Como casi todos los pueblos de la zona, su fundación es de origen árabe y pudiera haber adoptado su nombre debido a que sus primeras moradas se construyesen en una suave pendiente de una colina configurando un hermoso Prado, Pradal o Prádena con el apellido del Rincón por el nombre de la sierra donde se encuentra ubicado.
Gentilicio: Pradejanos/as - Pradejeños/as
Los primeros rastros de actividad humana en la zona de Prádena del Rincón se remontan a la Edad del Bronce, cuando grupos de pastores trashumantes recorrían estas tierras buscando refugio en las cuevas de la sierra y aprovechaban los fértiles pastos del valle. No se han encontrado asentamientos permanentes de esta época, lo que sugiere una presencia estacional.
Con la llegada de los celtíberos en el siglo IV a.C., comenzaron a formarse los primeros núcleos organizados en la zona. Su economía se basaba en la ganadería y en una agricultura rudimentaria. Durante la romanización de la península (siglo I a.C.), los romanos establecieron calzadas y puntos de control en la Sierra Norte, facilitando el comercio y la comunicación con otras regiones.
Tras la caída del Imperio Romano, los visigodos dominaron la región, estableciendo pequeñas aldeas fortificadas y promoviendo el cristianismo. En esta época es posible que existieran pequeñas comunidades agrícolas y ganaderas en el territorio que hoy ocupa Prádena. Con la llegada de los musulmanes en el siglo VIII, la Sierra Norte se convirtió en una zona fronteriza entre Al-Ándalus y los reinos cristianos del norte. Durante este tiempo, la población disminuyó y muchas aldeas fueron abandonadas debido a la inseguridad constante.
A finales del siglo XI, con la conquista de Toledo por Alfonso VI en 1085, la frontera cristiana avanzó hacia el sur, y la repoblación de la Sierra Norte comenzó a ser una prioridad. Se establecieron nuevos pobladores en estas tierras, en su mayoría pastores castellanos y segovianos, que encontraron en los valles un lugar propicio para el pastoreo.
En estos siglos se consolidaron pequeños asentamientos dispersos, protegidos por la Comunidad de Villa y Tierra de Buitrago, una entidad medieval que administraba los territorios reconquistados y organizaba la explotación de sus recursos.
En el siglo XII, la repoblación se intensificó, y Prádena del Rincón comenzó a tomar forma como una aldea dependiente de Buitrago del Lozoya. La construcción de pequeñas iglesias y ermitas marcó la cristianización definitiva del territorio.
Durante el siglo XIII, el pueblo se integró en el Cuarto de la Jara, una subdivisión dentro de la Comunidad de Villa y Tierra de Buitrago, lo que garantizaba a sus habitantes derechos de explotación de los montes y pastos comunales. La economía giraba en torno a la ganadería, el cultivo de cereales y la producción de carbón vegetal.
En el siglo XIV, la zona sufrió los efectos en 1348 de la Peste Negra y las guerras entre Castilla y Aragón, lo que redujo la población. A pesar de ello, Prádena logró mantenerse gracias a su actividad ganadera y su cercanía a Buitrago, que era un centro comercial importante.
Durante el siglo XV, los duques del Infantado, poderosos señores de Buitrago, consolidaron su dominio sobre la comarca. La aldea permaneció bajo su control, con una economía basada en el pastoreo y la explotación de los bosques.
A comienzos del siglo XVI, la economía de Prádena del Rincón seguía dependiendo de la ganadería y los montes comunales. Sin embargo, las tensiones por el control de los recursos aumentaron, especialmente con la Corona, que comenzó a imponer más impuestos sobre la lana y la leña.
En el siglo XVII, la crisis económica afectó gravemente a la comarca. La disminución de la población se acentuó debido a la epidemia de peste de 1599 y a la emigración hacia las ciudades en busca de mejores oportunidades. En 1650, la población de Prádena era considerablemente menor que un siglo antes.
