esta carretera entre 1887 y 1926, de igual manera en 1924 se puso en servicio otra carretera que unía Daganzo con Ajalvir.
Los principios del siglo XX en Daganzo de Arriba vienen marcados por la Guerra Civil que baja la demografía de los 724 habitantes en 1930 a los 663 en 1950. COn la llegada de los años 80 del siglo XX, Daganzo ve como experimentaba una notable mejoría económica y urbanística. La proximidad de Torrejón, Paracuellos y Alcalá, debido a las buenas comunicaciones y al precio del suelo, hacen que muchas empresas, unas nuevas y otras procedentes del Corredor del Henares, se trasladen al polígono industrial de Daganzo. Debido a esto la actividad agropecuaria deja de ser la actividad principal, dejando paso a la construcción y a la industria. En la última década del siglo XX se construirán las tres cuartas partes de lo que se puede ver en la actualidad.
Empezamos la visita de Daganzo de Arriba por la Plaza de la Villa. De forma semi rectangular, semi peatonal y con una farola-fuente en su centro, ubicándose en la misma dos de los edificios más importantes de la localidad.
El Ayuntamiento fue construido en el siglo XVI. Es un edificio de estilo renacentista y su fachada principal es una muestra de la arquitectura civil de esa época. La construcción ha experimentado diversas modificaciones a lo largo de los años para adaptarse a las necesidades municipales.
Se trata de una construcción de dos plantas en la que la baja se encuentra soportada con cinco huecos, siendo uno de ellos la entrada que tiene en uno de sus laterales una placa dedicada a Cervantes con la inscripción:
La planta alta cuenta con cinco huecos que dan paso a un balcón corrido con balaustrada de hierro. Entre los huecos se encuentran los escudos de la Comunidad de Madrid, de España y de Daganzo de Arriba. Coronando el edificio se encuentra el típico reloj.
En un lateral de al Plaza de la Villa se levanta la Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora de la que no se tiene constancia del año de su construcción, aunque por estudios realizados la primitiva iglesia sería de estilo mudéjar coincidiendo en tiempo con los demás templos levantados en los pueblos colindantes de finales del siglo XII o principios del XIII, tratándose de una construcción con una sola nave con varias capillas en ambos lados y cabecera pronunciada.
Como en otros casos debido al aumento de población el templo a venido sufriendo diversas ampliaciones y reformas. Durante los siglos XVI y XVII se añadieron el campanario y el chapitel con la intervención de los maestros Juan del Arco y José García entre los años 1667 y 1668. En el siglo XVIII el templo se encuentra en bastante mal estado por lo que se decide empezar una gran obra iniciándose en 1778. Durante la ejecución de la misma, se llevó a cabo la reconstrucción de la nave central en estilo neoclásico, se inicia la nave de la epístola y el crucero, obras realizadas por Casimiro Conejo, maestro de obras de Toledo. Seguidamente bajo la dirección de Francisco Revenga se llevó a cabo la construcción de la cúpula del crucero, del baptisterio y de la nave del evangelio.
Igualmente durante estos años se añadió el cimborrio ochavado de la cúpula, la cual se embellece con medallones que ornamentan las pechinas con la representación de los cuatro evangelistas, obra del pintor Gregorio Ramírez. Todo esto llevo a años de esplendor a la iglesia, sin embargo a finales del siglo XIX el templo presenta un grave estado ruinoso, por lo que en el siglo XX se realizan nuevos trabajos de restauración. Durante la guerra civil, la iglesia fue usada como almacén y destruidas imágenes y mobiliario.
Durante la segunda mitad del siglo XX y parte del XXI el templo ha tenido diversas restauraciones. Primero por parte de la Junta de Reconstrucción de Templos Parroquiales dentro del Programa de Regiones devastadas después de terminar la guerra. Posteriormente el Obispado emprende una nuevas actuaciones que llevaran consigo la consolidación de los cimientos, la retirada de los contrafuertes del muro norte así como la limpieza y restauración de las cubiertas. En el siglo XXI se procedió a la restitución del coro, así como mejorar el acceso al templo.