El siglo XVIII trajo consigo una leve recuperación. El Catastro de Ensenada de 1751 registró un aumento de habitantes en la aldea, con 27 vecinos censados. La explotación del monte y la producción de carbón vegetal siguieron siendo actividades fundamentales, aunque la escasez de tierras fértiles limitó el crecimiento de la agricultura.
A finales de siglo, con las reformas de Carlos III, se fomentó la mejora de caminos y la reactivación del comercio en la Sierra Norte, aunque Prádena continuó siendo un pueblo rural aislado.
El siglo XIX fue clave para Prádena del Rincón, ya que trajo consigo importantes cambios administrativos y económicos. En 1833, con la reforma territorial de Javier de Burgos, el pueblo dejó de pertenecer a Guadalajara y pasó a formar parte de la provincia de Madrid. Esta nueva organización permitió mejorar la comunicación con otras localidades, aunque el aislamiento de la Sierra seguía siendo un problema.
Durante la Guerra de la Independencia, la comarca de Buitrago sufrió saqueos y enfrentamientos entre tropas francesas y guerrilleros locales. Aunque no hay registros específicos sobre Prádena, es probable que el pueblo también padeciera los efectos de la guerra, con pérdidas materiales y una crisis económica. En la segunda mitad del siglo XIX, la economía del pueblo siguió basada en la ganadería y la producción de leña y carbón. Sin embargo, la abolición de la Mesta y la venta de tierras comunales mediante la desamortización de Madoz de 1855 afectaron a los habitantes, que perdieron el acceso a muchos de los recursos naturales que habían utilizado durante siglos.
A finales del siglo, el ferrocarril Madrid-Burgos mejoró la comunicación con la capital, aunque la industrialización de Madrid provocó una migración progresiva de habitantes hacia la ciudad en busca de empleo.
El siglo XX trajo consigo la crisis definitiva del mundo rural en Prádena del Rincón. Durante las primeras décadas, el pueblo mantuvo su actividad agrícola y ganadera, pero la falta de oportunidades llevó a muchos de sus habitantes a emigrar. En 1936, con el estallido de la Guerra Civil Española, la Sierra Norte se convirtió en un escenario estratégico. Prádena del Rincón quedó en la zona republicana y sufrió los efectos del conflicto, aunque sin batallas directas.
Tras la guerra, en los años 50 y 60, el fenómeno del éxodo rural redujo drásticamente la población del pueblo. Muchas casas quedaron abandonadas y la actividad económica entró en decadencia. A partir de los años 80 y 90, con el auge del turismo rural, Prádena del Rincón comenzó a experimentar una leve recuperación. La rehabilitación de viviendas antiguas, el interés por la naturaleza y la tranquilidad de la zona atrajeron a nuevos residentes, especialmente en fines de semana y períodos vacacionales.
En las primeras decenas del siglo XXI, Prádena del Rincón ha sabido reinventarse como un destino de turismo rural y ecológico. Su entorno natural privilegiado, su arquitectura tradicional bien conservada y su integración en la Reserva de la Biosfera de la Sierra del Rincón han convertido al pueblo en un modelo de desarrollo sostenible.
Iglesia de Santo Domingo de Silos, aunque ha sufrido bastantes reformas e incorporaciones, su estilo fundamental es románico-mudéjar. El primero se puede apreciar en su gran ábside y el segundo en el pórtico orientado al norte considerado como uno de los mejores de la Comunidad de Madrid. El acceso a la iglesia se hace mediante el pórtico orientado al sur construido en 1528. Igualmente se observa que es de las pocas iglesias de la comunidad que la torre del campanario descansa sobre el altar mayor.
Durante los trabajos de restauración llevados a cabo en el año 2011 se descubrieron tres tallas de estilo gótico. Igualmente salió a la luz debajo de la iglesia una necrópolis que reúne a 96 tumbas excavadas en la roca, atribuyéndose el uso de este cementerio entre los siglos XII al XV aunque alguna sepultura se pudiera tratar del siglo XVII.
Para visitar la iglesia y su necrópolis pedir cita por correo electrónico a la Oficina de Turismo o al tfno. 659 63 32 52.