En la actualidad el interior del templo presenta estilo neoclásico, planta de cruz latina con cabecera recta y tres naves, siendo la central con bóveda de cañón más alta y ancha que las laterales cubiertas con bóvedas de crucería. En los pies del templo se encuentra el baptisterio en el que se ubica una pilar bautismal datada en 1582.
Del exterior sobresale la torre-campanario con cuatro cuerpos totalmente en fábrica de ladrillo, correspondiendo los tres primeros a la construcción primitiva, los dos primeros con pequeños huecos o saeteras y el tercero presenta dos arcos de medio punto en cada lado enmarcados en alfiz. El último cuerpo y actual campanario es producto de una obra posterior, presenta un solo vano con arco de medio punto en cada lado cubierto por un chapitel de pizarra a cuatro aguas, se encuentra rematado con pináculo piramidal, bola y veleta.
El acceso al templo se efectúa por la portada renacentista del siglo XVI realizada en piedra caliza. Se encuentra compuesta por un vano de medio punto de cuatro roscas y despecie de sillería, flanqueado por dos pilastras jónicas elevadas sobre pedestales, y coronadas por pináculos.
En la calle Enmedio numero 2 casi en la esquina con la PLaza de la Villa, se encuentra una de las casonas típicas construidas en la segunda mitad del siglo XIX o principios del XX.
Levantadas en general en ladrillo con cajones de tapial o mampuesto, aunque en el mejor de los casos exclusivamente de ladrillo. Sus fachadas aparecen en general revocadas en blanco y en la parte inferior con zócalos enfoscados y revocados en gris o en ocre. En esta ocasión la vivienda presenta una sola planta y otra bajo cubierta con pequeños huecos a modo de respiraderos o de entrada de luz. En la planta baja aparte de la puerta de entrada, se encuentra una hilera de ventanales algunos de ellos con pequeños tejadillos y todos cerrados con antiguas rejas de forja.
Continuamos por el lateral del la Plaza de la Villa hasta la confluencia de la Calle Mayor con la Calle Algete, para detenernos en este punto y disfrutar de la pequeña Plaza del Sol y sentarnos un poco en uno de sus bancos de piedra existentes.
La mencionada Plaza se encuentra cerrada por dos de sus laterales con dos casas formando una ele. Una de la mismas pudiera tratarse de una construcción antigua pero reformada en su totalidad. Adyacente a esta se encuentra otra vivienda sin reformar y muy parecida a la descrita anteriormente, es decir posiblemente levantada en la segunda mitad del siglo XIX o principios del XX, con una planta baja donde se ubica la entrada y las ventanas enrejadas, mientras que la superior con los pequeños huecos descritos en la anterior.
Sin embargo aunque las construcciones mencionadas llaman la atención por sus muros blanqueados, lo que sorprende más es la existencia de una pequeña fuente datada en 1799 según inscripción en la misma. La conforma una pilastra de piedra caliza en parte reconstruida con ladrillos de la que emerge un único caño y rematada con una pirámide que muestra el paso del tiempo por la misma. El agua del caño es depositada en un pequeño pero profundo pilón que al igual que la pirámide muestra el desgaste producido por el tiempo. Según me informan muy amablemente desde el Ayuntamiento, el conjunto de piedras que conforman esta fuente provienen de Daganzuelo o Daganzo de abajo, siendo la pila un elemento independiente procedente del mismo lugar. Se colocó en la Plaza del Sol no hace mucho tiempo.
Desde el punto anterior, continuamos por la Calle Mayor para desviarnos a nuestra izquierda por la Calle de la Alegría hasta el número 3 donde se encuentra el Museo de la Historia de Daganzo también conocido como Casa de Las Angelitas donde se encuentra la antigua Fragua de Don Julio que según placa explicativa existente se trata de una fragua de finales del siglo XIX o principios del XX, conservándose en su estado original. Lastima que entre semana se encuentre cerrado.
Continuamos por la Calle de la Alegría hasta desviarnos a nuestra derecha por la Calle Oriente y a pocos metros de nuevo desviarnos de nuevo a nuestra izquierda por la Calle La Fuente hasta desembocar en la Plaza Mesón de la Fuente, donde nos pararemos para observar la Fuente de los Cuatro Caños y su abrevadero.
Aunque no se tiene constancia del año de su construcción, según aparece en los archivos, pudiera datarse de finales del siglo XVI o principios del XVII. Se trata de un conjunto levantado en piedra caliza con una pilastra cuadrada terminada en pirámide. De la pilastra emergen cuatro caños de gran longitud que vierten sus aguas a un pilón con dos balsas, perimetradas con un pretil de la misma piedra. Hasta hace pocos años ha desempeñado funciones de abrevadero y de lavadero. La última rehabilitación se realizó en 2015.
Continuamos la visita dirigiéndonos desde la Plaza Mesón de la Fuente para pasar un pequeño puente sobre el Arroyo del Monte totalmente canalizado, conocido como el Puente de los Patos por encontrarse en sus aguas patos marrones y algún que otro ganso. Desde aquí seguimos por la Calle de la Fuente hasta llegar a la carretera de Fresno de Torote o M-113 donde giramos a nuestra derecha y llegar al edificio de las Antiguas Escuelas.
Se trata de una construcción del año 1934 que estuvo en funcionamiento hasta 1983, año en que se aperturó el colegio Ángel Berzal Fernández. Como era costumbre en aquella época, se encuentra formada por dos alas laterales en cada una de las cuales estaban unas aulas para niñas y otras para niños, unidas por un pasillo distribuidor donde se encontraban igualmente dos entradas diferenciadas para cada sexo.
Dejamos el casco urbano para dirigirnos al Cementerio Municipal donde se encontraba la Ermita de la Soledad, en la actualidad pequeña capilla del cementerio de muros blanqueados, planta rectangular y cubierta a dos aguas con teja roja.
En una placa adosada en el muro posterior de la misma se indica los siguiente:
En este lugar estuvo la antigua ERMITA DE LA SOLEDAD a la que se hace referencia en las Relaciones de Lorenzana de 1782, y en la obra de Andrés Marín Pérez, Madrid y su provincia, de 1888, donde se dice que "...en Daganzo existe la Ermita de la Soledad, conocida como La Grande, que era depósito de pasos y Capilla del cementerio"
Por último nos dirigimos con el coche por la Avenida de la Circunvalación hasta el cruce con la M-113 dirección a Fresno de Torote. Siguiendo la misma aproximadamente a tres kilómetros se encuentra el desvío indicado a la Ermita Virgen del Espino. Desde aquí hasta la ermita nos espera un kilómetro y medio aproximadamente de pista de arena con algún que otro bache importante.
Seguramente nos encontramos ante la iglesia del despoblado conocido con el nombre de Almazanejo perteneciente a la jurisdicción de Daganzo. La primera referencia escrita sobre la existencia de Almazanejo es un manuscrito que cuenta que en el año 1166 se habían otorgado fueros por Alfonso XVII, el cual, consciente del papel de las ordenes militares nuevas, iniciaba las donaciones que, al acabarse el siglo, habrían hecho dueños a sus monjes-caballeros. La Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén después convertida en Orden del Temple, hereda Daganzo y Almazanejo.
Posteriormente en 1380 el rey Juan I de Castilla otorga un Privilegio por el cual confirman y aprueban la escritura de fundación de Mayorazgo de D. Pedro González de Mendoza por la que se vinculan diversas propiedades de Daganzo. Posteriormente este Mayorazgo recae en su nieto D. Iñigo López de Mendoza y Lasso de Vega, primer marqués de Santillana y Señor de Daganzo.