En la Calle de la Iglesia entre el edificio del Ayuntamiento y la Iglesia, nos encontramos con una bonita fuente de granito construida en el siglo XVIII. En su frontal se sitúan dos pilones, uno pequeño donde se deposita el agua vertida por los dos caños existentes y otro bastante mayor que posiblemente en la antigüedad se emplease como abrevadero. En su parte posterior se sitúa otro caño pero este a modo de fuente. Todo el conjunto se eleva sobre una plataforma encontrándose rodeado de un pequeño muro donde se ubican algunos puntos de luz.
Subiendo por la Calle de la Iglesia y cruzando la carretera M-137 se encuentra la Plaza de la Constitución y en la misma el edificio del antiguo ayuntamiento. Se trata de la típica construcción levantada por Dirección General de Regiones Devastadas a mediados del pasado siglo XX. Sobre la puerta en una pequeña pared de piedra se encuentra labrado con el mismo material el escudo de la localidad rematado por un frontón estando este conjunto rodeado de dos bolas de piedra. Otras dos bolas iguales se encuentran en los vértices de la fachada principal.
Casi a las puertas del Cementerio, nos encontramos con esta Fuente-abrevadero totalmente de granito, compuesta por un gran pilón rectangular, del que emerge en uno de sus lados cortos una pilastra coronada por un elemento escalonado que sirve de base a una bola del mismo material.
De la mencionada pilastra sale un único caño que vierte sus aguas al pilón citado, cayendo el agua sobrante a una pequeña pileta. El conjunto se encuentra totalmente rehabilitado.
Situado en la Calle Pizarro o M-130 dirección a Puebla de la Sierra, se encuentra un ejemplar de Potro de Herrar, una construcción donde antiguamente se herraba al ganado, siendo muy comunes sobre todo en la zona de la sierra de la Comunidad de Madrid. Constaban de dos hileras paralelas de tres postes cada una que comúnmente eran de granito aunque los más antiguos podrían ser de madera. Los dos pares más altos estaban unidos por palos de madera o varas metálicas, y estos a su vez con el par más bajo se encontraban unidos de la misma manera.
Entre los postes del segundo par más alto se encontraba el yugo, lugar donde se fijaba la cabeza del animal para inmovilizarlo además de pasarle dos cinchas de cuero por la panza atadas a las varas metálicas o palos de madera. Una vez efectuada la faena del inmovilizado era cuando entraba el herrero primero para quitar las viejas herraduras, luego limpiar las pezuñas para terminar poniendo herraduras nuevas.
Casi a dos kilómetros después de abandonar el pueblo por la carretera M-130 con dirección a Puebla de la Sierra se encuentra la Laguna del Salmoral., un estanque artificial que se construyó a principios del siglo XX para almacenar el agua de diversos arroyos al objeto de repartir el agua para regar las huertas de la localidad. En la actualidad constituye un humeral que constituye un gran hábitat para diversas especies vegetales y animales.
Bordeando la laguna nos encontramos con el llamado Jardín de Rocas en el que se exponen pequeños trozos de minerales de la sierra madrileña.
NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN. 16 de Julio. Fiestas patronales con verbena, juegos, baile, misa, procesión y subasta de varas.
Fuentes: Folletos Comunidad de Madrid, WEB Ayuntamiento, COAM, ChatGPT y Paneles explicativos
![]() Ayuntamiento
Calle de la Iglesia, 14 28191 - Prádena del Rincón Tfno: 91 869 71 08
Distancia a Madrid: 91.8 KM Municipios colindantes
Madarcos EN COCHEPor la N-1 (E5) salida Buitrago de Lozoya hasta las afueras del pueblo. Desviarse por la M-137 para pasar por Gandullas y llegar hasta Prádena del Rincón. ![]() AUTOBUSES191 A Buitrago (Pza. Castilla)191C Desde Buitrago 199A Desde Buitrago 911 Desde Buitrago 912 desde Buitrago |