Posteriormente, D. Lorenzo Suárez de Figueroa y López de Mendoza, tercer hijo del Marqués de Santillana y primer Conde de Coruña, obtiene la sucesión de la casa, feudo de armas y de los terrenos del Mayorazgo en Daganzo, en el lugar de Almazanejo, siendo en este último donde tendría la casa el Conde Coruña, estando el pueblo habitado por los trabajadores y sirvientes del Señor y de sus tierras, encontrándose el pueblo dentro del término y jurisdicción de Daganzo.
Posteriormente ya en 1542, D. Alonso Suárez de Mendoza y Sotomayor a la sazón III Conde de Coruña y Señor de Daganzo, otorgó la escritura del censo enfitéutico (disociación del dominio entre el dominio directo, correspondiente al propietario, y el útil, el de la persona que usa y aprovecha la finca) de los terrenos de Almazanejo a favor de la Villa de Daganzo y sus vecinos, como consecuencia de lo mismo la mayoría de los habitantes de Almazanejo procedieron a abandonar el lugar, la mayor parte a Daganzo por lo que Almazanejo quedó despoblado, pero llevando su devoción por la Virgen del Espino a Daganzo, siendo en la actualidad sus patrona.
La ermita presenta planta rectangular de una sola nave con bóveda reformada y cabecera de testero recto con cúpula. Se encuentra realizada con fábrica de cajones de mampostería y cadenas de ladrillo, distinguiéndose dos contrafuertes a cada lado del crucero y otros tres a cada lado de la nave.
La entrada al templo se efectúa por una portada existente a sus pies. Presenta arco de medio punto enmarcado en alfiz, apoyado en pilastras y coronado por entablamento y frontón curvo. Sobre la cornisa se encuentra un vano rectangular enrejado y sobre este una pequeña espadaña con vano de medio punto en teoría para albergar una campana, en mi visita se encontraba tapado.
En lo años 70 del siglo XX se encontraba prácticamente derruida, siendo en los 80 cuando los vecinos de Daganzo deciden levantarla de nuevo con sus esfuerzos. La facha principal ha sido rehabilitada completamente en el 2018 para dejarla como la tenía en el siglo XVIII.
SAN ANTONIO. Viernes más cercano al 13 de Junio. Misa, Procesión y otros actos de carácter lúdico y festivo.
CRISTO DE LA LUZ Y NUESTRA SEÑORA LA VIRGEN DEL ESPINOEntre último fin de semana de agosto y el primero de septiembre. En el primer fin de semana se celebran los actos en honor del Cristo de la Luz con actos religiosos, procesión con la subasta de las varas de las andas, pasacalle, competiciones deportivas, fuegos artificiales, encierros y bailes.
El fin de semana siguiente se celebra la romería hasta la ermita de la Virgen del Espino. La noche del viernes los concurrentes acampan en la zona y esperan la llegada de la Virgen en procesión el sábado. Tras ella, tiene lugar la tradicional subasta de las varas de las andas, y la ofrenda floral. A mediodía todos los asistentes comen una caldereta preparada con la carne de las reses lidiadas. Por la noche, ya de vuelta al pueblo, se asiste al baile. Finaliza la fiesta el domingo con concursos gastronómicos, competiciones y baile.
Fuentes: Folletos Comunidad de Madrid, WEB Ayuntamiento, COAM y Paneles explicativos
Ayuntamiento
Plaza de la Villa, 1 28814 Daganzo de Arriba Tfno: 91 884 52 59
Distancia a Madrid: 39 KM Municipios colindantes
Algete EN COCHEPor la A2 hasta salida 17-A para seguir por la M-115 seguir esta hasta desvío a la M-108 y nuevo desvío en la M- 113 hasta Daganzo de Arriba
AUTOBUSES256 Madrid (Metro Canillejas)251 Alcalá Henares (Vía Complutense) 252 Alcalá Henares (Vía Complutense 254 Alcalá Henares (Vía Complutense N-204 Madrid (Metro Canillejas) |
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